jueves, 28 de julio de 2022

Historia del cine: El cine alemán (II)

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Mayer escribió, posteriormente, Escalera de servicio (Hintertreppe, 1921), para Leopold Jessner y Paul Leni, y algunos de los guiones clave de la carrera de Murnau, El castillo encantado (Schloss Vogelöd, 1921), una historia policíaca; El último (Der Letzte Mann, 1924), este clásico del cine mudo fue el primer film que explotó el movimiento de cámara; Tartufo o el hipócrita (Herr Tartüff, 1925), fábula moral basada en la famosa comedia de Moliere sobre la hipocresía de un hombre que quiere adueñarse de una gran fortuna; y la película más importante del período americano de Murnau, Amanecer (Sunrise: A Song of Two Humans, 1927), obra cumbre del expresionismo con la que el alemán Murnau -recién llegado a Estados Unidos- realizó toda una invasión de talento y dominio técnico en Hollywood. Su talento abarcaba tanto el campo de los fantástico como el documental social, representado este último por su guión para Berlín, sinfonía de una gran ciudad (Berlin – Die Symphonie der Großstadt, 19279, de Walter Ruttmann.
El castillo encantado (1921)
La afición a la mezcla de fantasía y terror característica de los directores alemanes les condujo a un verdadero callejón sin salida. Películas como Sombras (Schatten - Eine nächtliche Halluzination, 1923), de Arthur Robison y El hombre de las figuras de cera (Das Wachsfigurenkabinett, 1924), de Paul Leni y Leo Birinsky, han perdido su cualidad alucinatoria y, con el paso de los años, se han convertido en simples parodias del arte expresionista. 
El hombre de las figuras de cera (1924)
Fritz Lang pude considerarse como el más versátil de todos los directores alemanes de la década de 1920, capaz de dirigir toda clase de historias, desde la leyenda y la fantasía hasta el cine policíaco y el melodrama. En 1920, gracias al éxito comercial de 
Las arañas, parte 1 (Las arañas 1: El lago de oro) (Die Spinnen, 1. Teil - Der Goldene See, 1919) y Las arañas, parte 2 (Las arañas 2: El barco de los brillantes) (Die Spinnen, 2. Teil - Das Brillantenschiff, 1920), comenzó a escribir sus propios guiones en colaboración son su futura esposa Thea von Harbou y, al año siguiente, consiguió su primer gran éxito crítico con Las tres luces (Der müde Tod, 1921), una alegoría sobre la lucha entre el amor y la muerte, destacable sobre todo por sus impresionantes decorados. 
Las tres luces (1921)
Lang se sentía atraído por figuras de dimensiones colosales, tanto del pasado como del presente. Su archicriminal doctor Mabuse estaba interesado el llegar a dominar el mundo en El doctor Mabuse (Dr. Mabuse, der Spieler, 1922), fue la primera versión cinematográfica del Dr. Mabuse consta de dos partes: “El gran jugador” y “El infierno”. Mientras que malos semejantes aparecen en Los espías (Spione, 1928).
El doctor Mabuse (1922)
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