lunes, 11 de marzo de 2024

En Netflix, siete (muy) buenas películas para ver antes del final de marzo (I)

Netflix no se trata sólo de creaciones y series originales. Clásicas o más recientes, estas siete películas saldrán del catálogo de la plataforma a finales de mes. Si nunca la ha visto, no se asustes, todavía tiene la oportunidad de descubrirlas.
Netflix ofrece nada menos que cinco mil seiscientos contenidos, todas las categorías combinadas. Cada mes llegan nuevos títulos pero, inevitablemente, otros abandonan la plataforma. En esta jungla cinematográfica que va y viene, hemos seleccionado cada mes buenas películas para ver o volver a ver urgentemente en su sofá.

1. Cuba libre en stock: El precio del poder (Scarface, 1983)

Brian De Palma rehace el clásico de Hawks, reemplazando el whisky prohibido por el cuba libre cubano. Al Pacino es Tony Montana, un jefe instintivo abrumado por su aura. Una película de culto un tanto astuta, a menudo copiada, rara vez superada.
Brian De Palma a la dirección, Oliver Stone al guión y Al Pacino en el papel de Tony Montana, narcotraficante temperamental y arrogante. No hacía falta nada más para convertirse en un hito en la historia del cine
Cuando se estrenó El precio del poder en 1984, Brian De Palma todavía era considerado un maestro menor de la fantasía por los críticos, que lo criticaban por su estilo llamativo y sus obsesiones hitchcockianas. Con la ayuda de Oliver Stone en el guión, su grandilocuente relectura del clásico de Howard Hawks le sitúa en la liga de los grandes formalistas. Padrino de Coppola, policía con Lumet, Al Pacino ya ha demostrado que es uno de los mejores alumnos del Actors Studio. Pero fue en el papel de Tony Montana, un emigrante cubano que se convirtió en el “rey de la coca” en Miami, que explotó y se convirtió en el ícono de raperos y matones. Su acento latino, sus camisas de flores ensangrentadas, su pistola en la mano o su nariz metida en la cocaína: imposible olvidar a Pacino en Montana. Recordamos la escena del jacuzzi: un puro habano en la mano izquierda, el mando a distancia del televisor en la derecha, como si se dividiera entre sus dos culturas, Tony ha llegado a los límites del sueño americano. Este es el comienzo de su caída.

2. Taxista: Collateral (2004)

Un taxista (Jamie Foxx) debe enfrentarse a un genio malvado (Tom Cruise) que lo ha tomado como rehén. Una noche loca de violencia, chantaje y también comedia por todo Los Ángeles. Por Michael Mann, uno de los cineastas estadounidenses más brillantes de principios del siglo XXI.
Tom Cruise y Jamie Foxx en Collateral (2004)
Los Ángeles, cinta de asfalto con innumerables nudos, red de carreteras y estacionamientos. Un taxista dedicado, pero que tiene dificultades para gestionar su propia vida, acepta, a cambio de un generoso puñado de dólares, acompañar por la noche a un pasajero con traje gris y camisa blanca, aparentemente muy civilizado. En realidad, un genio malvado. Max, tomado como rehén, debe obedecer, de lo contrario corre el riesgo de ser asesinado. "¿Cuál es el truco?" pide un momento. “Indiferencia”, responde Vincent, un espectro melvilliano más locuaz. Michael Mann se establece como uno de los cineastas más elegantes del otro lado del Atlántico, aportando una nueva forma a cada género que visita.

3. Una primera vez: Virgen a los cuarenta (The 40-Year-Old Virgin, 2005)

Comedia adolescente aplicada a cuarentones con efectivos gags y fluidos corporales variados. Adecuada interpretación del cómico Carell, atisbo de un tema serio (el miedo al sexo en el varón, nada dominante). Una American Pie previo a la andropausia.
Steve Carell y Elisabetn Bank en Virgen a los 40 (2005)
Éxito en Estados Unidos, esta excelente comedia (sí...) es rica en al menos dos lecciones. En primer lugar, refleja fielmente una tendencia de la comedia americana (¿la sociedad americana?) que se esfuerza por acercar las aventuras adolescentes a los cuarentones (misma hipótesis en la deliciosa De boda en boda (Wedding Crashers, 2005).
(cont.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario