lunes, 26 de octubre de 2020

Por el estreno de Druk (Another Round)... (VI)

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31.- Retrato de una alcohólica. Billete sin retorno (Bildnis einer Trinkerin. Aller jamais retour, 1979), de Ulrike Ottinger

Una mujer de gran belleza y dignidad clásica, una mujer única, un día soleado de invierno decide abandonar La Rotonda. Compra un billete de ida –sin retorno– a Berlín Tegel. Quiere olvidar su pasado. Berlín, una ciudad que desconoce por completo, le parece el lugar adecuado para vivir su pasión sin ser molestada. Su pasión de beber, vivir para beber. Ha llegado el momento de hacerlo realidad. Retrato experimental y surrealista de como una mujer "sin nombre" de clase social alta, cae en el vicio del alcohol y llega a lo más bajo para convertirse en un guiñapo humano por su causa.

32.- Veredicto final (The Verdict, 1982), de Sidney Lumet

Frank Galvin, un antiguo y famoso abogado, ahora en declive a causa del alcohol, recibe de un colega un caso con el que puede recuperar su estima profesional y personal. Se trata de una joven que, al ir a dar a luz, recibió una excesiva carga de anestesia y ahora se encuentra en estado de coma. El hospital y la Iglesia que lo regenta intentan sobornarlo, ya que se trata de un caso de negligencia médica. Drama basado en la novela del abogado de Boston, Barry Reed, con guión del prestigioso David Mamet. Dirigida por el prolífico Sidney Lumet, se trata de un drama judicial que denuncia la corrupción latente dentro del sistema de justicia americano, un tema que el cineasta volvería a tocar en películas posteriores como El abogado del diablo y La noche cae sobre ManhattanLumet, que en esta película utilizó los silencios de forma tan elocuente como los diálogos, contó con un espléndido reparto en el que destacan James Mason, Charlotte Rampling y un impresionante Paul Newman, quien consiguió por su interpretación la séptima nominación infructuosa al Oscar de su carrera.

33.- Tchao Pantin (1983), de Claude Berri

Lambert, un hombre de mediana edad retraído, trabaja en el turno de noche en una gasolinera parisina. No tiene amigos, ni familia; su único compañero es su botella de ron. Una noche, un joven árabe, Bensoussan, entra en su tienda y en su vida. Este extraño tampoco tiene familia, vive solo en una habitación lúgubre y se gana la vida como traficante de drogas. Los dos hombres solitarios desarrollan una amistad, pero esta se pone brutalmente a su fin cuando Bensoussan es asesinado frente a Lambert. Lambert pronto se da cuenta de que su nuevo amigo fue asesinado por sus asociados en el tráfico de drogas y se propone vengar su muerte, asistido por Lola, una chicapunk que conoció a Bensoussan brevemente. Al hacer esto, Lambert se las arregla para aceptar su propio pasado trágico. Sórdido drama de amistad y venganza en los ambientes más marginales de París, basado en una novela de Alain Page. Recibió 5 premios Cesar y 12 nominaciones incluyendo mejor película. 

34.- Alrededor de la medianoche (Autour de minuit, 1986), de Bertrand Tavernier

Una noche de 1959, en París, un debilitado músico de jazz asombra a la clientela del club “Blue Note” con el elocuente sonido de su saxo. Fuera del local, un hombre demasiado pobre como para pagarse un vaso de vino lo escucha entusiasmado. Pronto, a ambos les unirá una gran amistad. Se basa en las vidas del pianista Bud Powell y del saxofonista Lester Young. Retrato en clave de drama documental de la vida del saxofonista que fue interpretado por Dexter Gordon, uno de los nombres más importantes en la historia del jazz. Para la elaboración del guión, el director-cinéfilo Bertrand Tavernier se inspiró también en las vidas de los músicos Bud Powell y Lester Young. Se trata de una oda elegante dedicada al 'bepop jazz' que floreció durante los años de posguerra. En su primer papel en el cine, el músico y famoso presentador, Herbie Hancock encarnó a Dale Turner. Además, firmó la banda sonora que fue galardonada con un Oscar. Su ángel de la guarda francés fue interpretado por François Cluzet. En la película hay, además, un 'cameo' del director Martin Scorsese.

35.- Crazy Love (1987), de Dominique Deruddere

La película sigue a Harry Voss durante tres días importantes de su vida. El primero es cuando era joven, el segundo el día de su graduación de la escuela secundaria y el tercero como un hombre solitario de mediana edad. Las fases de su vida muestran la destrucción de la esperanza y la inocencia y su descenso al cinismo, el alcoholismo y la desesperanza. Al idealizar el amor romántico con una hermosa niña en su infancia, se siente amargamente decepcionado cuando el mundo real no coincide con las imágenes idealizadas del amor en sus propias imaginaciones. Luego descubre que cuando era adolescente, sus compañeros lo consideran un paria debido a su acné quístico crónico y físicamente desfigurante, que le cubre la cara, el pecho, los hombros y la espalda con llagas llenas de pus que se drenan y repugnan a todos los que lo ven. Él recurre al alcohol para matar el dolor y la decepción, perdiendo toda esperanza de encontrar el amor verdadero, solo para terminar en la indigencia, como alcohólico en la edad adulta. Solo a través de un extraño encuentro casual al final de su vida es transportado de regreso a sus inocentes recuerdos de la infancia y al amor idealizado de una hermosa niña que anhelaba en su juventud. Finalmente cumplido, muere vadeando en el océano abierto después de encontrar su único amor "verdadero" - un "amor loco". La ironía del "vacío" de este amor perdido, idealizado, y el trágico significado que Harry le da a este único evento, resume su vida perdida y finalmente lo convierte en el héroe de su propia historia. Cada una de las tres fases filmadas implica un encuentro sexual con una mujer "pasiva". En la primera fase, el niño es empujado a un encuentro sexual con la atractiva madre de un amigo mientras ella duerme, borracha, en la cama de su casa. En el segundo, una niña yace pasivamente en el asiento trasero de un auto, desinteresada, mientras él intenta tener sexo con ella. Lo hace solo como un favor a su novio, que es amigo de Harry, pero al final no puede llevarlo a cabo y se da la vuelta con disgusto por su espantoso acné quístico. En el tercero, como un alcohólico mayor, él y su amigo borracho se topan con un cadáver fresco y lo "roban" como una broma, solo para que Harry descubra que la niña muerta, pero aún cálida, se parece a la niña de sus sueños de infancia. A la mañana siguiente, su amigo descubre que Harry se ha suicidado al caminar intencionalmente hacia el mar con el cadáver en sus brazos, aparentemente suicidándose después de consumar su último deseo. Gano el premio al mejor director en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Fue la primera película flamenco-belga en recibir un estreno teatral en América del Norte.

36.- El borracho (Barfly, 1987), de Barbet Schroeder

Joven escritor alcohólico y genial, Henry Chinaski pasa su vida en los bares. Su preferido es el “Golden Horn”, frecuentado por un variado grupo de vagabundos, prostitutas y otros desechos de la sociedad. Henry se lleva muy bien con Jim, el barman de día, pero discute frecuentemente con el barman de noche, Eddie, iracundo y fanfarrón. Sus peleas son objeto de apuestas por parte de sus clientes. Cuando gana, Henry gasta su dinero recorriendo el resto de bares del barrio. Así es como encuentra a Wanda, una mujer todavía bella y tan alcohólica como él. Entre los dos nacerá una relación cuyo nexo común será el alcohol. Basada en una obra autobiográfica del escritor Charles Bukowski (que ejerció de coguionista de la cinta), la película nos narra la caída a los infiernos de un joven escritor que no le encuentra sentido a nada. El protagonista deambula de bar en bar, no tiene territorio propio, pelea por negarse a pagar la ronda y se permite el lujo de conocer a mujeres depresivas, ya que para él el amor es únicamente una prolongación de sus propias ganas de autodestruirse. Esta película no habla de la marginación, sino de una personalidad compleja y sin rumbo que, a pesar del talento y la genialidad, se resiste a lograr el éxito. Uno de los literatos contemporáneos más íntimamente relacionados con el alcohol, nos cuenta una historia descarnada en la que la bebida es la única salida posible. La película resulta interesante ya que el protagonista no está sometido ni a presiones laborales, ni familiares ni a ninguna otra circunstancia similar: es un ser confundido que logra el equilibrio con los paraísos artificiales que le proporciona la botella. Pero, y eso es lo interesante, ni siquiera el alcohol le da la felicidad: muy al contrario, él ha de aprender a controlar sus emociones y buscar su propio destino dentro de la podredumbre moral que le rodea. Sólo lo logrará gracias a la literatura, medio en el que muestra sus obsesiones y con el que logrará matar sus fantasmas interiores.  Una película que pasó sin pena ni gloria al momento de su estreno, pero que hoy se puede recuperar ya que ha envejecido con muchísima dignidad. La interpretación de Mickey Rourke es extraordinaria, casi se diría que fue capaz de anticipar el infierno personal al que se vio abocado él y su carrera en años posteriores.
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