miércoles, 7 de mayo de 2014

Efemérides de cine: Satanás

El 7 de mayo de 1934 se estrenó la película estadounidense Satanás (The Black Cat), dirigida por Edgar G. Ulmer. Protagonizada por Boris Karloff, Bela Lugosi, David Manners, Julie Bishop, Egon Brecher, Harry Cording, Lucille Lund. Producción y distribución: Universal Pictures. 
Sinopsis argumental: Una pareja en viaje de luna de miel, viajan en tren por las tierras de Budapest con destino a Wiesegrad, para después dirigirse a Gombos. Debido a un error de la ferroviaria, deben de aceptar hospedar en su vagón privado a un huésped, el doctor Vitus Werdegast, psiquiatra. Aunque a regañadientes, y para evitar que el intruso se quede en el pasillo toda la noche, aceptan. Una vez juntos, el doctor Vitus les dice que va a Wiesegrad a ver a un viejo amigo, pero por la expresión de su rostro no parece tener muy buenas intenciones. Durante el transcurso del viaje, la joven pareja se queda dormida, momento que aprovecha el doctor para acariciar la cabeza de la desposada. Pero el marido lo ha observado todo...
Comentario: Basada en la obra de Edgar Allan Poe. Es la cuarta película realizada por Ulmer, que antes había trabajado como colaborador de Reinhart. Como en la mayoría de sus obras, luce en esta ocasión una gran capacidad de gestión de presupuestos escasos, dirección de cuadros de pocos actores y construcción de escenografías novedosas, sugestivas y muy sobrias. En su juventud cursó estudios de diseño y escenografía, que abandona para trabajar en el cine. A pesar de fallos e imperfecciones, la película desarrolla una gran intensidad dramática, que se arropa con una iluminación sorprendente y una excelente puesta en escena. Es la primera película en la que colaboran como coprotagonistas los dos actores de más renombre del momento en el género de terror, Karloff y Lugosi. El duelo interpretativo de los dos actores constituye uno de los motivos adicionales de interés del film, uno de los pocos en los que Lugosi tiene a su cargo un papel heroico. El título original hace referencia a la simbología asociada al gato negro, evocación del diablo y de la muerte. Con medios artesanales y haciendo uso de la sugerencia y la invitación a establecer supuestos, el relato adquiere una fuerza inusitada. Evoca el mal, la villanía y la ruindad. La caracterización del villano incluye la mentira, la traición, la crueldad, el crimen, la necrofilia, la locura y el satanismo. Añade acciones macabras que se envuelven en una atmósfera lúgubre y perturbadora. El éxito del film da lugar a la realización de El cuervo (Landers, 1935).
La música, de Heinz Roemheld, aporta una partitura original inquietante, que completa con fragmentos de composiciones clásicas: Tocata y fuga (Bach), Preludios (Liszt), Sinfonía nº 7 (Beethoven), Obertura de Romeo y Julieta (Tchaikovsky), Sinfonía inacabada (Schubert), etc. La fotografía, de John J. Mescall, ofrece composiciones de magnífico dibujo, juegos de luces de factura expresionista, proyección de sombras, reflejos de imágenes y formas que sugieren temas de la iconografía religiosa. La película es una obra clásica de culto.

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