domingo, 18 de septiembre de 2022

Mujeres de cine: Greta Garbo (I)

El 18 de septiembre de 1905 nace en Estocolmo (Suecia), Greta Lovisa Gustafsson, conocida por su nombre artístico Greta Garbo
De todas las estrellas del mundo de la galaxia de Hollywood, la voz de la Garbo fue la que despertó mayores especulaciones. Millones de los "fans" que la adoraban en todo el mundo esperaban ansiosamente la primera película hablada de la diosa de la pantalla, confiando en descubrir así alguna clave que les permitiese desentrañar su huidiza y enigmática personalidad. 
Greta aportó madurez y pasión a la típica heroína de Hollywood. En lugar de ser pequeña y frágil, todo en ella era grande: las manos, la boca, los pies... Llenaba la pantalla con su poderosa presencia física. Representaba el amor como un rapto glorioso, como algo que se daba libremente, y no como el sometimiento de mala gana a un pretendiente, concedido con tacañería y pidiendo algo a cambio.
Mientras que otros sonreían afectadamente al tiempo que pronunciaban palabras cariñosas o movían artificialmente las pestañas, en la Garbo el cuerpo entero expresaba el amor con una vibrante intensidad que constituyó una verdadera revelación para el público estadounidense. 
Fue la menor de tres hijos. La muerte de su padre cuando tenía catorce años de edad, le obligó a buscar empleo en unos grandes almacenes, donde hacía pases de moda, y en pequeñas películas publicitarias. Eso hizo que le diesen un papel en una comedia de dos rollos de duración, Luffar-Petter (1922), dirigida por Erik A. Petschler. Evidentemente le gustó la experiencia, pues inmediatamente después presentó una instancia para entrar en la famosa Escuela Real de Arte Dramático de Estocolmo, donde fue admitida. 
Greta Gustafsson (a la izquierda) en su primer papel cinematográfico en Luffar-Petter (1922)
Pronto se hizo notar por Mauritz Stiller, uno de los directores más importantes de Suecia, quien le dio un papel secundario, pero fundamental para la acción, el de la condesa Elizabeth, en La leyenda de Gösta Berling (La saga de Gösta Berling) (Gösta Berlings saga, 1924). También le cambió el apellido por el más corto de Garbo, sinónimo de "gracia" o "encanto". 
Greta Garbo y Lars Hanson en una escena de la película La leyenda de Gösta Berling (1924)
Su siguiente película debía haberse rodado en Estambul, pero la productora, la Trianon, hizo bancarrota antes de empezar el rodaje y la Garbo se desplazo a Berlín para interpretar un papel en La calle de la alegría también conocida como Bajo la máscara del placer (Die freudlose Gasse, 1925), dirigida por Georg Wilhelm Pabst, junto a la estrella danesa Asta Nielsen. Dado que tanto la película de Stiller como la de Pabst eran obra de grandes realizadores, y sus papeles en ellas era significativos y de lucimiento, su carrera estaba ya lanzada. 
Greta Garbo en Bajo la máscara del placer (1925)
No obstante, Greta Garbo estaba destinada a ser algo más que una celebridad europea. Louis B. Mayer, vicepresidente y director general de la MGM (Metro-Goldwin-Mayer) hizo un viaje de vacaciones a Europa, y lo aprovechó también para "cazar" talentos. Durante el mismo entró en contacto con Stiller y la Garbo, y los contrató a ambos para trabajar en sus estudios de Hollywood.
(cont.)

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