viernes, 31 de diciembre de 2021

Jean-Marc Vallée, director de “CRAZY” y “Sharp Objects”, ha muerto (II)

(cont.)
Sacar lo mejor de los actores
El triunfo de C.R.A.Z.Y. le permite sobre todo volver a Estados Unidos para rodar La reina Victoria (The young Victoria, 2009), un biopic con Emily Blunt, que Narra la juventud de la Reina Victoria de Inglaterra, su ascenso al trono y la legendaria historia de amor que la unió al Príncipe Alberto. En 1837, Victoria de Kent, con sólo 17 años, se convierte en el centro de una lucha por el poder. El Rey Guillermo, su tío, está a punto de morir. Victoria, a pesar de que vive apartada de la corte por voluntad de su madre, aspira al trono, aunque sólo cuenta con el apoyo de su institutriz. Tras la muerte de su tío, Victoria es coronada reina de Inglaterra (1837-1901).
Antes de especializarse en los retratos de personajes maltratados por la vida: Reese Witherspoon como un excursionista con unas duras experiencias personales en Alma salvaje (Wild, 2014), Jake Gyllenhaal como un ejecutivo financiero devastado por el luto en Demolición (Demolition, 2015) y, sobre todo, Matthew McConaughey como un vaquero homofóbico enfermo de SIDA en Dallas Buyers Club (2013). La composición hiperrealista y con los pies en la tierra de la estrella tejana le valió el Oscar al mejor actor, mientras que su compañero, el asombroso Jared Leto, ganó la estatuilla al mejor actor de reparto por su interpretación de un joven que era una auténtica mujer.
Es, en particular, por su capacidad para sacar lo mejor de sus actores y actrices que Jean-Marc Vallée fue reclutado por el showrunner David E. Kelley para liderar el elenco de Big Little Lies en 2016. El director canadiense iba a Rodar solo uno o dos episodios, pero, como afirmó Reese Witherspoon y Nicole Kidman "le retorcieron el brazo" para hacer toda la temporada. Y fue gracias a otra estrella, Amy Adams, con quien había trabajado en un abortado proyecto biográfico sobre Janis Joplin, que terminó en el set de Sharp Objects (2018). Jean-Marc Vallée tenía, como de costumbre, la cámara sobre el hombro, privilegiando el aire libre y la luz natural. Le había encantado trabajar en esta adaptación de la novela de Gillian Flynn, que comparó con humor con "Tennessee Williams con ácido". Lo entendemos: esta miniserie de ocho episodios seguirá siendo su mejor logro.

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