miércoles, 21 de febrero de 2018

Biografías de cine: Henry King (III)

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De triunfo en triunfo
Su mayor éxito en la American Film Company fue su última película para la misma, Six Feet Four (1919). Tenía 1.624 metros de longitud, bastante más que la media habitual, y sugirió que la distribuyeran como un largo, cosa que hicieron. Tuvieron tanto éxito que decidieron no producir más que largometrajes. Tenían grandes planes para él, pero ya se había pasado al estudio de Thomas H. Ince. 
"Rodé una película para Ince, 23 1/2 Hours' Leave (1919), una comedia ambientada en la guerra. Ince había contratado a un experto para que el estudio funcionase con mayor economía, y cuando terminé la película (el Sr. y la Sra Ince estaban de vacaciones), el experto me dijo: "Se ha pasado del presupuesto en 20.000 dólares. No vamos a hacer uso de nuestra opción de renovarle el contrato." "Muy bien", le contesté, "porque la opción había expirado ya, y yo he firmado un contrato con otros", lo que era verdad. Eso ocurría el sábado. Cuando el Sr. y la Sra. Ince volvieron de sus vacaciones al día siguiente y vieron la película, El Sr. Ince me dijo. "Tom, está es la mejor película que hemos hecho". Y, el lunes siguiente, comenzó a buscarme por todas partes. Pero yo ya me había ido. Cuando se enteró, el Sr. Ince se enfadó tanto, que despidió al experto en cuestión". 
Tol'able David
Cuando la gente vio Tol'able David comenzaron a hablar de arte, arte y arte, pero él nunca había oído esa palabra referida a una película, a una simple obra de entretenimiento, por lo que se esforzó para estar a la altura de lo que se esperaba de él. 
"En realidad, en Tol'able David había muchas cosas de él mismo. Se rodó a pocos kilómetros del lugar en el que había nacido. Yo conocía a la gente. Sabía cuales eran los deseos y anhelos de los muchachos de la zona. En la película hay una historia trágica de mi infancia. Yo tenía un perro. Y ya se sabe que un niño y su perro pueden estar muy unidos. Un tipo afirmó que nuestro perro había matado algunas ovejas, y convenció a mi madre que debía acabar con él. Desesperado, cogí el revólver de mi padre, dispuesto a defenderlo a toda costa, pero mi madre salió corriendo detrás de mi, me alcanzó y me lo quitó. Así pues, Tol'able David hay mucho de mi. En todas las películas que uno hace hay cosas de sí mismo, de sus amigos, de algo que ha aprendido, de algo que le atormenta.
Sólo me encontré con D. W. Griffith una vez. Fue después de la proyección de Tol'able David, y Richard Barthelmess, el protagonista de la película, que también había trabajo en un montón de las de Griffith me lo presentó, 'Demasiado buena, muchacho", me dijo, "demasiado buena, demasiado buena'."
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