lunes, 27 de noviembre de 2017

El cine soviético en la era silente (V)

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Uno de los mayores defensores de esa nueva forma de expresión artística fue Lev Kuleshov (1899-1970), al que se ha descrito como "el padre del cine soviético". Al igual que otros muchos directores de cine, Kuleshov llegó a éste después de la Revolución y, al igual que los demás, en octubre de 1917 era asombrosamente joven, tenía sólo dieciocho años. Dado que no había película virgen con la que hacer largometrajes, Kuleshov tuvo que canalizar sus energía a la creación en 1921 de su propio taller en la escuela de cine recién creada. En él, Kuleshov y sus alumnos ensayaron películas que no habrían de producirse nunca, las llamadas "películas sin película".
Lev Kuleshov con Tasia Borman en la película de
Yevgueni Bauer Por la felicidad  (Za schastem, 1917)
Fue también durante esta época cuando Kuleshov desarrolló por primera vez la idea de la naturaleza específica del cine, de que su superioridad sobre el teatro radicaba en el principio del montaje. Los experimentos le sugirieron que cada plano rodado recibía su significado del contexto, colocando el plano original en distinta secuencia, podía transformarse totalmente su significado. Este descubrimiento, de crucial importancia para el posterior desarrollo de la teoría soviética del cine, llegaría a conocer como "el efecto Kuleshov". Este experimento realizado a través del montaje se basó en la yuxtaposición de un mismo primer plano del actor Iván Mozzhujin con planos de un plato de sopa, una niña en un ataúd y una mujer en un diván. Las tres breves secuencias hacían al espectador reconocer en la impasible cara del actor las sensaciones de hambre, dolor y la lujuria.
El efecto Kuleshov
Kuleshov adquirió cierta experiencia cinematográfica real viajando en los trenes de agitación, y utilizó el material recopilado para su película agitativa En el frente rojo (Na Krasnom Fronte, 1920). Su primera película de ficción fue la notable sátira Las extraordinarias aventuras de Mr. West en el país de los bolcheviques (Neobychainye priklyucheniya mistera Vesta v strane bolshevikov, 1924), una de las comedias mudas de mayor éxito de todo el cine soviético. A continuación rodó la película policíaca El rayo de la muerte (Luch Smerti, 1925), y otra de orientación psicológica Por ley (Pa Zakonu, 1926), ambientada en la región del Yukon durante la fiebre del oro. Kuleshov rodó tres películas mudas más y, en 1929, publicó su mayor aportación a la teoría cinematográfica El arte del cine, una colección de ensayos iniciados en 1917. El valor del libro se vio disminuido por la falta de originalidad ya que, tres años antes, Pudovkin había publicado El Director cinematográfico y el material cinematográfico, que suponía una reelaboración de las ideas del maestro más las experiencias en el Laboratorio.
Las extraordinarias aventuras de Mr. West
en el país de los bolcheviques 
La importancia de Kuleshov supera a la de sus propias películas, ya que influyó sobre prácticamente todos los demás cineastas soviéticos, y no sólo a través de su perfeccionamiento de la idea del montaje, sino también mediante sus intentos de estimular una nueva forma de interpretación "naturalista" específicamente cinematográfica, y en cierto sentido se parecía a los experimentos del director cinematográfico y teatral Vsevolod Meyerhold, que utilizaba los principios de la biomecánica para enseñar a sus actores a utilizar el cuerpo en sus actuaciones. Al actor ideal que deseaba, que carecía de la artificialidad asociada con la formación teatral convencional. Kuleshov lo denominó "naturshick" y explicó: "La individualidad es excepcionalmente importante en un "naturshick"... El actor puede trabajar con directores de todas las tendencias; pero el "naturshick" sólo con el director que le haya enseñado y con un pequeño círculo de personas de ideas parecidas".
El rayo de la muerte (Luch smerti, 1925)
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