domingo, 12 de noviembre de 2017

Biografías de cine: Sergei M. Eisenstein (IV)

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Tras realizar amplias investigaciones para Sutter's Gold, la adaptación de la novela de Cendrar, Eisenstein completó un proyecto de guión en sólo tres días. Pero, a pesar de ser genuinamente americano, la Paramount lo rechazó. El estudio estaba asustado ante la tormenta desencadenada por el mayor Frank Pease, un superpatriota profesional, contra la estancia en Estados Unidos de "Eisenstein, ese perro rojo". Pease escribió y puso en circulación un corrosivo documento de 24 páginas titulado Eisenstein: Messenger from Hell (Eisenstein, el mensajero del infierno en Hollywood), atribuyéndole la responsabilidad de todas las atrocidades, reales o imaginarias, cometidas por los bolcheviques.
Sin embargo, Hollywood no había renunciado totalmente a utilizar a Eisenstein. Se le confió un proyecto largo tiempo abandonado la adaptación de la novela de Theodor Dreiser, An American Tragedy (Una tragedia americana, 1925), con su denuncia de las limitaciones de la justicia durante un juicio por asesinato. Escrito a gran velocidad el guion fue recibido con entusiasmo por la Paramount. Pero, en octubre de 1930, el Comité Fish (dirigido por Hamilton Fish, se trataba de un comité especial del Congreso para investigar el comunismo en estados y ciudades de todo el país), antecesor del Comité de Actividades Antiamericanas, se presentó en Hollywood para investigar las actividades comunistas en California y, sobre todo, la idea de llevar a la gran pantalla la obra de Dreiser. 
La combinación de la lucha por la supremacía dentro de la Paramount, la negativa de Eisenstein de subordinarse a los deseos del estudio de que convirtiera la novela de Dreiser en la clásica historia de "chico encuentra a chica" y la campaña de Pease, obligaron finalmente a Lasky a romper su contrato con Eisenstein, que durante los meses que había permanecido en Hollywood no había rodado ni un metro de película. 
Upton Sinclair
Eisenstein que llevaba mucho tiempo fascinado por México, inició entonces un proyecto desastroso, el de dirigir una película mexicana. Mal aconsejado por Ivor Montagu, renunció a buscar fuentes de financiación mexicanas y confió en el novelista americano Upton Sinclair y sus esposa, quienes nombraron al irresponsable hermano de ella Hunter Kimbrough, como jefe de producción con acceso a los fondos. En diciembre de 1930, Eisenstein, Tissé y Alexandrov tomaron un tren desde Los Angeles hasta Ciudad de México. 
Tan pronto como llegaron los tres rusos, un telegrama enviado por Pease al gobierno mexicano hizo que fueran arrestados y encarcelados pero la intervención diplomática de un amigo español de Eisenstein consiguió su liberación y que las autoridades se disculparan declarando que Eisenstein era su "huésped de honor". Al cabo de tres meses de inactividad, Eisenstein, que mientras tanto se había dedicado a empaparse de la atmósfera méxicana comenzó a rodar su !Qué viva México! (1932) y envió a Sinclair un tratamiento cinematográfico y un guión inacabado. 
El tema de la película lo constituía la historia de México y el "círculo eterno" de la muerte y el nacimiento. En el proyecto original se planteó que la película estaría conformada por un prólogo (que marcaría el paralelismo entre el pasado y el presente de México), un epílogo (un retrato del México moderno en contraste con el antiguo) y cuatro episodios: Sandunga (boda indígena en Santo Domingo Tehuantepec), Maguey (desencuentros entre campesinos en una hacienda porfirista), Fiesta (preparación de un torero previo a la corrida) y Soldadera (dedicado a reivindicar a la mujer revolucionaria). Este último episodio, inspirado en los trabajos de José Clemente Orozco. Eisenstein rodó 59.640 metros de película, un material que consideraba el mejor que había filmado nunca, y lo envío a Sinclair a Hollywood, para que fuese revelado. 
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