sábado, 30 de junio de 2018

Para recordar: Pandora y el holandés errante

Pandora y el holandés errante (Pandora and the Flying Dutchman, 1951), de Albert Lewin e interpretada por James Mason, Ava Gardner, Nigel Patrick, Sheila Sim, Harold Warrender, Mario Cabré, Marius Goring, John Laurie. Pandora Reynolds (Ava Gardner) es una mujer de una belleza arrebatadora que destruye la vida de todos los hombres que se enamoran de ella. Parece incapaz de amar o de corresponder a sus sentimientos. Todo cambia cuando aparece en su vida Hendrick van der Zee (James Mason), un misterioso marinero, cuyo espíritu está condenado a vagar sin rumbo alrededor del mundo hasta que encuentre una mujer que muera de amor por él.
La más bella mujer del mundo en una película mítica: Ava Gardner en una preciosa joya servida por Albert Lewin, que vuelve a trata la leyenda del holandés errante. La belleza supera el tiempo y maravilla con cada visión. 
Según la mitología griega, Pandora fue la primera mujer creada por Zeus para vengarse de los hombre y, sobre todo, de Prometeo, quien robó el fuego. Enviada a la tierra con una frasco que contenía todos los males de la humanidad que, curiosa, se apresuró a abrir... La majestuosa Pandora (Ava Gardner en todo su esplendor) es el mal para los hombres. Por ella, mueren o sacrifican lo que más quieren. Ella no es una ramera, es una diosa de mármol, extraña al amor terrenal. Pero un día, ella ve un velero, en la bahía de Esperanza la bien nombrada. Y a bordo, un holandés solitario que parece esperarla desde hace siglos...
Albert Lewin fue académico antes de convertirse en cineasta. El arte y la belleza reinan en esta fusión de dos mitos, el de Pandora y el del holandés errante, condenado a vagar por  los mares eternamente, esperando a la mujer. Con toques dorados, rojo sangre, verde esmeralda y azul marino, Lewin el esteta compone un telón de fondo barroco para iluminar a Ava, Venus emergiendo de las olas. En la playa donde sopla el viento surrealista de Dalí o Delvaux, una estatuas antiguas testimonian la intemporalidad de esta pasión entre una ninfa y un fantasma de los océanos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario