martes, 30 de mayo de 2023

“Instinto básico” y el sexo de Sharon Stone, ¿un manifiesto feminista? Historia de un malentendido (II)

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Inteligentes y manipuladoras, espectaculares y sexuales, tentadoras y peligrosas, tal como lo fueron en su día Barbara Stanwyck en Perdición (Double_Indemnity, 1944), Ava Gardner en Forajidos (The Killers, 1946) o Lana Turner en El cartero siempre llama dos veces (The Postman Always Rings Twice, 1946). Heroínas sublimes y llamativas ciertamente, pero nacidas de una concepción fundamentalmente masculina y patriarcal. Única diferencia de tamaño: esta vez Tramell lo está haciendo bien, no es ni castigada ni asesinada. Su victoria castradora sobre el macho sin marcar es total. Pero su fría inteligencia es fundamentalmente patológica. Desde este punto de vista, la heroína de Perdida (Gone Girl, 2014), de David Fincher, muy difícil de ver hoy por sus sesgos misóginos a plena luz del día, le debe mucho a Tramell.
Sharon Stone en Instinto básico (1992)
La cultura de la violación está en todas partes en Instinto básico ¿Para exponer mejor la debilidad de los chicos reducidos a sus impulsos? Se podría replicar que presentar a los hombres en su peor aspecto no equivale a defender la causa de las mujeres, pero la propia complacencia de la mirada del cineasta se encarga de invalidar este argumento. Su forma de filmar las escenas de violencia sexual a modo de rituales eróticos convierte a su película en un pináculo de la mirada masculina. Como la amante de Michael Douglas, tomada por detrás a pesar de sus protestas (y tras el tradicional empujón contra la pared), los personajes femeninos siempre acaban aceptando los hechos: que es bueno que una mano firme y viril te arranque el sostén antes de la penetración sin juegos previos! Como en la última Elle, percibida aquí nuevamente y erróneamente como una película feminista con el pretexto de que la víctima de violación (Isabelle Huppert) rechaza su condición de víctima, Instinto básico promueve a la mujer vengativa que se apropia de la toxicidad y la brutalidad masculinas.
Sharon Stone en Instinto básico (1992)
¿Deberíamos finalmente recordar lo que sabemos hoy gracias al documental Basic Instinct: Sex, Death & Stone (2020), de Jacinto Carvalho. Durante la famosa escena del interrogatorio, Sharon Stone había accedido a quitarse las bragas cuando Verhoeven le había explicado que la blancura de su ropa interior reflejaba la iluminación de la escena... Pero nunca consintió en que se dejara al descubierto su sexo durante el montaje. Lo que Verhoeven había tenido cuidado de no preguntarle.

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