lunes, 23 de diciembre de 2013

Efemérides de cine: Veinte mil leguas de viaje submarino

El 23 de diciembre de 1954 se estrenó Veinte mil leguas de viaje submarino (20,000 Leagues under the Sea), dirigida por Richard Fleischer y protagonizada por Kirk Douglas, James Mason, Paul Lukas, Peter Lorre, Robert J. Wilke. Producida por Walt Disney y distribuida por Buena Vista.
Sinopsis argumentalEn la segunda mitad del siglo XIX los océanos y los mares ya no son seguros para la navegación. Se han perdido numerosos barcos, sin que exista una clara explicación. Muchos creen que se trata de un monstruo marino, una especie de ballena con un gran cuerno afilado en su frente. Finalmente, se organiza desde los Estados Unidos una expedición, cuya misión consistirá en desvelar el secreto de estos hundimientos.

A bordo viaja un naturalista, el profesor Aronnax (Paul Lukas), con su ayudante Conseil (Peter Lorre). También participa en la expedición un hábil ballenero llamado Ned Land (Kirk Douglas), que espera matar la bestia. Cuando después de una larga navegación son finalmente atacados por el monstruo, el barco se hunde y los pocos supervivientes son recogidos por un navío distinto a todo lo que hubiesen podido imaginar: el submarino Nautilus.
En el interior del misterioso artefacto conocen al Capitán Nemo (James Mason), quien les muestra toda la nave, en donde son muy bien tratados y les informa que quienes ingresan al Nautilus, no vuelven a salir nunca, por lo que les son revelados muchos secretos y recorren diversos lugares, entre los que se menciona la mítica Atlántida.
Nominaciones y premios: Oscar: a la mejor dirección artística color y a los mejores efectos especiales, tres nominaciones.
Comentario: Película basada en la popular novela de Julio Verne titulada Veinte mil leguas de viaje submarino (Vingt mille lieues sous les mers, 1869).

Primera superproducción de Walt Disney de imagen real y una de las mejores adaptaciones cinematográficas que se ha hecho de la novela de Julio Verne, la cual, además de contar con un elenco de actores de primera fila y con un soberbio equipo técnico de efectos especiales (galardonados con un Oscar), fue rodada en Cinemascope, lo que le proporcionó espectaculares escenas subacuaticas dentro de un film francamente precioso, con sorprendente factura documental en algunas secuencias y dotado de una insuperable fuerza visual y narrativa con el Techicolor de la época, todo un espectáculo dirigido y concebido para todos los públicos.
Lo mejor del filme, además de sus principales interpretes, es la libre pero fiel adaptación del amplio y riguroso texto de Verne en la descripción del viaje que los protagonistas realizan en el submarino “Nautilus” del Capitán Nemo, magníficamente interpretado por James Mason.
En especial los lugares donde transcurre la historia, narrados en off por el profesor Arronax como si de un documental se tratara. También es destacable la labor del dinámico y excelente Kirk Douglas en su papel de Ned Land, arponero fanfarrón y oportunista, y de los demás interpretes que cumplen de manera muy eficaz a la hora de mostrar al público unos personajes francamente muy bien perfilados y desarrollados por el guionista Earl Felton, quien condensó el texto respetando milimétricamente, pero libremente, el espíritu en la obra en la que se basa.
Es destacable asimismo el desarrollo de los personajes, en particular el del del capitán Nemo, un hombre atormentado por su violento pasado que acaba por convertirse en un sociópata vengativo y destructor en contra de la humanidad y sus injustas normas, haciendo uso del mar y sus recursos para sobrevivir rechazando todo lo que es de los hombres y de la tierra en la que habitan.
También hay que valorar la dirección artística, sobre todo la decoración del interior del Nautilus (de clara inspiración de la época victoriana) obra de John Meehan y Emile Kuri, quienes también se llevaron un Oscar por su labor en el filme, y el gran trabajo de Richard Fleischer en la dirección de su primera película importante para un gran estudio, con secuencias de acción tan memorables como la del ataque del pulpo gigante al Nautilus en medio de una gran tormenta marítima.

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