martes, 19 de enero de 2021

Las mejores películas de culto de la historia del cine (XCIV)

Harakiri (Seppuku) (Seppuku (Harakiri) (1962), de Masaki Kobayashi

En 1630, después de un largo periodo de paz posterior a la guerra de los clanes, miles de samurais han quedado sin amos en Japón y tienen que vivir en la pobreza absoluta. El ronin Hanshiro Tsugumo, antiguo samurai de Lord Geishu, llega a la casa de Lord Lyi pidiendo un lugar para poder cometer hara-kiri, un ritual de suicidio honorable. Es recibido por Umenosube Kawabe, que le cuenta la historia de otro samurai que llegó hace un tiempo a la casa pidiendo lo mismo sólo para obtener unas monedas que le permitieran seguir con vida. Para que su caso sirviera de ejemplo a futuros visitantes, el dueño de la casa le obligó a cometer realmente hara-kiri utilizando una espada de bambú. Tsugumo descubre que se trataba de su cuñado, que se vio forzado a dicha situación cuando buscaba dinero para su mujer enferma y su bebé, y decide vengar su memoria. Gano el Premio Especial del Jurado (ex-aqueo con Az prijde kocour) en el Festival Internacional de Cine de Cannes. Basada en la novela Ibun rônin-ki de Yasuhiko Takiguchi. La película plasma la situación de pobreza y desamparo en que se vieron abocados miles de samuráis tras el establecimiento del Shogunato Tokugawa en 1603. El Shogunato, que se mantuvo en el poder hasta la Restauración Meiji de 1868, se caracterizó por una férrea centralización e inauguró un periodo de paz, en el que muchos samuráis, especialmente los que servían a señores de la guerra derrotados por los Tokugawa, quedaron sin amo, creándose así la figura del rōnin o samurái sin amo. La película critica también la hipocresía del código de honor de los Daimyo o señores feudales, sólo preocupados en mantener las apariencias y la reputación de su Clan, aunque tuviesen que ocultar la verdad para ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario