lunes, 21 de enero de 2019

Quince películas anti-románticas (II)

6. Esposos, amantes y amigos (Celeste & Jesse Forever, 2012), de Lee Toland Krieger.

Celeste y Jesse se casaron muy jóvenes y ahora se encuentran en pleno proceso de divorcio. Ella tomó la decisión por ambos y está segura de que pueden seguir siendo amigos. Y él, debido a que sigue queriéndola acepta y comienzan a mantener una relación de amigos como si aún siguieran casados.
¿Su dosis de realidad anti-romántica? Tristemente, en muchas ocasiones no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. Hay que valorar las cosas buenas que tenemos en nuestra vida y disfrutar de ellas porque es posible que se esfumen rápidamente y nos arrepintamos.

7. My Blueberry Nights (2007), de Kar-Wai Wong

Elizabeth (Norah Jones) es una joven que comienza un viaje espiritual a través de América en un intento de recomponer su vida tras una ruptura. En el camino, enmarcada entre el mágico paisaje urbano de Nueva York y las espectaculares vistas de la legendaria Ruta 66, la joven se encontrará con una serie de enigmáticos personajes que le ayudarán en su viaje. 
¿Su dosis de realidad anti-romántica? En algún momento de la vida te sentirás perdido, querrás romper con todo y estar solo, pero de todo se sale y siempre hay personas que están peor que tú.

8. Quiéreme si te atreves (Jeux d'enfants, 2003), de Yann Samuell

Sophie (Marion Cotillard) y Julien (Guillaume Canet) empiezan un juego de pequeños. A Julien le regalan una caja de hojalata y propone a su compañera de clase polaca, Sophie, jugar al juego de “Te atreves”. Con los años el juego sube de nivel y la pareja se pone a prueba hasta límites insospechados, pasando de todo lo que les rodea porque lo único que importa son las reglas de su juego, que ellos mismos dirigen. Todo empezó como una diversión inocente, pero con el paso del tiempo la diversión restringe su propia libertad para decir "te quiero".
¿Su dosis de realidad anti-romántica? Una relación puede ser tóxica y autodestructiva y, aunque en el cine romántico pueda ser de esperar que todo al final acabe bien, en la vida real no tiene por qué ser así.

9. El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook, 2012), de David O. Russell

Pat  se está recuperando después de pasar una muy mala época. En el pasado ejercía como profesor de instituto impartiendo la asignatura de historia. Sin embargo, cayó en una profunda depresión que lo obligó a ser internado en un sanatorio mental. Después de un tiempo tratándose de esa profunda insatisfacción vital que sufría, regresa a su hogar con su madre Dolores que intentará cuidarlo y hacer que se encuentre cómodo después de haber atravesado por esa traumática situación. Pat intentará demostrar que está bien y su misión será reconquistar a su esposa. Sin embargo, por el camino se cruzará accidentalmente una chica joven, Tiffany, que le cambiará radicalmente la vida. Después de sus encuentros casuales en la calle (son vecinos), iniciarán una atípica relación de amistad que pondrá sus respectivos microuniversos tapas arriba. Pronto Pat descubrirá que... ¡Tiffany está todavía más loca de lo que nunca estuvo él! 
¿Su dosis de realidad anti-romántica? Vivir un momento complicado es algo que nos pasa a todos alguna vez en nuestras vidas. Como el propio titulo dice, aún cuando tocamos fondo es recomendable saber mirar y ver el lado bueno de las cosas.

10. Todo es mentira (1994), de Álvaro Fernandez Armero

Pablo lo odia todo hasta que Lucía entra en su vida, es la mujer de sus sueños y la solución a todos sus problemas. Pero Lucía, con su carácter manipulador, no es más que la vuelta de rosca para que Pablo explote. Nadie está convencido de que Pablo y Lucía son la pareja ideal, ni siquiera los amigos de Pablo... que también viven todos emparejados y con problemas. Entre Ariel y Lola existe una rivalidad profesional que no saben cómo solucionar. Claudio vive con Natalia y a ninguno de los dos les gusta; lo malo entre Alejandro y Beatriz es la diferencia de edad que los separa. Nadie está contento con su pareja, pero todos dejarán que las cosas sigan como están, quizá por compromiso, quizá por pereza.
¿Su dosis de realidad anti-romántica? La pena o la costumbre no son razones de suficiente peso para continuar con alguien. Hay veces que la mejor forma de demostrar tus sentimiento hacia una persona es separándote de su camino.

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