El sonido de lo nuevo
Iván (Ivan, 1932) fue la primera película sonora de Dovzhenko, un homenaje poético al río Dnieper y menos lírico al impresionante proyecto hidroelétrico que se estaba levantando a sus orillas. El protagonista, Iván, tiene una contrafigura, un vago anarquista, que llega a convertirse en un personaje casi cómico. Dovzhenko supo sacar un gran partido del nuevo medio puesto a su disposición, utilizando mensajes transmitidos a través de altavoces y programas de radio para ir creando un determinado estado de ánimo en su película. Al igual que en La Tierra, también en Iván, Dovzhenko se preocupa por los ritmos naturales de la vida en el campo, interrumpido por el ritmo de la inminente industrialización.
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| Iván (Ivan, 1932) |
Para Aerograd (1935), Dovzhenko se trasladó al norte, y retrató la fundación de una nueva ciudad en la costas orientales de Siberia, mostrando el aeroplano como símbolo de los logros del futuro. En un plano memorable, un hombre condenado a muerte y que está siendo llevado al lugar de ejecución se tapa la cara con las manos mientras pasa por delante de la cámara. La película se realizó cuando la censura cinematográfica estaba en su máximo apogeo, sin embargo, logró pasar los controles ya que el tema principal era el desarrollo y la defensa del Extremo Oriente soviético.
Schors (1939) fue la última obra importante de Dovzhenko. Drama épico histórico, a caballo entre la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil Rusa, Shchors es un retrato biográfico del jefe guerrillero comunista Nikolai Shchors, un ícono bolchevique de origen ucraniano. La obra fue encargada por el propio Stalin, que le pidió a Dovzhenko "un Chapaev ucraniano". La película presenta el realismo socialista de los años treinta llevado hasta sus límites. Otro retrato inolvidable de Ucrania. En esta ocasión, la tierra se ve asolada por la guerra cunado Schors, un nacionalista lucha por una nueva sociedad.
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| Schors (1939) |
(cont.)
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