miércoles, 19 de febrero de 2020

La Fille au bracelet y diez películas más sobre juicios y tribunales (I)

Los miembros del jurados tienen prisa por acabar, los ojos de René Falconetti, una corte marcial o también una adaptación de Kafka: con motivo del estreno de La Fille su bracelet, estrenada el 12 de febrero de 2020,  que disecciona el proceso de una adolescente acusada de asesinato, analizamos diez obras que ponen el listón muy alto.
En La Fille au bracelet, Stéphane Demoustier analiza clínicamente la violencia de los tribunales, a través del juicio de una adolescente acusada del asesinato de su mejor amiga. Desde sus inicios, el cine ha estado fascinado por el ceremonial de la justicia. La demostración en diez películas.
La Fille au Bracelet, de Stephane Demoustier (2020), basada 
en el guión de Acusada (2018) de Ulises Porra y Gonzalo Tobal

1.- La pasión de Juana de Arco (La Passion de Jeanne d’Arc, 1928), de Carl Theodor Dreyer

Pocas son las películas imprimen sus planos en las retinas tan duramente. El encuadre de Dreyer... Esos ojos húmedos e implorantes de Renée Falconetti hacia lo que está encima de ella, los jueces, el Cielo, nunca más te dejarán.

2.- M, el vampiro de Düsseldorf (M, 1931), de Fritz Lang

Un simulacro de juicio, al final, opera una reversión inesperada, arrojando luz sobre toda la película, que, además, está recorrida de inspiraciones brillantes de "claroscuro", bajo otra luz. Es inquietante ser sacudido por tanta inteligencia.

3.- Rashômon (1950), de Akira Kurosawa

Entonces ¿qué paso? ¿Quién de los cuatro acusados no dice la verdad? Es lo opuesto a La Fille au bracelet: la película está construida por flashbacks que nos ayudan a ver más claramente. Cine para desenredar lo verdadero de lo falso... Un modelo en el género.

4.- Doce hombres sin piedad (12 Angry Men, 1957), de Sidney Lumet 

Henry Fonda como adalid de la justicia, rodeado de unos miembros de un jurado demasiado ansiosos por jugar al golf. Si se basa en el guion para TV de título homónimo escrito por Reginald Rose. el joven Sidney Lumet (33 años en ese momento) hace un buen trabajo de cine al acentuar gradualmente las contradicciones de los personajes. Claustrofóbico.
Doce hombres sin piedad (1957), de Sidney Lumet, con Henry Fonda

5.- Senderos de gloria (Paths of Glory, 1957), de Stanley Kubrick
Sesenta años antes que Sam Mendes, Kubrick ya había ido allí desde su plano-secuencia en las trincheras, un poco más corto. Por lo demás, no hay mucho que ver entre 1917 y esta película de 1957 que Francia tuvo el valor de prohibir durante dieciocho años. Y todo porque los generales franceses hacen una justicia que deshonra a su patria.
(cont.)

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