jueves, 16 de abril de 2020

Pandemias en el cine (II)

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6.- Contaminación (No Blade of Grass, 1970). Estados Unidos. Dirección: Cornel Wilde. Interpretación: Nigel Davenport, Jean Wallace, John Hamill, Lynne Frederick, Patrick Holt, Michael Percival, Ruth Kettlewell, Anthony Sharp, Tex Fuller, Wendy Richard. Productora: Theodora Production/Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). En un futuro no muy lejano, la polución ha llegado a tal extremo que se ha desarrollado un virus letal que está acabando con todas las plantas comestibles, como el arroz o el trigo, sumiendo a la humanidad en la peor hambruna de su historia. Ante esta situación, un arquitecto londinense y su familia deciden huir a una granja donde esperan poder sobrevivir. Por el camino encontrarán soldados hostiles, bandas de motoristas, y toda clase de personas en busca de comida. Una película catastrofista con mensaje ecologista incluído que, sin estar mal, no le hace justicia a la novela en la que se basa. Dirigió y produjo Cornel Wilde, un actor y cineasta acostumbrado a trabajar con presupuestos reducidos. Fue la última película de Jean Wallace, la esposa del propio Wilde, y la primera de la bella actriz británica Lynne Frederick, luego esposa de Peter Sellers (el inolvidable inspector Clousseau) y que moriría por los efectos del alcoholismo con apenas 40 años. En un rol secundario puede verse a una juvenil Wendy Richard, una actriz que años después se haría muy popular en el Reino Unido por su papel de Pauline Fowler en el culebrón Eastenders.
7.- Muerte en Venecia (Morte a Venezia, 1971). Talia. Dirección: Luchino Visconti. Interpretación: Dirk Bogarde, Romolo Valli, Mark Burns, Nora Ricci, Marisa Berenson, Carole André, Björn Andrésen, Silvana Mangano, Leslie French, Franco Fabrizi, Antonio Appicella, Sergio Garfagnoli, Ciro Cristofoletti, Luigi Battaglia, Dominique Darel. Adaptación de la novela homónima de Thomas Mann. A principios del siglo XX, el compositor de mediana edad Gustav von Aschenbach (Dirk Bogarde), que padece de una depresión severa debido a varios problemas tanto familiares como profesionales, se refugia en Venecia para descansar y huir del agobio de su vida en Múnich. Poco después de instalarse en un lujoso hotel en la isla del Lido, se fija en un adolescente polaco, Tadzio, cliente del hotel con su familia. El interés del protagonista por este joven andrógino de belleza sobrecogedora, que encarna un ideal estético, se transformará en amor y obsesión. Visconti seleccionó el joven (Björn Andrésen, sueco de nacimiento) que encarna el papel de Tadzio entre centenares de jóvenes candidatos. Los días de Aschenbach discurren en la playa del Lido y en excursiones al centro de Venecia; pero, sobre todo, se dedica a seguir, observar y espiar a Tadzio. Paralelamente, Aschenbach va tomando consciencia de unos acontecimientos extraños en la ciudad (muertes repentinas, campañas de desinfección de las calles, explicaciones evasivas de los venecianos, etc.) y consigue descubrir que Venecia está aquejada de una epidemia de cólera, escondida por las autoridades para que los turistas no abandonen la ciudad. Atormentado por el conflicto interior que le producen sus sentimientos por el joven, Aschenbach toma la decisión de irse. Sin embargo, tras una serie de eventos desafortunados que aparentemente impiden su salida de Venecia ese mismo día, cambia de opinión y se queda en el hotel aliviado de no haber abandonado a Tadzio. Pocos días después, Aschenbach revela la información de la epidemia a la familia de Tadzio y les pide que se vayan. El día siguiente, Aschenbach, vestido de traje y maquillado, presencia desde lejos Tadzio y su familia abandonando la isla, luego estalla en llanto. Como era de esperar, Aschenbach, delicado de salud, enferma. Sale una última vez a la playa pensando en Tadzio (al cual nunca ha hablado) y el recuerdo vívido de Tadzio jugando con un amigo en la arena en esa misma playa le causa a tener un orgasmo antes de morirse momentos después a orillas del mar. La película termina con la figura de Tadzio alejándose de las orillas, mientras unos socorristas vienen a levantar el cuerpo de Aschenbach.
8.- La amenaza de Andrómeda (The Andromeda Strain, 1971). Estados Unidos. Dirección: Robert Wise. Interpretación: Arthur Hill, David Wayne, James Olson, Kate Reid, Paula Kell, George Mitchell, Mark Jenkins, Joe Di Reda, Ramon Bieri, Carl Reindel, Frances Reid, Peter Hobbs, Kermit Murdock, Richard O'Brien, Eric Navidad, Ken Swofford, John Carter, Richard Bull, James W. Gavin, Garry Walberg, Victoria Paige Meyerink. Basada en la nóvela homónima de Michael Crichton. Tras estrellarse un satélite del gobierno de los Estados Unidos cerca de la ciudad de Piedmont (Nuevo México), todos los habitantes de la ciudad mueren rápidamente. Sólo hay dos supervivientes - un hombre de sesenta y dos años y un niño de seis meses. Ante la sospecha de que el satélite ha traído un germen extraño, los militares activan un equipo de élite científica que se había reunido previamente sólo para emergencias de este tipo. El equipo traslada el satélite y a los supervivientes a un laboratorio subterráneo secreto situado en el desierto de Nevada y conocido como el Complejo Wildfire. A la nueva forma de vida se le asigna el nombre clave de Andrómeda. Mientras que la mayoría del equipo estudia el organismo en un intento de averiguar cómo funciona, uno de los médicos, Mark Hall, intenta encontrar una cura mediante la averiguación de la causa de la supervivencia del anciano y del niño. Pero cuando parece que la ha hallado, el organismo, mediante una mutación, adquiere una forma que produce una degradación química del caucho sintético y del plástico, y escapa de la contención. Esto activa un sistema automático de autodestrucción, mecanismo diseñado para producir una explosión nuclear bajo el complejo para destruir todos los gérmenes antes de que puedan alcanzar la superficie. Sin embargo, los miembros del equipo de estudio de Andrómeda están convencidos de que los microbios alienígenas, habiendo evolucionado en el duro ambiente del espacio extraterrestre, prosperarían con la energía que les proporcionaría la explosión nuclear y eso podría provocar la formación de una enorme colonia de microorganismos. Habiéndole sido confiada la única llave que puede cancelar la secuencia de autodestrucción antes de que haya terminado la cuenta atrás de cinco minutos, Mark Hall trabaja contrarreloj tratando de burlar las defensas automatizadas del laboratorio para llegar a la subestación desde la que poder anular la explosión antes de que sea demasiado tarde.
9.- Stigma (1972). Estados Unidos. Dirección: David E. Durston. Interpretación: Philip Michael Thomas, Harlan Cary Poe, Josie Johnson, Peter Clune, William Magerman, Connie Van Ess, Richard Geisman, Raina Barrett, Kevin Andre, Rhonda Fultz, Kathleen Joyce, Jean Parker, Edwin Mills, James Grace. Productora: Stigma Company. Un médico bien informado, Calvin Crosse (Philip Michael Thomas) se muda a una comunidad aislada y pronto descubre un virus mortal que afecta a la gente de la joven ciudad. Lo que es más inquietante es la conspiración para proteger esta epidemia cuando intenta curar a los infectados. La historia se inspiró en un artículo periodístico sobre una nueva cepa de sífilis en Rusia. Lawrence Tierney fue considerado originalmente para interpretar al sheriff, pero no obtuvo el papel debido a sus problemas con el alcoholismo en ese momento. El director David E. Durston descubrió a Philip Michael Thomas actuando en una obra de Broadway.
10.- Los Crazies (The Crazies AKA Codename Trixie, 1973). Estados Unidos. Dirección: George A. Romero. Interpretación: Lane Carroll, Will MacMillan, Harold Wayne Jones, Lloyd Hollar, Lynn Lowry, Richard Liberty, A.C. McDonald, Ned Schmidtke, Tony Scott, Roger Aaron Brown, Bill Thunhurst. Productora: Pittsburgh Films. Hace tiempo, el gobierno desarrolló un virus mortal para utilizarlo como arma biológica. Ahora, ese terrible virus ha llegado a una pequeña localidad de Pensilvania a través del agua y está provocando que todos sus habitantes se vuelvan locos. Las autoridades deciden poner al pueblo entero en cuarentena, pero estas medidas no son aceptadas por todos. Otra historia de terror de la mano de George A. Romero, el padre del popular género de zombis (La noche de los muertos vivientes, El día de los muertos). En esta ocasión, pero, Romero sustituye a los muertos vivientes por un virus mortal que crea el pánico entre la población, y que esconde en realidad un sinfín de apocalípticas alegorías sobre la guerra del Vietnam y el caso Watergate. Las nuevas pretensiones del realizador se saldaron con un discreto paso por las salas de cine, lejos del éxito que otros de sus filmes habían conseguido. Aunque la película fue un fracaso de taquilla en su estreno, acabó convirtiéndose en una película de culto. Un remake de la película fue hecho en 2010, producido por el propio George A. Romero. 
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