domingo, 17 de marzo de 2024

Biografías de cine: Tyrone Power (II)

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Recordemos a este actor por medio de algunas de sus películas emblemáticas.

1. María Antonieta (Marie Antoinette, 1938), de W.S. Van Dyke

Siglo XVIII. La princesa de Austria María Antonieta (Shearer) se casa con el delfín de Francia, Luis XVI (Morley), un hombre tan retraído que su relación con la joven es puramente formal. Antonieta se dejará fascinar por las fiestas de París y derrochará el dinero a manos llenas, aunque esta situación no durará mucho. Fastuoso biopic de la malhadada reina de Francia, basado libremente en la biografía de 1932 del escritor Stefan Zweig sobre la vida de la reina María Antonieta de Francia. La Metro-Goldwin-Mayer tiró la casa por la ventana con esta película, de magníficos decorados y ambientación, con exquisita fotografía en blanco y negro, y un reparto de aúpa. Norma Shearer saca todo su jugo al apetitoso papel protagonista, pero todos los demás actores le arropan de modo excelente: desde Robert Morley como el tímido marido a Tyrone Power como el galán amante, pasando por el rey agonizante, un gran John Barrymore. Un drama de época que obtuvo 4 nominaciones a los Oscar: Actriz principal (Norma Shearer), que recibió la copa Volpi a la mejor actriz en el Festival Internacional de Cine de Venecia; actor secundario (Robert Morley), banda sonora y dirección artística. 

2. Chicago (In Old Chicago, 1938), de Henry King

Los O'Leary son una familia de pioneros cuyos hijos mayores alcanzan poder y notoriedad en la bulliciosa ciudad de Chicago. Jack (Don Ameche) es elegido alcalde con la ayuda de su popular hermano Dion (Tyrone Power), pero ambos hermanos se enfrentan después a causa de sus diferencias de opinión sobre el destino que deben dar a los barrios bajos de Chicago. Usando a su esposa (Alice Faye), una cantante de cabaret, como peón en la disputa, Dion echa leña al fuego de la rivalidad con su hermano hasta que la ciudad entera comienza a tomar partido por el uno o por el otro... En una de las primeras películas catastrofistas, Henry King reconstruye el colosal incendio que asoló Chicago en 1871. La secuencia más emblemática de la película es la del devastador incendio del 10 de octubre de 1871, que se inició en el barrio maderero, se extendió al centro de la ciudad y dejó más de 100 mil personas sin hogar. El relato crea un climax de angustia, terror y desesperación, que va en aumento a medida que las llamas desbordan las medidas contraincendios y se hace necesaria la intervención del Ejército, la leva de voluntarios y la destrucción de edificios para abrir vías cortafuegos. Son destacables las escenas de la carrera del coche del viejo O'Leary con el tren, la llegada de la madre e hijos al centro de Chicago, los dos asaltos de Dion a las habitaciones de Belle y la frustrada tentativa de Dion de adquirir por dinero sus servicios. Sobresale la de la madre, Alice Brady, que obtuvo el Oscar a la mejor secundaria. Realizada por la Fox como respuesta a San Francisco (1936), de la Metro-Goldwin-Mayer.

3. Tierra de audaces (Jesse James, 1939), de Henry King

La historia comienza con la compra de forma poco honesta de tierras a unos pobres campesinos de Misuri por parte de la compañía del ferrocarril. Entre estos pobres campesinos estaba la madre de los James que, defendida por estos ante la intimidación de los matones del ferrocarril, no firma el contrato de venta. Pero el encargado de la compra de la tierra no contento con una negativa prepara un asalto a la casa de los James que finaliza con la muerte de la madre. Estos para vengar la muerte de su madre comienzan una serie de atracos siempre siendo el ferrocarril la víctima de estos delitos. La lucha de los desvalidos contra el todopoderoso ferrocarril hace que los hermanos James ganen gran popularidad por todo el oeste americano. Pero con el paso de los años los jóvenes rebeldes se han convertido en verdaderos forajidos y tienen todo un ejército detrás dispuestos a capturarles. Mientras Jesse se ha casado y ha tenido un niño, cansado de la vida de criminal prepara un gran atraco al banco que fracasa y pierde a gran parte de la banda y los hermanos James se salvan de milagro. Dispuesto a retirarse y a llevar otra vida, Jesse es visitado por un antiguo compañero de su banda Bob Ford y el hermano de este, que le proponen un nuevo asunto, pero que no es más que la excusa para matarlo a traición cuando está descolgando un cuadro. Recreación de la vida del mítico forajido Jesse James, el más famoso pistolero del Oeste, encarnado por el excelente actor Tyrone Power, acompañado de Henry Fonda, como Frank James, y Randolph Scott, como Will Wright. La película no es una biografía de los míticos forajidos del oeste, sino una recreación de la leyenda creada a su alrededor. 

4. El signo del zorro (The Mark of Zorro, 1940), de Rouben Mamoulian

Don Diego de la Vega regresa a California, y encuentra su pueblo natal sojuzgado por la tiranía y a su padre, el alcalde, destituido. Disfrazado como El Zorro, un héroe que oculta su verdadera identidad detrás de una máscara y que se viste totalmente de negro, luchará para restituir el poder a su padre y devolver el dinero de los impuestos robado por los villanos. Sin embargo, se siente atraído por la hija del líder de los tiranos. En la línea del más clásico cine de aventuras, Rouben Mamulian consigue uno de los espectáculos más entretenidos de todos los tiempos. El Zorro es un personaje creado por el novelista Johnston McCulley en su novela The curse of Capistrano y se convirtió en todo un éxito popular. El personaje conocería muchísimas adaptaciones cinematográficas, de las cuales ésta es la más mítica (mientras que la más, digamos, estimulante, quizá sea la de Antonio Banderas). El protagonista está soberbiamente interpretado por Tyrone Power, todo un ídolo del cine de aventuras. Pero también, gran parte del mérito es de uno de los mejores villanos de la historia del cine, el mítico Basil Rathbone. Linda Darnell, por su parte, es la perfecta heroína. Producciones como ésta hicieron de Hollywood una fábrica de sueños para toda la familia; se trata de una película repleta de trepidantes escenas de acción. Obra maestra que fue incorporada en 200 al National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos para su preservación por ser “cultural, histórica o estéticamente significativa.

5. Johnny Apollo (1940), de Henry Hathaway

Un corredor de bolsa de Wall Street es encarcelado por desfalco. Su hijo, recién licenciado en la universidad, intenta conseguir trabajo para pagar la fianza. Sin embargo, debido a la reputación de su padre, es rechazado en todas partes. Dadas las circunstancias, acaba entrando en una banda mafiosa y llega a ser la mano derecha de un poderoso gángster. A Johnny Apollo, un alias algo chocante que se le ocurre a Bob Cain, el protagonista, en un momento de apuro de la historia que se nos cuenta... A partir de aquí el guión se desliza hacia el thriller, sostenido por los cambios sentimentales que experimentan padre e hijo en sus relaciones mutuas. Melodrama negro dirigido por ese excelente artesano que fue Henry Hathaway, con la solidez que caracterizan a la mayoría de sus obras, y protagonizado por un Tyrone Power de 26 años, un, como siempre estupendo Edward Arnold, de quien solamente quisiera saber si en alguna época de su vida lució una figura más estilizada, y una Dorothy Lamour que nos deleita con un par de canciones magníficas; conviene verla para comprobar la solidez de la cinematografía norteamericana en esos años.

6. Sangre y arena (Blood and Sand, 1941), de Rouben Mamoulian

Después de muchas dificultades, Juan Gallardo (Tyrone Power) se convierte en la primera figura del toreo. A continuación se casa con Carmen (Darnell), su novia de toda la vida. Pero, cuando todo parecía ir bien, Juan conoce a Sol (Hayworth), una joven, bella y frivola aristócrata con la que mantiene una apasionada relación. A partir de entonces comenzará su declive. Ambientada en el mundo de los toros y con personajes españoles, Rouben Mamoulian rodó este drama en Mexico y con actores norteamericanos, encabezados por el galán Tyrone Power y una bellísima Rita Hayworth. Destaca el precioso technicolor, la música de Alfred Newman y las canciones y saetas de Vicente Gómez. Basada en una novela del español Vicente Blasco Ibáñez, toda la atmósfera es llamativamente española. Ésta fue una de las películas que convirtió al actor en un éxito de taquilla de su época, acompañado de la hermosa, Rita Hayworth. No cabe duda que su química pasional, aderezada con el posicionamiento de ambos actores como sex symbols de la época (siendo Power también polémico, por ser su abierta condición como bisexual para la época), brindó a este drama sobre el toreo y las relaciones, la pizca perfecta para convertirla en un clásico de los años 1940.
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