domingo, 11 de mayo de 2014

Efemérides de cine: M, el vampiro de Düsseldorf

El 11 de mayo de  1931 se estrenó la película alemana M, el vampiro de Düsseldorf (M, Eine Stadt Sucht Einen Mörder), dirigida por Fritz Lang, con guión de Thea von Harbou y  Fritz Lang. Protagonizada por Peter Lorre, Otto Wernicke, Gustav Gründgens, Theo Lingen, Theodor Loos, Georg John, Ellen Widman, Inge Landgut. Productora: Nero Film.
Argumento: La niña Elsie (Inge Landgut) está jugando con su pelota, hasta que se encuentra con una sombra (Peter Lorre). El hombre, llamado Hans Beckert, dice: "Qué pelota tan linda, ¿cómo te llamas?" No muy lejos de ahí, la madre de la niña (Ellen Windmann) comienza a llamarla por la callejuela del vecindario. En tanto el hombre misterioso le compra un globo a un ciego (Georg John), para regalárselo a la niña. Poco después comienza a silbar una melodía alegre y frenética... La niña se convierte en la nueva víctima del asesino que aterra a toda la ciudad, el temible "Vampiro Negro". A medida que aumenta el pánico, con la policía (Otto Wernicke) en estado de máxima alerta, los criminales, ladrones y estafadores no pueden continuar con su "oficio", así que deciden por su cuenta eliminar al asesino, para librarse de esta "mancha" en su gremio. Sin saberlo, Beckert pone el ojo en una nueva niña. Tanto el vendedor de globos como un muchacho sospechan de él, así que el joven se pinta una "M" en la mano y le da una palmada en la espalda, grabándole la M delatora, M de "mörder" (asesino). Será una auténtica cacería humana, con fuerzas de la Ley y del bajo mundo tomando caminos opuestos para obtener la misma presa.
Nominaciones y premios: National Board of Review (NBR): Top películas extranjeras.
ComentarioTodo un clásico del género en el que el genial Peter Lorre debuta... y deslumbra.
Lang estructuró la película en tres partes. La primera se encarga de mostrarnos al asesino y sus consecuencias. En la segunda el espectador asiste a la competencia desatada entre las fuerzas del orden -criticadas por su falta de resultados- y los bajos fondos -hostigados por la policía en su búsqueda del asesino- para llegar al mismo fin pero con diferentes métodos. Y en la tercera -la más sobrecogedora- una caza al hombre sin cuartel.
Una de las grandes películas del maestro del expresionismo alemán, que ha sido considerada como una premonición del advenimiento de Hitler al poder. Inspirada en hechos reales, Fritz Lang tuvo que omitir el título con el que se anunció el rodaje- Mörder unter uns (El asesino está entre nosotros), por las numerosas cartas amenazadoras que recibió, cuando ya se predecía el triunfo del Partido Nacionalista en las elecciones generales. 
Fue la primera película sonora europea, con importancia narrativa. El director hace que el criminal utilice una tonada de Peer Gynt de Edvard Grieg como preludio de cada crimen

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