jueves, 14 de noviembre de 2013

Efemérides literarias: Virginia Wolf

Virginia Wolf, (Stephen de soltera), nace el 25 de enero de 1882, en Londres, fue una novelista, ensayista, escritora de cartas, editora, feminista y escritora de cuentos británica, considerada como una de las más destacadas figuras del modernismo literario del siglo XX.
Durante el período de entreguerras, Woolf fue una figura significativa en la sociedad literaria de Londres y un miembro del grupo de Bloomsbury. Sus obras más famosas incluyen las novelas La señora Dalloway (1925), Al faro (1927) y Orlando: una biografía (1928), y su largo ensayo Una habitación propia (1929), con su famosa sentencia «Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción». Fue redescubierta durante la década de 1970, gracias a este ensayo, uno de los textos más citados del movimiento feminista, que expone las dificultades de las mujeres para consagrarse a la escritura en un mundo dominado por los hombres.
Woolf comenzó a escribir profesionalmente en 1905, inicialmente para el Times Literary Supplement con una pieza de periodismo sobre Haworth, hogar de la familia Brontë. Su primera novela, Fin de viaje, se publicó en 1915 por la editorial de su medio hermano, Gerald Duckworth and Company Ltd. En esta novela, como en Noche y día la escritora ya se muestra dispuesta a romper los esquemas narrativos precedentes, pero apenas merecieron consideración por parte de la crítica. Sólo tras la publicación de La señora Dalloway y Al faro, los críticos comenzaron a elogiar su originalidad literaria. En estas obras destacan la maestría técnica y el afán experimental de la autora, quien introducía imágenes propias de la poesía en sus narraciones.
Círculo de Bloomsbury
La obra de Woolf puede entenderse como un diálogo con Bloomsbury, particularmente su tendencia (informada por G.E. Moore, entre otros) hacia el racionalismo doctrinario. Desaparecidas la acción y la intriga, sus narraciones se esfuerzan por captar la vida cambiante e inasible de la conciencia. Influida por la filosofía de Henri Bergson, Woolf experimentó con especial interés con el tiempo narrativo, tanto en su aspecto individual, en el flujo de variaciones en la conciencia del personaje, como en su relación con el tiempo histórico y colectivo. Así, Orlando (1928) constituye una fantasía libre, basada en algunos pasajes de la vida de Vita Sackville-West, en que la protagonista vive cinco siglos de la historia inglesa. Se distingue del resto de novelas al intentar representar a una persona real, hacer "Una biografía", como dice el subtítulo. En Las olas (1931) las reflexiones de los seis protaginistas se asemejan a recitativos y crean un ambiente de poema en prosa.
La última obra de Woolf, Entre actos (1941) resume y magnifica sus principales preocupaciones: la transformación de la vida a través del arte, la ambivalencia sexual y la reflexión sobre temas del flujo del tiempo y de la vida. Es el más lírico de sus libros, escrito principalmente en verso.
Escribió así mismo una serie de ensayos que giraban en torno de la condición de la mujer, en los que resaltó la construcción social de la identidad femenina y reivindicó el papel de la mujer escritora. En Una habitación propia revela la evolución de su pensamiento feminista. Destacó a su vez como crítica literaria, y fue autora de dos biografías: una divertida recreación de la vida de los Browning a través de los ojos de su perro (Flush) y otra sobre el crítico R. Fry (Fry). Asimismo, junto a E. M. Forster, llegó a escribir una carta a varios periódicos ingleses sobre el efecto que la censura tenía sobre el ánimo de los escritores, a raíz del intento del Sunday Express de condenar la novela de temática lésbica El pozo de la soledad (The Well of Loneliness, en inglés), de Hall.
La obra novelística de Virginia Woolf recibe influjos de Marcel Proust, James Joyce, Dorothy Richardson, Katherine Mansfield y posiblemente Henry James. Lo que le es realmente característico, lo que la hace prominente entre sus contemporáneos es precisamente que trató de hallar un camino nuevo para la novela, apartándose y dejando de lado el realismo imperante y abandonando la convención de la historia así como la tradicional descripción de los personajes.
Woolf siguió publicando novelas y ensayos como un intelectual pública con éxito tanto de crítica como de público. Gran parte de su obra la publicó a través de la Hogarth Press. Ha sido saludada como una de las grandes novelistas del siglo XX y una de las más destacadas modernistas.
Woolf está considerada una de las grandes renovadoras del idioma inglés. En sus obras ella experimentó con la corriente de pensamiento y lo psicológico subyacente así como los motivos emocionales de los personajes. La reputación de Woolf declinó profundamente después de la Segunda Guerra Mundial, pero su eminencia fue restablecida con el auge de la crítica feminista en los años 1970.
Su obra fue criticada por epitomizar el estrecho mundo de la intelectualidad inglesa de clase media. Algunos críticos juzgaban que carecía de universalidad y hondura, sin el poder de comunicar nada de relevancia emotiva o ética al desilusionado lector medio, cansado de los estetas de los años veinte. También la criticaron por anti-semita, a pesar de estar felizmente casada con un judío. Este antisemitismo se saca del hecho de que ella a menudo escribió sobre personajes judíos en arquetipos y generalizaciones estereotípicos. El creciente antisemitismo de los años veinte y treinta tuvo una influencia inevitable en Virginia Woolf. Escribió en su diario, "No me gusta la voz judía; no me gusta la risa judía." Sin embargo, en una carta de 1930 al compositor Ethel Smyth, citada en la biografía de Nigel Nicolson, Virginia Woolf, recuerda que presumía del judaísmo de Leonard confirmando sus tendencias snob, "Cómo odié casarme con un judío-Menuda snob que era, pues ellos tienen una inmensa vitalidad." En otra carta a su querida amiga Ethel Smyth, Virginia da una mordaz denuncia del cristianismo, apuntando a su "egotismo" con pretensiones de superioridad moral y afirmando que "mi judío tiene más religión en la uña de un pie --más amor humano, en un pelo." Virginia y su esposo Leonard Woolf realmente odiaban y temieron al fascismo de los años treinta con su antisemitismo sabiendo que ellos estaban en la lista negra de Hitler. Su libro de 1938 Tres guineas era una censura al fascismo.
Las peculiaridades de Virginia Woolf como escritora de ficción han tendido a oscurecer su fuerza central: Woolf es sin duda la más grande novelista lírica en el idioma inglés. Sus novelas son altamente experimentales: una narrativa, frecuentemente sin acontecimientos y lugares comunes, se refracta - y a veces casi se disuelve—en la conciencia receptiva de los personajes. Un intenso lirismo y virtuosismo estilístico se funden para crear un mundo abundante con impresiones auditivas y visuales.
Algunos aspectos de la vida de esta escritora han sido llevados a la gran pantalla como en ¿Quién teme a Virginia Woolf? fue una obra de teatro estadounidense (1962) de Edward Albee y una película (1966) dirigida por Mike Nichols (guion de Ernest Lehman adaptado a partir de la obra). Virginia Woolf no aparece como un personaje. Según la obra de teatro, el título de la obra — que es sobre una pareja casada universitaria alcohólica y disfuncional — se refiere a una broma académica sobre «¿Quién teme vivir la vida sin falsas ilusiones?».
Virginia Woolf es un personaje en la película Las horas (2002), dirigida por el director Stephen Daldry y basada en la novela homónima de Michael Cunningham, gira en torno al libro de Virginia Woolf titulado La señora Dalloway. Por su interpretación de la escritora, Nicole Kidman se llevó un Oscar a la mejor actriz.

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