lunes, 16 de septiembre de 2013

Sabores de cine (I)

Adaptación de la conferencia impartida en el IES. Juan Antonio Fernández Pérez, el 23 de abril de 2010, con motivo de la celebración su semana cultural, denominada"El sobor de la cultura".
Cuando no se tiene nada que comer siempre se puede leer un libro de cocina. Honoré de Balzac.

Preliminares: 

Si hay algo fascinante para los amantes del cine, es todo aquello que nos pueda sugerir olores, tactos, sabores... es decir, ese universo que de forma mágica pueda traspasar la pantalla y llegar hasta nuestra butaca, para dejarnos seducir, poco a poco. Para ello que mejor que unir cine y gastronomía de forma que todo se vuelva más sugerente si cabe; para que nos emocionemos aún más, entre las luces apagadas y en medio de esa soledad “acompañada”, que todos los que vamos al cine necesitamos sentir de vez en cuando.
Como señala Carlos Domínguez Morano, en su conferencia Comer y beber: salvación o condenación. Un análisis cinematográfico, de alguna manera, el cine juega al modo de una madre nutricia. La experiencia del espectador es la de un alimentarse, incorporando o devorando imágenes, sonidos e historias. Un comer con los ojos que, en muchas ocasiones, parece reclamar como apoyo la ingestión compulsiva de un alimento material (las palomitas).  Cine y comida parecen funcionar como dos placeres que se acompañan y mutuamente se sostienen.
En este trabajo se tratará de cocinar como si fuera una única receta todos los ingredientes que macerados, especiados, bien guisados y muy bien presentados, nos harán rememorar buenas y suculentas películas, incluso aquellas que no se esperan. Ya saben que un ingrediente insustituible para seducir es un buen plato: entren y disfruten. Y espero que esta no sea su última seducción. ¡Sólo me queda desear que les aproveche!

Gastronomía y cine: historia de una relación

Aunque aparentemente tengamos la sensación que ambos, cine y gastronomía, no tienen mucho en común, en el transcurso de esta charla trataremos de demostrar lo contrario. A lo largo del tiempo, como veremos, han ido confluyendo estas dos artes que parecen vivir, en la actualidad, el momento álgido de su idilio, acaparando conferencias, proyectos y libros.
Desde el mismo nacimiento del cine, a finales del siglo XIX, hasta Julie y Julia (2009) de Nora Ephron,  la estrenada en España Soul Kitchen (2009) de Fatih Akin o Come, reza, ama (2010) de Ryan Murphy y protagonizada por Julia Roberts y Javier Bardem, las delicias culinarias han estado presentes en la gran pantalla, intentando conquistar a los espectadores.
Si bien no aparece en los créditos de las películas ni al lado de las grandes estrellas, nos atrevemos a decir que la gastronomía es, y ha sido, desde los primeros momentos de la historia del séptimo arte, uno de sus elementos más importantes. Cómodamente sentados en nuestra butaca, hemos visto desfilar los banquetes de exquisitos chefs y disfrutar a hambrientos comensales, desde los platillos más universales hasta los más extraños e impensables manjares. En muchas ocasiones, los ojos se nos van hacia guisos y platos que aparecen en la ficción y nos hacen la boca agua… Y es que la imaginación para un artista de la cocina o del cine no tiene límites. La gastronomía y el cine han ido y van siempre de la mano, compartiendo tecnología, creatividad, emoción… En una palabra, arte. He aquí un breve recorrido de la sabrosa relación entre los ojos y el paladar.
Hay películas cuyo propio título nos lleva de la mano al tema que hoy tratamos: Cena a las ocho (1933), La cena de los acusados (1934), Cena de medianoche (1937), Cena en el Ritz (1937), Cena de matrimonios (1962), La cena de los cobardes (1964), El pollo de mi mujer (1968), Pato a la naranja (1975), Cena de asesinos (1989), Salsa rosa (1991)
Este binomio casi inseparable que forman cine y gastronomía se dio, como ya hemos señalado, desde los primeros pasos del séptimo arte. De hecho, el mismo día de la presentación oficial del cine, el 28 de diciembre de 1895, la comida también estuvo presente en el acto, donde los hermanos Lumière proyectaron las primeras escenas comiendo ante las cámaras e invitando al espectador a compartir su plato. En 1896, un año más tarde, los Lumière nuevamente filmaron en su casa El desayuno del bebé
Y casi de inmediato, aparecieron las cáscaras de plátano con las que el inocente de turno se resbalaba y terminaba con sus huesos en el suelo o aquellas tartas que se arrojaban contra alguien (La batalla del siglo, 1927) de Clyde Bruckman con Stan Laurel y Oliver Hardy, más conocidos por el Gordo y el Flaco). Eran los primeros gags.
El gran Charles Chaplin impulsó a su manera la gastronomía en el cine. Todavía guardamos en nuestras retinas -los de cierta edad, por supuesto- aquellas imágenes mudas en blanco y negro en las que veíamos a Charlot comer las tortitas preparadas por su hijo adoptivo en El Chico (1921); guisar y comer su propia bota en La quimera del oro (1925): el protagonista desesperadamente hambriento procede a comerse su zapato (aclarar que para esta película se confeccionó un zapato de regaliz). O la escena de Tiempos modernos (1936) en la que representaba a aquel operario que se convertía en víctima de la máquina cuando tan sólo pretendía comerse su almuerzo.
Tampoco podemos dejar en el tintero a los disparatados hermanos Marx en títulos tan inolvidables como Sopa de ganso (1933) de Leo McCarey, en la que, curiosamente, el ganso no está como ingrediente. Es una magistral sátira política que aborda, además de los tejemanejes gubernativos inherentes a la trama principal, otros temas en tono surrealista, absurdo y anárquico sobre el poder, los líderes, la diplomacia, la guerra o las normas. O Una noche en la ópera (A Night at the Opera, 1935) de Sam Wood, otra divertidísima película de estos inigualables cómicos del cine sonoro, en la que se celebran dos banquetes, que dan envidia cada vez que se ven: el protagonizado por toda la compañía operística en el barco que les lleva a Nueva York, con platos rebosantes de carne, marisco, fruta... y el disparatado desayuno que toman en un apartamento ya en la ciudad de los rascacielos. Sin olvidar, la famosa escena de "y también dos huevos duros".
Según lo dicho hasta ahora, puede que fuese algo anecdótico, pero desde entonces no hay película que se precie que no haga referencia o no tenga alguna escena en la que la gastronomía esté presente o bien que sea el hilo conductor sobre el que se teje un argumento.
No obstante, el cine en blanco y negro todavía no mostraba la fuerza que tiene el arte  culinario. Eran imágenes y escenas aún poco atractivas, ya que los directores de aquella época no prestaban demasiada atención a este capítulo. Todo esto llegó más tarde con el color, a partir de 1935. Con él, los alimentos y la comida mostraron todo su esplendor. Como en La reina de África (The African Queen, 1951) de John Huston, Humpphrey Bogart y Katherine Herpburn comienzan a hablar frente a una taza de té y unos pasteles. 
O en El hombre que sabía demasiado (The Man Who Knew Too Much, 1956) de Alfred Hitchcock, interpretada por James Stewart y Dorys Day, los cuales van a cenar a un restaurante de Marruecos y son los espectadores fascinados de las costumbres locales como el ritual de lavarse las manos o la forma correcta de comer el pollo. Era -recordando una frase legendaria dicha en otra gran película como Casablanca-, el comienzo de una gran amistad entre el cine y la gastronomía.
El rey del suspense, Alfred Hichtcock, sentía una gran pasión por la comida (además del cine y las actrices rubias). Según se dice fue una gran gourmet y lo demuestra en diversas escenas de sus películas, en las que aparecen diversos platos. Veamos unos ejemplos: el bizcocho de la señora Newton en La sombra de una duda (1943); la cena de La soga (1948); un filete snob en Alarma en el expreso o un filete de ternera Constantine en La ventana indiscreta (1954); los Blueberry Muffins de Pero ¿quién mato a Harry? (1955); el coctel Margarita de la Sra. Oxford, interpretado por Vivien Merchant, en Frenesí (1972), sólo por citar algunas. Hitchtcock utilizó la comida como un modo de marcar las diferencias entre las clases de sus personajes.
En la gran mayoría de sus películas está presente la comida con diversas acepciones: mesas inmensas, mesa para dos (restaurante, vagón-restaurante, casa), mesas con especial atención a algún alimento (generalmente dulces, sopa, pollo, perdices... y bebidas, vino, champagne, ginebra, cocktails, coñac, café, agua de selzt con su sifón, leche, la memorable escena de la leche en Sospecha (Suspicion, 1941)), mesas sencillas, mesas lujosas, o bien meriendas, picnics....la comida siempre presente de alguna manera, como las porciones de un pastel. He aquí unos ejemplos:
  • El jardín de la alegría (1925), primera película oficial como director.
  • El enemigo de las rubias (The Lodger (A Story of the London Fog), 1927).
  • El ring (The Ring, 1927). 
  • Cuesta abajo (Downhill AKA When Boys Leave Home, 1927).
  • Vida alegre AKA Dudosa virtud (Easy Virtue, 1928).
  • Champagne (1928).
  • La mujer del granjero (The Farmer's Wife1928).
  • La muchacha de Londres AKA Chantaje (Blackmail1929).
  • El hombre de la isla de Man (The Manxman1929).
  • Juno y el pavo real (Juno & the Paycock, 1930).
  •  Lo mejor es lo malo conocido AKA Ricos y extraños (Rich and Strange1931).
  • Valses de Viena (Waltzes from Vienna AKA Strauss Great Waltz, 1933).
  • 39 escalones (The 39 Steps AKA The Thirty-nine Steps1935).
  • Inocencia y juventud (Young and Innocent AKA The Girl Was Young1937).
  • Alarma en el expreso (The Lady Vanishes1938),
  • Posada Jamaica (Jamaica Inn1939). Su última película inglesa. 
  • Enviado especial (Foreign Correspondent1940).
  • Rebeca (Rebecca, 1940).
  • Matrimonio original (Mr. and Mrs. Smith1941).
  • Sospecha (Suspicion, 1941).
  • Sabotaje (Saboteur, 1942).
  • La sombra de una duda (Shadow of a Doubt1943).
  • Recuerda (Spellbound, 1945).
  • Encadenados (Notorius, 1946).
  • El proceso Paradine (The Paradine Case, 1947).
  • La soga (Rope, 1948).
  • Atormentada (Under Capricorn, 1949).
  • Pánico en la escena (Stage Fright, 1950).
  • Extraños en un tren (Strangers on a Train, 1951).
  • Yo confieso (I Confess, 1953).
  • La ventana indiscreta (Rear Window, 1954).

  • Crimen perfecto (Dial M for Murder, 1954).
  • Pero... ¿quién mató a Harry? (The Trouble With Harry?1955).
  • Atrapa a un ladrón (To Catch a Thief1955).
  • Falso culpable (The Wrong Man1956).
  • El hombre que sabía demasiado (The Man Who Knew Too Much, 1956)
  • Vértigo AKA De entre los muertos (Vertigo, 1958).
  • Con la muerte en los talones (North by Northwest1959). Nace una historia de amor en el vagón-restaurante, a través de la trucha de río.
  • Psicosis (Psycho, 1960). Exigua cena: pan con mantequilla, queso, leche...
  • Los pájaros (Alfred Hitchcock's The Birds, 1963).
  • Marnie la ladrona (Marnie, 1964).
  • Cortina rasgada (Torn Curtain1966).
  • Topaz (1969).
  • Frenesí (Frenzy, 1972).
  • La trama (Family Plot, 1976). Su última película. 
(cont.)

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