viernes, 20 de diciembre de 2013

Efemérides de cine: The White Tiger

El 17 de septiembre de 1923 se estrenó la película The White Tiger, dirigida por Tod Browning y protagonizada por Priscilla Dean, Matt Moore, Raymond Griffith, Wallace Beery, Alfred Allen. Producción y distribución: Universal. 
Sinopsis argumental: Es la historia de dos hermanos, chico y chica, cuyo padre (Alfred Allen) es traicionado por un hampón llamado Hawkes (Wallace Beery), que lo delata a la policía y muere durante el consiguiente tiroteo que se produce cuando lo intentan detener. El niño, se escapa por un lado, en la creencia que su hermana también falleció en el tiroteo. La niña se marcha con el traidor, que le dice que su hermano ha muerto y la cría como su propia hija. Pasan 15 años y ambos se convierten en jóvenes veinteañeros que se dedican a lo que saben hacer: él (Raymond Griffith, el John Astin del cine mudo), a operar un autómata conocido como "el jugador de ajedrez"; ella (Priscilla Dean), a utilizar sus virtudes manuales para hacerse con las carteras y billeteras de los visitantes a una feria de atracciones londinense. Sin saber que son hermanos, el Kid y Sylvia, así se llaman los hermanos,  se convierten en buenos amigos, y cuando Hawkes, que ahora se hace pasar por el "Conde Donelli", ofrece al muchacho ir con el autómata a Estados Unidos, los tres viajan con el objeto de desvalijar casas de ricachones. Allá se les une Longworth (el galán Matt Moore), que se ve atraído por Sylvia provocando los celos del Kid. Longworth los lleva a la mansión de una familia que se torna blanco del próximo golpe. Pero cuando algo sale mal, los tres huyen con el botín a una cabaña en el bosque donde se desarrolla la última mitad del metraje. Llevados por la codicia y la desconfianza, descenderán a niveles casi bestiales de todos contra todos, hasta que se revele la verdad largos años ocultada.
Comentario
La trama contiene elementos previos del cine de Tod Browning, como en Fuera de la Ley (Outside the Law, 1920), así como posteriores que serían mucho, pero mucho mejor trabajados en títulos como La bruja (The Unholy Three, 1925), Zara, la gitana (The Mystic, 1925) y El palacio de las maravillas (The Show, 1927): el clima de feria de atracciones, la necesidad de los artistas de recurrir a la simulación para obtener ingresos que le permitan vivir, el ingenio para preparar argucias que atraigan la atención de las personas ociosas y con dinero en los bolsillos, el aislamiento en cabañas o apartamentos y los acontecimientos vitales que favorece el reencuentro de los hermanos tras décadas de separación... 

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