El 7 de diciembre de 1984 se
estrenó la película 2010, de Peter
Hyams y protagonizada por Roy Scheider, John Lithgow, Helen Mirren, Bob
Balaban, Keir Dullea. Producida por
Metro Goldwin Mayer y distribuida por Metro Goldwin Mayer/United Artists. Duración: 116 minutos.
Sinopsis argumental: Nueve años después de que la USS Discovery se perdiese en el espacio, una expedición conjunta de los Estados Unidos y la Unión Soviética es enviada a Júpiter para reactivar el ordenador Hal 9000, que dirigía la nave accidentada, y para averiguar qué problema frustró la expedición del Discovery. Cuando llegan a su destino encuentran el gran monolito negro que la primera expedición pretendía investigar.
Nominaciones y premios: 5 nominaciones Oscar: Efectos visuales, vestuario, dirección artística, maquillaje y sonido.
Comentario: La secuela de 2001: una odisea en el espacio, (2001: A Space Oddysey, 1968) el polémico y avanzado filme de Kubrick, es sorprendentemente buena (tomando en cuenta que es justo una secuela) y bastante madura para ser hollywoodense. El eje del filme gira en torno a la expedición hacia Júpiter de la "Leonov" una astronave soviética que lleva tres observadores estadounidenses (Roy Scheider, John Lithgow y Bob Balaban), cuya misión es recuperar la abandonada "Discovery", que ha quedado en algún punto del sistema Júpiter-Io, donde se neutraliza la acción gravitatoria de los diferentes cuerpos de un sistema mecánico (los llamados puntos de Lagrange), y reactivar a HAL 9000 para analizar los motivos y las causas de sus fallas. No sabemos si Arthur C. Clarke dió su visto bueno, pero sin duda es la mejor película del irregular Peter Hyams (aunque tal vez el mérito esté en la novela original, que ya de por sí es magnífica, y Hyams solo se limitó a realizar una buena adaptación). Por supuesto que Hyams no es Kubrick (y tampoco intenta emularlo: ese es su acierto), y la acción es expeditiva, con lo que la narrativa jamás decae. La sombra del monolito (cuyo misterio sigue inexplicado) y la rehabilitación de HAL, la interacción entre soviéticos y norteamericanos y las opiniones de sus respectivos gobiernos, la impresión de la enormidad del espacio y la amenaza de fuerzas desconocidas, todo se combina en una narrativa armónica. El momento más emocionante de la novela (la aparición de Bowman a Heywood Floyd) no se condice con la versión fílmica. Pero en contraprestación habrá un emotivo reencuentro entre Bowman y HAL...
Comentario: La secuela de 2001: una odisea en el espacio, (2001: A Space Oddysey, 1968) el polémico y avanzado filme de Kubrick, es sorprendentemente buena (tomando en cuenta que es justo una secuela) y bastante madura para ser hollywoodense. El eje del filme gira en torno a la expedición hacia Júpiter de la "Leonov" una astronave soviética que lleva tres observadores estadounidenses (Roy Scheider, John Lithgow y Bob Balaban), cuya misión es recuperar la abandonada "Discovery", que ha quedado en algún punto del sistema Júpiter-Io, donde se neutraliza la acción gravitatoria de los diferentes cuerpos de un sistema mecánico (los llamados puntos de Lagrange), y reactivar a HAL 9000 para analizar los motivos y las causas de sus fallas. No sabemos si Arthur C. Clarke dió su visto bueno, pero sin duda es la mejor película del irregular Peter Hyams (aunque tal vez el mérito esté en la novela original, que ya de por sí es magnífica, y Hyams solo se limitó a realizar una buena adaptación). Por supuesto que Hyams no es Kubrick (y tampoco intenta emularlo: ese es su acierto), y la acción es expeditiva, con lo que la narrativa jamás decae. La sombra del monolito (cuyo misterio sigue inexplicado) y la rehabilitación de HAL, la interacción entre soviéticos y norteamericanos y las opiniones de sus respectivos gobiernos, la impresión de la enormidad del espacio y la amenaza de fuerzas desconocidas, todo se combina en una narrativa armónica. El momento más emocionante de la novela (la aparición de Bowman a Heywood Floyd) no se condice con la versión fílmica. Pero en contraprestación habrá un emotivo reencuentro entre Bowman y HAL...
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