jueves, 12 de septiembre de 2013

Biografías de cine: Edmond O'Brien (II)

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En la década de los 50, destacaría en numerosas obras:
  • Al filo de la vida (711 Ocean Drive, 1950) de Joseph M. Newman. Un operador de teléfonos de Los Ángeles utiliza sus conocimientos en electrónica para ayudar a un apostador en sus operaciones. Cuando el apostador es asesinado, decide tomar el mando del negocio. Los gánster de la Costa Este intentarán coger una parte del pastel.

  • El almirante era una dama (The Admiral Was a Lady, 1950) de Albert S. Rogell. Cuatro ex-aviadores, que sirvieron en el Ejército durante la II Guerra Mundial, y que se niegan a trabajar en serio, manteniéndose gracias a diversos trapicheos, conocen a una chica, otra ex-soldado, que pretende reunirse con su prometido. Todos ellos emprenderán la búsqueda del desaparecido novio pero ésta resultará más complicada de lo que suponían porque el prometido ha caído en las garras de una vampiresa.

  • Entre la medianoche y el amanecer (Between Midnight and Dawn, 1950) de Gordon Douglas.  Dos policías, enamorados de la hija de un colega asesinado, rivalizan por capturar al culpable de su muerte con el objeto de acreditar méritos ante los ojos de la muchacha.

  • Backfire (1950) de Vincent Sherman. Tras pasar una temporada en un hospital de veteranos debido a las heridas de la guerra, Bob Corey decide buscar a su antiguo camarada Steve. Cuando le encuentra, éste acaba de verse involucrado en un crimen, siendo acusado del mismo. En compañía de una enfermera de la que se ha enamorado en el hospital, Steve intentará averiguar la verdad de lo sucedido. Producción de Warner Bros que intenta emular su mejor época del cine negro, en una elaborada historia con final sorpresa incluido.

  • Sobre todas ellas, la interpretación de un hombre moribundo que busca desesperadamente a su asesino en sus últimas horas de vida en Con las horas contadas AKA Muerte al llegar (D.O.A., 1950), un excelente y poderoso thriller de Rudolph Maté.Original muestra de cine negro, con un arranque intrigante del protagonista, Edmond O'Brien, recorriendo los largos pasillos de una comisaría para entrar en una oficina y denunciar un asesinato: el suyo. A partir de ahí arranca un largo flash-back en que vemos al notario Frank Bigelow, con dudas amorosas relativas a su devota secretaria Paula, y que para aclararse toma unas minivacaciones en San Francisco, en busca de un poco de jarana. El caso es que se ve sumergido en una enmarañada madeja de crímenes, donde él ingiere sin saberlo un bebraje con iridio, motivo por el cual no hay tratamiento posible, morirá en unos días. Antes averiguará quién es el culpable de todo lo ocurrido.

En 1951 interviene en:
  • La pelirroja y el vaquero (The Redhead and the Cowboy) de Leslie Fenton. Durante la Guerra de Secesión americana, una mujer debe llevar un mensaje a un soldado del sur. En su camino se cruzará con un hombre que ha sido atacado equivocadamente y, también por error, ella cree que ése es el hombre a quien tiene que dar su legado.


  • Two of a Kind de Henry Levin. Brandy Kirby y el abogado Vicente Mailer traman un plan para robar a William y Maida McIntyre mediante la producción de un doble convincente para su hijo perdido. Brandy escoge a Farrell para hacerse pasar por el hijo perdido. Kathy, la sobrina de McIntyre, a quien le gusta el Zurdo, le presenta a los McIntyre, que pronto se convencen de que es su hijo, pero el viejo se niega a cambiar su voluntad. Zurdo se resiste a matar a McIntyre y expone un intento de estafa a Mailer.


  • La senda de la guerra (Warpath) de Byron Haskin. John Vickers, un hombre pacífico, consigue dar con uno de los tres hombres que mataron a su amada durante un atraco a un banco. Antes de morir, el asesino le confiesa que sus cómplices se unieron al ejército, concretamente al 7º de caballería. Convertido en recluta, empieza a sospechar de uno de sus sargentos. Se debatirá, entonces, entre la obediencia al ejército y su venganza personal.


  • Silver City de Byron Haskin. Un ingeniero de minas tiene problemas en la empresa en la que trabaja, por lo que decide marcharse para instalarse en un pequeño pueblo del Oeste. Aquí se ve envuelto en un problema al intentar proteger a un granjero y a su hija, dueños de una rica mina de plata.


En 1952 el actor encabeza el reparto del western Denver y Río Grande (Dever and Rio Grande) de Byron Haskin, que narra las vicisitudes de la construcción del ferrocarril en el oeste. O'Brien da vida a Vesser, que es el principal responsable de la construcción de la línea ferroviaria que desea unir Denver y Río Grande. Sin embargo, él y sus hombres encontrarán muchas dificultades, entre ellas la oposición de un grupo violento que quiere sabotear el proyecto. Entre el reparto destaca la presencia del imponente Sterling Hayden (Johnny Guitar).

También ese año coprotagoniza la película de cine negro Un hombre acusa (The Turning Point, 1952) de Willian Dieterle. Adaptación de la obra de Horace McCoy Storm in the City, que sigue los parámetros de la mejor tradición de cine negro. El abogado John Conroy (Edmond O'Brien) y su amigo, el periodista Jerry McKibbon (William Holden), intentan conseguir pruebas suficientes para atrapar al peligroso jefe de una organización criminal. Narrada con vigor, en un estilo seco y casi documental por las calles de Los Ángeles, posee un acelerado ritmo de creciente tensión. Contiene momentos dignos de tener en cuenta, como la secuencia del incendio provocado por el gángster, donde mueren incluso niños, y la persecución en un recinto de boxeo.
En 1953 interviene en:
  • El autoestopista (The Hitch-Hiker) de Ida Lupino. Dos tipos se han ido de juerga a México asegurando a sus esposas que salían a pescar. En mala hora, pues les va a tomar como rehenes un prófugo de la justicia, que ha tomado la costumbre de hacer autostop en su huida; mientras quien le conduce le es útil, conserva la vida, pero en cuanto sospecha que la policía está tras su pista, liquida a su víctima y vuelve a ejercer de autostopista. La trama discurre entre la tensa relación del secuestrador con sus rehenes, y la colaboración de la policía estadounidense y mexicana, gracias a la cual se va estrechando el cerco sobre el fugitivo. Sobria muestra de cine negro con aire de serie B, servida por la actriz Ida Lupino, que aquí ejerce de coguionista -con su marido Collier Young, con quien hizo ocho filmes con su compañía The Filmmakers- y directora. Basada en hechos reales, destaca la composición de Edmond O'Brien de un personaje que raya en la paranoia.


  • El hombre en las tinieblas (Man in the Dark) de Lew Landers. Un convicto con el cerebro trastornado (Edmond O'Brien) se somete a una cirugía para eliminar sus rasgos de criminal, perdiendo la memoria en tal proceso.


  • Cow Country de Lesley Selander.
  • Julio César (Julius Caesar) de Joseph L. Mankiewicz. En el año 44 antes de Cristo, Julio César posee el poder de la República Romana, después de haber ganado en la batalla de Farsalia. Casio, que teme que el gobierno acabe en dictadura, planea una conspiración contra el emperador, e instiga a los senadores para asesinarle. Mientras tanto, un adivino ciego advierte a Julio César del peligro que corre, pero éste no está solo, pues cuenta con la ayuda de Marco Antonio. Superproducción histórica dirigida por Joseph L. Mankiewicz y basada en la inmortal obra teatral de William Shakespeare, que optó a los Oscar como mejor película, mejor música, mejor fotografía y mejor actor (Marlon Brando). La película cuenta con un brillante guión, diálogos espléndidos (el discurso de Marco Antonio a cargo de Brando es verdaderamente memorable), magníficos decorados y la interpretación de grandísimos actores, sobre todo británicos. La dirección de actores, que corrió a cargo de Cedric Gibbons, ganó un merecido Oscar.


  • China Venture de  Don Siegel. Su acción se sitúa al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1944, cuando el capitán Reardon debe situarse al frente de una peligrosa misión: el rescate de los pilotos supervivientes de un avión, que se ha estrellado en territorio chino. En una operación contrarreloj, Reardon debe evitar a los soldados japoneses y penetrar en un territorio desconocido. Primer largometraje en que Lee Strasberg aparecía en los títulos de crédito como actor de una película. Casi no hace falta recordar que el nombre de Strasberg (1901-1982), dio origen a toda una clase de interpretación que marcó a una generación de actores, que incluye a Marlon Brando y James Dean.


  • El bígamo (The Bigamist) de Ida Lupino. Harry vive en San Francisco y como representante comercial debe viajar mucho. Está casado con Eve y ambos están intentando adoptar un bebé. Mr. Jordan, director de la agencia de adopción, comienza a hacer una serie de averiguaciones y sospecha de Harry, el cual guarda un secreto. Pronto descubre que éste tiene en Los Angeles una segunda esposa y un bebé.


Al año siguiente intervendría en:
  • Aventura en Shanghai (The Shanghai Story, 1954) de Frank Lloyd. Cuando un médico norteamericano va a huir de Shanghai, que se encuentra en poder de los comunistas chinos, es detenido y confinado en un hotel de aquella población junto con otros extranjeros, entre los que se sospecha existe un espía al que buscan las autoridades comunistas. 


  • Burlando la ley (Shield for Murder, 1954) de Howard W. Koch y Edmond O'Brien. Un policía mata a un corredor de apuestas y le roba 25.000 dólares. 


  • La condesa descalza (The Barefoot Contessa) de Joseph L. Mankiewicz. El magnate productor cinematográfico Kirk Edwards (Warren Stevens), el guionista y director Harry Dawes (Humphrey Bogart) y el experto en relaciones públicas Oscar Muldoon (Edmond O'Brien), descubren una noche en un tablado flamenco de Madrid a María (Ava Gardner), una bailaora gitana. María se convertirá en una estrella de Hollywood y cambiará su apellido, Vargas, por el de Damata, pero añora su vida pasada, en la que se sentía segura caminando descalza sobre la suciedad, porque de niña no tenía zapatos. Durante una estancia en la Costa Azul, conoce al conde Torlato-Favrini, que le propone el matrimonio. El guión, escrito por el director Mankiewicz, fue nominado por la Academia de Hollywood, que concedió un Oscar como actor secundario a Edmond O'Brien. Como en Eva al desnudo, el relato se estructura a partir de una ceremonia que se desarrolla en el presente, y mediante sucesivos flash backs con voces en off de los distintos personajes relacionados con la protagonista, Mankiewicz recompone y cuenta la vida de María. Una película de contenido denso, altamente dramático, con unos personajes muy interesantes que señalan continuas referencias al mundo del cine. Curiosamente, el papel de Ava Gardner tendrá una conexión con la vida real de la propia actriz cuando, separada de Frank Sinatra, estableció su residencia en España. Globos de Oro: Mejor actor de reparto (Edmond O'Brien). Círculo de críticos de Nueva York: Nominada a Mejor Actir (Edmond O'Brien).

Trabaja también en Los blues de Pete Kelly (1955) de Jack Webb. Pete Kelly tiene una banda de blues con la que ameniza las veladas de los locales. Un día un mafioso encargado de la industria musical de la ciudad se pone en contacto con él para negociar los conciertos.El film es una mezcla de cine negro y musical, y acierta del todo gracias al elaborado guión, unos buenos actores y la puesta en escena. Jack Webb dirige y protagoniza esta cinta, donde Peggy Lee fue nominada al Oscar como mejor actriz. Entre el reparto aparecen otros rostros conocidos, como Janet Leigh o Lee Marvin, y una aparición fugaz de una jovencita Jayne Mansfield.



 En 1956 actuaría en:
  • 1984 de Michael Anderson. En 1984, Londres está gobernada por el partido totalitario del Gran Hermano. La intimidad y la libertad de pensamiento no existen. Las relaciones sexuales constituyen un delito. Winston Smith trabaja en los archivos del Ministerio de la Verdad reescribiendo y modificando la Historia. Su vida se verá seriamente amenazada cuando empiece a darse cuenta de que sus pensamientos no son tan ortodoxos como el Partido exige; además, tiene una relación amorosa clandestina con Julia, una joven del departamento de novelas afiliada a la Liga Antisexo. Ambos saben que tendrán que pagar un precio muy alto por el crimen que están cometiendo.


  • 6 de junio, día D (D-Day the Sixth of June) de Henry Koster. Durante los días precedentes al famoso Desembarco de Normandía -plan aliado para que sus tropas se adentraran en Europa durante la Segunda Guerra Mundial-, una bella mujer que está casada con un oficial británico destinado en África, se enamora de un oficial americano que está en Londres junto con sus tropas. Poco después, los dos hombres coinciden en el campo de batalla, y entre los dos se establece una relación de compañerismo, debido a que tienen que hacer frente a durísimas situaciones de peligro. A partir de ese momento, se siente obligado a terminar su relación con la mujer, pero se encuentra demasiado enamorado de ella. El reputado realizador Henry Koster consigue un ritmo trepidante, a la vez que un entretenido cocktail de géneros, que satisfacerá incluso a los espectadores más exigentes. El secreto reside probablemente en el cuidadoso guión, coescrito por Ivan Moffat y Harry Brown, que se basaron en una exitosa novela de Lionel Saphiro.


  • Un grito en la noche (A Cry in the Night) de Frank Tuttle. Un psicópata (Raymond Burr) que tiene como afición matar animalitos, también ataca a jóvenes parejas en una zona reservada de la ciudad. Un día secuestra a una chica (Natalie Wood) y la esconde en su apartamento. Como el padre de la muchacha es un inspector de policía (Edmond O’Brien), se inicia una frenética búsqueda donde se utilizan métodos no del todo legales. Adaptación de la novela de suspense de Whit Masterson, de quien el cine también adaptaría en 1958 otra de sus novelas más destacadas y que el genio de Orson Welles llevó a su terreno en Sed de Mal. Natalie Wood destaca entre el resto del reparto en un año bastante bueno para ella, ya que también intervino en el western Centauros del desierto.


  • Traidor a su patria (The Rack) de Arnold Laven. Panfletario título acerca de la guerra de Corea, que procedía de un telefilm escrito un año antes por Rod Serling (creador de la célebre serie En los límites de la realidad). Tras pasar dos años en una cárcel norcoreana, un capitán del ejército norteamericano regresa a su país siendo juzgado en un tribunal militar acusado de colaborar con el enemigo. Durante el proceso vamos conociendo los antecedentes familiares del oficial –con un hermano muerto en la guerra y un padre considerado un héroe en el ejército–, y cómo le lavaron el cerebro hasta renegar de su patria. Esforzada actuación de Paul Newman como el torturado capitán, acompañado de veteranos como Edmond O´Brien y Walter Pigdeon y de una joven promesa como Lee Marvin.


  • Una rubia en la cumbre (The Girl Can't Help It) de Frank Tashlin. Un gángster pide a un agente musical, que haga de su chica una estrella. Pero aunque Jerri es una rubia despampanante hay un problemilla: la voz no le acompaña. Jayne Mansfield es la chica de marras, en uno de sus papeles más memorables. El film destaca por sus animadas canciones , y la presencia de cantantes tan conocidos como The Platters. Dirige el especialista Frank Tashlin, famoso por sus trabajos con Jerry Lewis y Dean Martin, y que también dirigió a Mansfiel en Una mujer de cuidado.


Su siguiente película es Grandes horizontes (The Big Land, 1957) de Gordon Douglas. Western sin demasiadas pretensiones sobre la construcción de una línea de ferrocarril entre el Río Grande y Kansas City, en un claro homenaje a los pioneros del tren, que tantos problemas tuvieron que solventar debido a la extensión del país, tal y como indica su título original The Big Land (La gran tierra). Alan Ladd es Chad Morgan, un hombre decidido y con miras de progreso que convence a los granjeros de Kansas para que le ayuden a habilitar una línea ferroviaria y así evitar cruzar en barco. Algo que no es del agrado de los que hacen negocio con dichos viajes a través del río. El reparto es lo más interesante, con Virginia Mayo como chica del salón y Anthony Caruso como el malo. En un breve papel debuta David Ladd, hijo en la vida real de Alan y la también actriz Sue Carol. Produce el propio Alan Ladd a través de su compañía Jaguar.
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