domingo, 11 de agosto de 2013

Biografias de cine: Robert Mitchum (III)

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Así, Con él llegó el escándalo (Home from the Hill, 1960), un delirante melodrama de Vincent Minnelli, no fue demasiado apreciada en su momento, pero fue posteriormente evaluada positivamente por críticos como Richard Dyer, mientras que el papel de Mitchum, el del hacendado texano Wade Hunnicut, es sin duda alguna uno de los más maduros y complejos de toda su carrera. Atemorizando a su hijo legítimo (George Ramillón), alejándose involuntariamente de su propia esposa (Eleanor Parker) o desheredando a su hijo bastardo (George Peppard), el Hunnicutt de Mitchum ofrece una imagen exagerada de la masculinidad que el actor somete con inteligencia a observación y crítica. Adapta la novela de éxito Home From The Hill (1958) de William Humphrey.
Aunque Mitchum pareció algo perdido en la década de 1960, existen sin embargo compensaciones:
  • Página en blanco (The Grass is Greener, 1960), una comedia romántica de Stanley Donen. Se basa en la obra de teatro The Grass Is Greener, del matrimonio de actores formado por Hugh Williams y Margaret Vyner, adaptada por ellos mismos. La acción tiene lugar en una mansión aristocrática de Linley, localidad próxima a Londres, en 1960, a lo largo de una semana de comienzos de primavera. Narra la historia de Hilary (Deborah Kerr), casada con Victor Rhydall (Cary Grant). Un americano acaudalado, Charles Delacro (Robert Mitchum), se introduce en las habitaciones privadas de la masión, abierta a visitas turísticas guiadas. Entre Hilary y Charles surge un romance, que Hattie aprovecha para seducir a Victor. Hilary es elegante, hermosa, apasionada y vulnerable. Hatting es frívola e impertinente. Charles es insolente, impetuoso y astuto. Victor es educado, mesurado, paciente y sagaz.
  • Los luchadores de la noche (The Night Fighters AKA A Terrible Beauty, 1960), una película de acción sobre el IRA, dirigida por Tay Garnett. Los hombres y mujeres que desean la libertad de Irlanda incrementan la luchan contra Inglaterra en el momento en el que es más vulnerable, en plena 2ª Guerra Mundial, cuando toda Europa siente la presión de la Alemania Nazi. Don McGinnis, el jefe del IRA, trata de alistar a Deermot O'Neill de manera definitiva, pero éste rechaza sus métodos y además tiene pensado casarse con su novia Neeve y trasladarse a Inglaterra. En una de las misiones su amigo Sean Reilly es capturado y a Dermot se le plantea la duda de a quién debe ser fiel, a Irlanda o a su propio honor.
  • Tres vidas errantes (The Sundowners, 1960) realizado por Fred Zinnemann, volvió a unirle con Deborah Kerr en una historia ambientada en Australia. Adapta la novela Sundowners (1951), del australiano Jon Cleary. Una familia de origen irlandés, formada por Paddy Carmody (Robert Mitchum), su esposa Ida (Deborah Kerr) y el hijo adolescente de ambos, Sean (Michael Anderson Jr.), sobrevive aceptando los trabajos ocasionales que se les ofrecen hoy aquí y mañana allá. La falta de medios y de trabajo estable no les permite establecerse en un lugar en el que echar raíces, como desean Ida y Sean. La obra propone una seria reflexión sobre las relaciones familiares (entre los padres y entre éstos y el hijo) en situaciones extremas de fatiga y de dificultades adversas. 

En 1961 rueda La última vez que vi Archie (The Last Time I Saw Archie) dirigida por Jack Webb. Durante la Segunda Guerra Mundial, Archie y Bill son miembros del programa piloto de adiestramiento de civiles en una base aérea próxima a Denver. Ambos son unos vividores que comienzan su particular programa en el que el objetivo principal es pasárselo lo mejor posible. A esto ayuda el hecho de que varios oficiales creen que Archie pueda ser en realidad un general disfrazado. Sin embargo, la buena vida también les traerá más de un problema. 


En 1962 participó en las siguientes producciones: 
  • El cabo del terror (Cape Fear), primera versión cinematográfica basada en la novela The executioners de John D. MacDonald. Sin duda es la mejor película de J. Lee Thompson. Sam Bowden (Gregory Peck) es un abogado que vive aparentemente feliz en una pequeña población. Su tranquila existencia se ve alterada cuando un día aparece un ex-presidiario (Robert Mitchum) que años atrás fue condenado, como consecuencia del testimonio aportado por Bowden, que actuó como testigo de cargo. Este peligroso individuo viene dispuesto a saldar viejas cuentas del pasado, y con una actitud fría y despótica va a poner a prueba los nervios de la familia del abogado. Empieza entonces un macabro juego del gato y el ratón.

  • El día más largo (The Longest Day) de Ken Annakin, Andrew Marton, Bernhard Wicki. Basada en la novela de  Cornelius Ryan. Contó con reparto de lujo: John Wayne, Henry Fonda, Richard Burton, Sean Connery, Curd Jurgens, Rod Steiger, Robert Ryan, Eddie Albert, Peter Lawford, Gert Frobe, Robert Wagner, Sal Mineo, Mel Ferrer, Richard Todd, Richard Beymer, Bourvil. Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Minucioso relato del desembarco de las tropas aliadas en las playas de Normandía el 6 de junio de 1944, día que señaló el comienzo del fin de la dominación nazi sobre Europa. En este ataque participaron 3.000.000 de hombres, 11.000 aviones y 4.000 barcos. Resultó menos pesada gracias a su personaje del teniente general Cota, que mastica incansablemente puros y que se apodera heroicamente de una playa durante la invasión de Normandía. 2 Oscar: Mejores efectos especiales y mejor fotografía blanco y negro. National Board of Review: Mejor película. Premios David di Donatello: Mejor producción extranjera

  • Cualquier día en cualquier esquina (Two For the Seesaw) de Robert Wise, con Shirley MacLaine. Basada en la obra de William Gibson. Una joven profesora de danza de Nueva York se enamora de un abogado de Omaha que está a punto de divorciarse. 
A finales de esta década tuvo la oportunidad de trabajar con Howard Hakws en El Dorado (1967), su penúltimo western y penúltimo film, en un papel bastante insólito en su carrera, el de un sheriff borracho. Mitchum, que siempre había sido capaz de hacer sonreír a los espectadores, logró en esta ocasión hacerles reír abiertamente. John Wayne, el veterano pistolero con gran sentido de la amistad. Ambos, junto a un joven inquieto -divertido James Caan- y dos valientes mujeres, son acorralados en el pueblo por una banda de asesinos a sueldo. Un excitante western con muchos de los códigos del viejo cine del oeste, pero con efectivos toques de humor, que enriquecen una emocionante historia de lucha por la recuperación de la dignidad perdida. Tensión en crescendo y algunas secuencias con lo mejor del género acaban por completar una entretenidísma obra maestra. Adapta la novela The Stars In Their Courses (1960), de Harry Brown.
Como el corresponsal de guerra americano de La batalla de Anzio (Anzio, 1968) de Edward Dmytryk, Duilio Coletti, Mitchum supo expresar todo el nihilismo de un hombre asqueado y desilusionado por la guerra. En 1944, las tropas aliadas, procedentes del Norte de África, desembarcan en Anzio (Italia). Una vez allí, el corresponsal de guerra Dick Ennis (Robert Mitchum) y el cabo Rabinoff (Peter Falk), después de explorar el terreno, le comunican al General Lesley (Arthur Kennedy) que el camino a Roma está completamente despejado. A pesar de ello, Lesley, en lugar de dirigirse a la capital, intenta levantar una fortaleza en la costa, que será sitiada por los alemanes.
Un papel de hombre misterioso y extraño en Ceremonia secreta (Secret Ceremony, 1968), de Joseph Losey, le hizo volver a Inglaterra (país en el que había trabajado un par de veces desde finales de los 50). Ceremonia Secreta es la segunda obra del autor argentino Marco Denevi, la cual, debido a que fue galardonada con el Premio Internacional de Cuento convocado por la revista Life en 1960.El encuentro casual de una mujer de edad madura (Elizabeth Taylor), a quien vemos en la primera escena quitarse una peluca rubia para dejar al descubierto su negra cabellera, con una jovencita de edad indescifrable (Mia Farrow), desemboca en una historia de locura, tensión sexual, relaciones enfermizas entre madre e hija, suplantación de identidades y conforme la historia avanza nos permite formularnos entre otras hipótesis si se trata de una historia de fantasmas o de proyecciones mentales donde se da cuerpo a personas que se han perdido en el pasado y con las que se dejaron cuentas sin saldar.
Y, al año siguiente, pasó una larga temporada en Irlanda interpretando La hija de Ryan (Ryan's Daughter, 1970), de Davie Lean, en la que pudo demostrar su enorme capacidad  como actor encarnando a un personaje que no tenía nada que ver con él ni con los que había interpretado anteriormente, el de un maestro de escuela de mediana edad, sexualmente tímido y amante de la música. Escrita por Robert Bolt, se inspira en Madame Bovary (1857), de Flaubert. Narra la historia de Rosy (Sarah Miles), hija del tabernero, de 20 años, que sueña con una vida elegante, refinada y educada y no se siente a gusto en la aldea. Cuando regresa Charles Shaughnessy (Robert Mitchum), maestro titular de la escuela, viudo, de más de 40 años, le elige como marido y se casan. Meses más tarde llega el comandante Randolph Doryan (Christopher Jones), mutilado de guerra, joven y apuesto, que asume el mando del destacamento militar británico del lugar. Entre Rosy y Doryan se establece un apasionado romance, que la hace conocer lo que es el verdadero amor.
En la atmósfera de desconfianza y desilusión que siguió a la guerra del Vietnam y al escándalo Watergate, el cine americano comenzó a recuperar el cine negro de los 40, y Mitchum se encontró interpretando nuevamente papeles parecidos a los de la primera etapa de su carrera, como:
  • el de perdedor envejecido de El confidente (The Friends of Eddie Coyle, 1973), de Peter Yates,

  • o el del americano en el Japón de Yakuza (The Yakuza, 1975), de Sydney Pollack. La Yakuza es una mafia japonesa cuyo origen se remonta al siglo XVII. Utiliza los mismos métodos que las mafias occidentales y, como ellas, controla los negocios más turbios: la prostitución, el blanqueo de dinero, el contrabando, etc. Después de la Revolución Meijí (1868), que supuso la occidentalización del Japón, muchos samuráis pasaron a engrosar las filas de esta organización. Harry Kilman, un hombre que formó parte de las tropas de ocupación estadounidenses en Japón, vuelve a este país para ayudar a un amigo cuya hija ha sido secuestrada.
Pero fue en el remake conscientemente nostálgico de Adiós, muñeca (Farewell, My Lovely, 1975), dirigida con sincero afecto hacia Chandler por Dirk Richards, donde Mitchum volvió por fin a sus orígenes y se convirtió en Philip Marlowe. El papel podía haber sido escrito para él mismo treinta años antes, pero volvió a ponerse el viejo traje de anchas hombreras, el sombrero y la gabardina, que parecían no haberle abandonado nunca. Como suele ocurrir en esta clase de películas, se le contrataba para resolver un misterioso caso, se le arrojaban varias pistas falsas, se le golpeaba y amenazaba con una aguja hipodérmica y, a pesar de todo, conseguía comprender e incluso compadecerse de quienes le habían intentado engañar.
Adiós, muñeca habría sido el canto de cisne ideal para la carrera de Mitchum, como en cierto sentido lo había sido El último pistolero (The Shootist, 1976) para la de John Wayne. Pero Mitchum no estaba dispuesto a retirarse y volvió a efectuar apariciones algo sonambulescas en el remake de Detective privado, de Michael Winner, en la que volvía a interpretar a Philip Marlowe, pero con resultados notoriamente inferiores a los del título anteriormente citado, y Super-Rocky (Matilda) (ambas de 1978).




















A pesar de estos dos títulos decepcionantes, sus admiradores siguieron confiando en que seguiría refinando y perfeccionando su inimitable estilo interpretativo a lo largo de las décadas siguientes.
Robert Mitchum falleció el 1 de julio de 1997 en Santa Barbara, California, poco antes de llegar a cumplir los 80 años.

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