viernes, 13 de septiembre de 2013

Biografías de cine: Edmond O'Brien (III)

(cont.)
En los últimos años de la década de 1950 actuaría en:
  • Stopover Tokyo (1957) de Richard L. Breen. Un agente de inteligencia estadounidense es enviado a Tokio para localizar una red de espionaje comunista.
  • The World Was His Jury (1958) de Fred F. Sears, como protagonista.
  • Sing Boy Sing (1958) de Henry Ephron, un musical.

  • Infierno bajo las aguas (Up Periscope,  1959) de Gordon Douglas. Película perteneciente al subgénero bélico de títulos de submarinos. En plena Segunda Guerra Mundial en el Pacífico, el teniente Braden se las promete muy felices en el terreno amoroso, ha conocido a la chica de sus sueños. Pero se lleva un pequeño chasco cuando se entera de que ella aceptaba que la cortejara, mientras le evaluaba para el Departamento de Marina, para una delicada misión: ser transportada por un submarino a una isla bajo control japonés, para hacerse, sin que se enteren con sus códigos de comunicación. El comandante del submarino, Stevenson, tiene sus propios problemas, pues perdió a un hombre en su última misión, por atarse a las ordenanzas y no salir a la superficie en busca de auxilio. Ahora ha perdido la confianza de la tripulación. Resulta bastante previsible, pero contiene las clásicas escenas de suspense, en que el submarino debe estar en completo silencio para no ser detectado por el enemigo; también hay emoción en las secuencias del robo del código, bien llevadas por Gordon Douglas, artesano hollywoodiense conocido por La humanidad en peligro. Protagoniza el film James Garner, en la cota de su popularidad por la serie televisiva Maverick, y está bien secundado por el veterano Edmon O'Brien.

  • Encabeza el reparto de la película francesa L'ambitieuse (1959) de Yves Allégret. George Rancourt desposoa a Dominique, mujer de orígenes modestos, pero con una gran ambición de hacer fortuna. Convencerá a su marido, hombre afable y sentimental, para que viaje a Polinesia para explotar las minas de fosfatos.


La nueva década comienza con el siguiente título El último viaje (The Last Voyage, 1960) de Andrew L. Stone. Un trasatlántico de lujo, que lleva 38 años navegando y al que sólo le faltan cinco travesías para ser retirado, sufre en alta mar una tremenda explosión y comienza a hundirse... Nominada al Oscar: Mejores efectos especiales.

Le seguiría ¡Allo…!, le habla el asesino (The 3rd Voice,  1960) de Hubert Cornfield. Marion Forbes (Laraine Day) es secretaria, amante y artífice de la fortuna de Harry Chapman (Ralph Brooks), pero cuando Harry se enamora de Francis y decide casarse con ella la venganza de Marion será terrible.
Al año siguiente, El gran impostor (The Great Impostor, 1961) de Robert Mulligan. Confinado en una prisión de la costa de Maine, Ferdinand Waldo Demara Jr. (Tony Curtis) logra escapar y cambia de identidad para evitar que lo capturen. Ahora es un profesor interino de la Universidad de Harvard destinado al cuerpo de marines, pero las autoridades lo localizan gracias a la documentación que el joven se dejó olvidada durante su huida. Decidido a burlar el acoso policial, se hace pasar por un monje trapense, pero, en un descuido, sus perseguidores le dan alcance y descubren su verdadera identidad. A pesar de ser nuevamente encarcelado, el joven no se desanima. Se gana la confianza de un guardián, a quien consigue suplantar, y vuelve a huir de la cárcel. Plenamente integrado en la vida civil, concibe la idea de adoptar otra personalidad: la de un capitán médico de la Marina.

Y en 1962 interpretaría:
  • Piloto a la luna AKA Mi novia es de otro mundo (Moon Pilot AKA Walt Disney's Moon Pilot,  1962) de James Neilson. 

  • El hombre que mató a Liberty Valance (The Man Who Shot Liberty Valance1962) de John Ford. En El hombre que mató a Liberty Valance, James Stewart interpreta a un abogado que resulta herido tras el ataque a una diligencia. Es un hombre con convicciones, y jura atrapar al forajido responsable del robo. Pero él es un ciudadano civilizado que no entiende de pistolas, y necesita la ayuda de alguien al que no le cueste apretar el gatillo. El hombre adecuado es un forzudo, tan bravucón como implacable con los puños y con el revólver. El problema es que el malvado se llama Liberty Valance (Lee Marvin), y es uno de los más temidos del Oeste. La atractiva mujer interpretada por Vera Miles creará un conflicto entre el torpe Stewart y el duro Wayne. Aunque al principio no fue elogiada por la crítica ni considerada por el público, El hombre que mató a Liberty Valance se ha convertido en uno de los títulos más significativos del maestro del western, John Ford. Su tono crepuscular, el contraste entre salvaje oeste y civilización, el explicar cómo se forjan las leyendas, configura una historia de rara bellezaNominada al Oscar: Mejor vestuario (Blanco y Negro).

  • El hombre de Alcatraz (Birdman of Alcatraz, 1962) de John Frankenheimer. Robert Stroud (Burt Lancaster) tiene que cumplir una condena de 43 años en la temible cárcel de Alcatraz por un doble asesinato que cometió cuando era joven y violento. Allí, durante uno de sus paseos, encuentra a un pájarto herido, y este pequeño acontecimiento cambiará su vida. Obtiene un permiso especial para cuidar pájaros y estudiar ornitología, y después de algunos años de deidcación se convierte en uno de los mejores especialistas del mundo. La película es un retrato de un tipo inquieto e impulsivo que se ve forzado al asesinato por motivos de defensa propia, pero que va cambiando su actitud durante el encierro. Burt Lancaster completa una interpretación majestuosa, por la que estuvo nominado al Oscar. También lo estuvieron Telly Savalas, al mejor secundario, y Thelma Ritter, a la mejor secundaria. Es mencionable también la actuación de Karl Malden. A pesar de su larga duración, mantiene la intensidad, y es una aguda reflexión sobre la libertad y la esperanza en el ser humano. Basada en la novela biográfica de Thomas E. Gaddis. La música es del genial Elmer Berstein.


  • El día más largo (The Longest Day, 1962) de Ken Annakin, Andrew Marton, Bernhard Wicki. El 6 de junio de 1944 las tropas aliadas desembarcan en Francia, lo que marca el principio del fin de la guerra, al terminar con la hegemonía de las tropas alemanas. En el famoso ataque participaron tres millones de hombres, 11.000 aviones y 4.000 barcos, lo que supuso la mayor operación militar hasta la fecha. Una de las mayores superproducciones de la historia del cine, lo que se nota sobre todo en el amplio reparto, que incluye a casi todas las más grandes estrellas -en especial masculinos, debido a los pocos papeles de mujeres que exigía la historia-. Así, aparecen incluso en papeles mínimos nombres como Richard Burton, Sean Connery, Mel Ferrer, Henry Fonda, Peter Lawford, Roddy McDowall, Robert Mitchum, Robert Wagner y John Wayne. La dirección se repartió por localizaciones y, así, Ken Annakin fue el encargado de todos los exteriores británicos, Andrew Marton el de los norteamericanos y Bernhard Wicki todas aquellas que ocurrían en Alemania. De este modo, cada sección de película, dependiendo de los distintos escenarios, tiene un estilo propio, lo que supone uno de los principales hallazgos del film. Además, probablemente lo más interesante es la cuidada reproducción de los sucesos históricos, bien condensados en los 114 minutos de metraje. El guión es del novelista Cornelius Ryan, basado en su propia novela. El filme ganó dos premios Oscar en el año 1962, en las categorías de mejores efectos especiales y mejor fotografía.

En 1954 interviene en:
  • Siete días de mayo (Seven Days in May) de John Frankenheimer. Más que notable relato político en el que se plantea la posibilidad de que un grupo de militares desencantados por cómo se están haciendo las cosas en el país y por el temor a que los soviéticos acaben por tomar el control de la situación organicen un golpe de estado en Norteamérica. Para ello instalan una base de operaciones secretas calculando el levantamiento para dentro de siete días.  Es el tiempo que tiene el actual presidente del país para evitarlo. Rodada en plena guerra fría, está basada en la novela de Fletcher Knebel y Charles W. Bailey II, y narrada en clave de trepidante suspense por parte de un especialista en el tema como es John Frankenheimer (recuérdese su memorable El mensajero del miedo (1962)). Cuenta con un reparto de lujo; Edmond O'Brien, fue nominado al Oscar como mejor secundario, además de la dirección artística de Cary Odell y Edward G. Boyle. 


  • Rio Conchos (1964) de Gordon Douglas.Western que sigue el esquema de "cumplir una misión". Un capitán del ejército debe recuperar un cargamento de rifles robado, de modo que forma un singular grupo de búsqueda, integrado, además de por él mismo, por un ex soldado del Sur que desea vengarse de los apaches que mataron a su familia, un sargento negro y un ladrón de poca monta mexicano. Sus indagaciones les llevan a un recóndito lugar donde un antiguo oficial sureño ha montado una especie de increíble campamento desde el cual espera ganar esa guerra de secesión, cuyas heridas continúan abiertas, y que su bando perdió.Un entretenido film del artesano Gordon Douglas, en cuya trama introduce la cuestión del racismo. Llama la atención la violencia que impregna la cinta, con escenas tan vistosas como la de tres hombres del grupo arrastrados por el suelo tirados por caballos mientras padecen la tortura de los apaches. No obstante, hay una india con corazón, a la que conmueve por ejemplo el hallazgo de un bebé en una granja arrasada por los suyos.

En 1965 participa en:
  • Sylvia de Gordon Douglas. Sylvia West es una joven poetisa que está comprometida con Frederic Summers, un excéntrico millonario. Summers, que siempre ha temido que las mujeres lo quisieran sólo por su dinero, decide investigar la vida de su novia.


  • Synanon. Bienintencionada pero fallida película de Richard Quine, que trata de advertir de las nefastas consecuencias de la adicción a las drogas. Sigue a Zankie, un joven recién llegado al centro de desintoxicación Synanon. El film sigue sus esfuerzos para desengancharse, junto al de los otros internos. El film está rodado en el auténtico centro de Synanon, en Santa Mónica, pero la autenticidad pierde por las excesivas y obvias intenciones didácticas de la cinta.

En 1966 interviene en Un viaje alucinante AKA Viaje alucinante (Fantastic Voyage) de Richard Fleisher. Clásico de ciencia ficción, con Raquel Welch. Plantea la hazaña de unos científicos que, para practicar una operación, reducen sus tamaños y viajan al interior del cuerpo del paciente.El profesor Bennet es un científico que ha creado una fórmula que permitiría reducir el cuerpo humano a un tamaño microscópico durante un tiempo ilimitado. Cuando se dispone a entregarla al Pentágono, unos espías provocan un accidente de tráfico que deja al profesor incapacitado para toda labor científica. Pero las Fuerzas Disuasorias de Miniaturas Combinadas ponen en marcha un plan para operarlo desde el interior. 2 Oscar: Mejor dirección artística color, efectos visuales. 5 nominaciones.
Al año siguiente actuaría en dos películas francesas:
  • Atraco al hampa (Le vicomte règle ses comptes, 1967) de Maurice Cloche. El vizconde Clint de la Roche pasa sus vacaciones en la Costa del Sol. Allí recibe el encargo de investigar un misterioso atraco en un banco de París, tras el que se esconderá una muchacha muerta, estupefacientes y bandas rivales.


  • Piel de espía (Peau d'espion, 1967) de Edouard Molinaro. Un novelista acepta colaborar con los servicios secretos para impedir que un científico francés vaya a China. Sin embargo, una hermosa mujer le pide que haga exactamente lo contrario.



Grupo salvaje (The Wild Bunch) es una película de 1969 dirigida por Sam Peckinpah. 1911. La era del lejano Oeste llega a su fin. Pike Bishop atraca un banco con su banda. Pero unos cazarrecompensas les han tendido una emboscada. Los hombres de Pike aprovechan un desfile para escudarse tras ciudadanos inocentes. La situación provoca una masacre, pero Pike y otros cuatro forajidos emprenden la huida. La obra cumbre de Peckinpah, donde muestra su turbia visión de un mundo lleno de auténticos depredadores salvajes, en el que resulta difícil sobrevivir. Sus protagonistas son tipos desagradables, capaces de provocar una matanza de inocentes para abrirse camino. Pero el director es capaz de mostrar su punto de vista, y les otorga rasgos de humanidad y ciertos valores, como la lealtad. Así, el espectador llega a empatizar en mayor o menor medida con ellos, sobre todo en comparación con los siniestros cazarrecompensas a las órdenes del ferrocarril, o el despiadado general Mapache, todos ellos inmorales. El reparto de lo más interesante: William Holden, Ernest Borgnine, Robert Ryan, Edmond O'Brien, Warren Oates, Jaime Sánchez, Ben Johnson, Emilio Fernández, Strother Martin, L.Q. Jones, Bo Hopkins, Alfonso Arau.
Sus últimas apariciones para la gran pantalla fueron:
  • Dream No Evil (1970) de John Hayes.


  • Al otro lado del viento (The Other Side of the Wind, 1972) de Orson Welles. muestra las últimas horas de un director de cine que Welles habría modelado en John Huston, Ernest Hemingway y él mismo.
  • Sólo matan a su dueño (They Only Kill Their Masters, 1972) de James Golstone. Cuando una mujer aparece muerta en la playa, el policía que investiga el caso encuentra pistas suficientes para llegar a la conclusión de que la ha matado su perro, un doberman.


  • Lucky Luciano (1973) de Francesco Rosi. Nueva York, 11 de febrero de 1946. El gángster Lucky Luciano, principal responsable, en los años 30, de los sangrientos enfrentamientos entre distintas bandas mafiosas, es expulsado de los Estados Unidos. Condenado en principio a 35 años de prisión, la pena quedó reducida a sólo nueve por los servicios prestados al ejército norteamericano. De regreso a Italia, transforma rápidamente Sicilia en el centro mundial del tráfico de heroína. Pero el Departamento de Narcóticos, dirigido por Charles Siragusa, intentará desmantelar las operaciones criminales de Lucky Luciano.


  • 99,44% muerto (99 and 44/100% Dead (Ninety-Nine and 44/100% Dead), 1974) de John Frankenheimer. Un jefe mafioso de poca monta decide contratar los servicios de un peculiar asesino profesional para acabar con un capo rival.

También a lo largo de su carrera profesional intervino en numerosas películas y series para televisión.
O'Brien moriría en Inglewood, California por la enfermedad de Alzheimer y fue enterrado en el cementerio de Holy Cross en Culver City. El actor tiene dos estrellas en el Paseo de la Fama de Hollywood situadas en el 1725 Vine Street y en el 6523 de Hollywood Boulevard.

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