Inolvidable en Reservoir Dogs y fabuloso en Sin City, el actor, con su rostro rudo y su extraordinario talento, dejó una huella única en el cine estadounidense durante más de cuatro décadas. Falleció el 3 de julio a los 67 años. Cabello negro engominado hacia atrás, ojos azules para morirse. Con camisa blanca y pantalón de traje, Vic Vega, alias Mr. Blonde, saca un cuchillo de sus botas de vaquero, mientras el policía Marvin Nash yace moribundo, atado a una silla, con cinta adhesiva en la boca, la cara hinchada y la nariz ensangrentada. El torturador le pregunta a su víctima si conoce "K-Billy's Super Sounds of the 70s", un programa de radio (ficticio) que reproduce música clásica. Una sonrisa ilumina su rostro: la radio transistor reproduce los primeros acordes de guitarra de Stuck in the Middle with You, de la banda escocesa Stealers Wheel. Mr. Blonde, que se sabe la canción de memoria, empieza a bailar frente a la presa asustada, finge cortarse la cara antes de cortarle una oreja, afortunadamente, fuera de cámara. Hemoglobina, sadismo, una pieza musical de culto: sin duda estamos ante Quentin Tarantino en su primera película, Reservoir Dogs (1992). Una escena de culto en una película de culto, interpretada por el actor estadounidense Michael Madsen, quien falleció de un infarto en su casa de Malibú el jueves 3 de julio a los 67 años. Esta película marcó el inicio de una colaboración regular con el director, quien posteriormente lo contó en Kill Bill: Volúmenes 1 y 2 (2003 y 2004), Los odiosos ocho (2015) y Érase una vez… en Hollywood (2019). Tarantino también le había ofrecido el papel que finalmente relanzó la carrera de John Travolta en Tiempos violentos (1994), pero Madsen ya estaba comprometido con el rodaje de Wyatt Earp, de Lawrence Kasdan…
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Michael Masden en Reservoir Dogs (1992) |
Un físico imponente
En un emotivo homenaje publicado en redes sociales, el director Robert Rodriguez, quien dirigió al actor en Sin City (2005), contó que no se planeó ninguna improvisación en el set de rodaje para ser lo más fiel posible a la tira cómica de Frank Miller. "Pero rompíamos esa regla cada día que Michael Madsen trabajaba con nosotros. Siendo un escritor increíble, nos ofrecía una y otra vez una frase mágica". Luego relata cómo el actor fue el único elegido a pesar de tener un físico que no se parecía en nada al del personaje de cómic que interpretaba. "Pero Michael era tan inusual que pensamos que sería el compañero perfecto para el detective Bruce Willis. ¡Menudo equipo de policías tan fabuloso!"
Y qué físico! Con más de 1,80 m de altura, tenía uno de esos rostros imponentes, ideales para papeles de tipo duro. En una carrera de más de cuarenta años, que comenzó en el cine con Juegos de guerra (1983) de John Badham, Michael Madsen ha aparecido en casi trescientas cincuenta películas y series. Es imposible enumerarlas todas, pero sus papeles en Thelma y Louise, Donnie Brasco, The Doors, Liberen a Willy, Muere otro día y Boarding Gate, del francés Olivier Assayas, han marcado la carrera de este actor de "trueno y terciopelo" (en palabras de su hermana, la actriz Virginia Madsen, quien le rindió homenaje en Instagram), a quien le ofrecieron principalmente papeles secundarios.
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Michael Masden en Sin City (2005) |
Michael Madsen, quien incursionó brevemente en el teatro, también era familiar para los aficionados a los videojuegos, para quienes dobló a varios personajes con su voz profunda y cautivadora, capaz de transmitir una frialdad aterradora (Toni Cipriani en Grand Theft Auto III, Rafferty en True Crime: Streets of LA, John Tanner en Driv3R, o incluso Daud, el maestro asesino del juego Dishonored). En Kill Bill, Volumen 2, Bill (David Carradine, fallecido en 2009) advierte a su hermano Budd, interpretado por Michael Madsen, que la novia (Uma Thurman) viene a matarlos. “Esa mujer merece su venganza, y nosotros merecemos morir”, responde Budd con calma, con los ojos entornados. Un carisma inquietante resumido en una sola escena.