martes, 12 de julio de 2022

Mujeres de cine: Vivien Leigh (II)

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Laurence Olivier conoció a Leigh cuando acudió a ver una función de The Mask of Virtue y entablaron amistad cuando la felicitó por su actuación. Iniciaron un romance durante su representación en el papel de amantes en la película Fire Over England (1937), pero Olivier todavía estaba casado con la actriz Jill Esmond.​ Durante este período, Leigh leyó la novela de Margaret Mitchell Lo que el viento se llevó y le dio instrucciones a su representante estadounidense para que la recomendara a David O. Selznick, que estaba planeando una versión cinematográfica de la novela.​ Ella comentó a un periodista: «Me he elegido como Scarlett O'Hara»; el crítico de cine del The Observer C. A. Lejeune recordó una conversación del mismo período en la que Leigh «nos sorprendió a todos» con la afirmación de que Olivier «no hará el papel de Rhett Butler, pero yo seré Scarlett O'Hara. Espera y verás.»
Vivian Leigh y Hattie McDaniel en Lo que el viento se llevó (1939)
A pesar de su relativa inexperiencia fue elegida para interpretar a Ofelia en la adaptación teatral de Olivier de Hamlet en una producción del Old Vic estrenada en Elsinor, Dinamarca. Olivier recordó más adelante un incidente cuando su humor cambió rápidamente mientras que ella se estaba preparando para entrar en escena; sin provocación aparente, empezó a gritarle y de repente se quedó en silencio y con la mirada perdida. Pudo llevar a cabo la representación sin contratiempos y al día siguiente había vuelto a la normalidad sin recordar el incidente. Era la primera vez que Olivier presenciaba en ella este comportamiento. Comenzaron a vivir juntos, ya que sus respectivos esposos se habían negado a concederles el divorcio.​ A causa de los estándares morales aplicados por entonces por la industria cinematográfica, su relación tenía que llevarse a cabo al margen de la opinión pública.
Vivien Leigh y Robert Taylor en Un yanqui en Oxford (1938)
Actuó junto a Robert Taylor, Lionel Barrymore y Maureen O'Sullivan en Un yanqui en Oxford (A Yank at Oxford, 1938), dirigida por Jack Conway, que fue la primera de sus películas en recibir atención en Estados Unidos. Durante la producción, adquirió una reputación de carácter difícil e irrazonable, en parte porque le disgustaba su papel secundario, pero principalmente porque sus petulantes excentricidades parecían resultarle beneficiosas. A pesar de llegar a un acuerdo tras la amenaza de presentar una demanda por un incidente frívolo, Korda le dijo a su representante que advirtiera a la actriz que no le renovarían el contrato si su comportamiento no mejoraba. 
Su siguiente papel fue en Callejón sin salida, también conocida como Las calles de Londres (Sidewalks of London AKA  St Martin's Lane AKA London After Dark AKA Partners of the Night, 1938), dirigida por Tim Whelan, junto a Charles Laughton. Bella historia de amor imposible, sobre la fama y sus dos lados: el del que lo alcanza y de los que seguirán superándose a si mismos en las calles, utilizando la acera como escenario, sin un reconocimiento superior al de una moneda en un sombrero, en ese eterno porvenir y devenir de las calles de Londres.
Vivien Leigh y Charles Laughton en Callejón sin salida (1938)
Olivier había intentando ampliar su carrera cinematográfica, pero a pesar de su éxito en Gran Bretaña no era muy conocido en Estados Unidos y los intentos anteriores de presentarlo al público estadounidense habían fracasado. Tras recibir una oferta para el papel de Heathcliff en la producción de Samuel Goldwyn Cumbres Borrascosas (Wuthering Heights, 1939), viajó a Hollywood dejando a Leigh en Londres. Goldwyn y el director de la película, William Wyler, ofrecieron a la actriz el papel secundario de Isabella, pero ella rechazó la oferta porque prefería el de Cathy, papel que finalmente desempeñó Merle Oberon.
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