miércoles, 21 de septiembre de 2022

Rendimos un homenaje a Grace Kelly, "la princesa de Hitchcock" (II)

(cont.)
La actriz ideal del gran Hitchcock 
Pero sus primeros papeles, en sí mismos, son casi calcos de su vida. Modelo en Nueva York, es famosa entre los fotógrafos por su estricta modestia. Más tarde, en Hollywood, llevó una vida ordenada como joven modelo, colgando fríamente a los columnistas de cotilleos que le preguntaban si dormía desnuda o en pijama (recordemos el humor de la respuesta de Marilyn...). Es el género de señorita exquisita y distinguida, como se decía en su época. Digna hija de la puritana Filadelfia.
Grace Kelly en Solo ante el peligro (1951).
Su primer papel importante en la pantalla fue el de una joven cuáquera puritana y no violenta, junto a Gary Cooper, en la famosísima Solo ante el peligro (High Noon, 1952), de Fred Zinnemann. Distante, altiva, reservada. Pero que, de repente, estalla, al final, por un loco amor. La belleza fría esconde bien su juego, Hitchcock no tarda en detectarla. Sobre todo porque en Mogambo (1953), de John Ford, es la rival de su exacta antagonista, la morena, descarada y agresiva Ava Gardner, con Clark Gable. El más apasionado, el más peligroso no es el que crees.
Hitchcock está decidido: ella será la protagonista de su próxima película. Insiste, en contra del consejo de los productores. “Es un pescado frío, me dijeron. No me molesté en responder. Nunca me he dejado engañar por esta belleza glacial…” Y Grace Kelly ocupa su lugar en la larga lista de rubias y frías heroínas hitchcockianas, las Joan Fontaine, Ingrid Bergman, Eva Marie Saint, Kim Novak, Tippi Hedren. Mejor: será, a los ojos del propio maestro, la única y auténtica encarnación de su ideal de actriz.
Grace Kelly y Clark Gable en Mogambo (1953)
Hitchcock ha explicado a menudo su rechazo a las morenas engreídas y sexys. “Toma a una mujer hermosa con ojos negros y curvas opulentas, como Ava Gardner o Liz Taylor, de quien entendemos de inmediato que está tratando de engatusar a los hombres, llévala a una sala de estar donde hay un caballero. Si ella corre hacia él y le arranca los pantalones, podríamos estar sorprendidos, pero no totalmente sorprendidos. Si, por el contrario, es una rubia distinguida como Grace Kelly, traje Chanel y cortesía de frigorífico escandinavo, y hace exactamente lo mismo, no sólo nos escandalizaremos sino que, además, nos sorprenderemos muchísimo. Lo cual es mucho más emocionante. Por eso todas mis heroínas han sido rubias altas, elegantes y frías". Y a François Truffaut, precisó: “Si el sexo es demasiado llamativo y demasiado obvio, no hay suspense. Buscamos mujeres del mundo, verdaderas damas que se convertirán en cortesanas en el dormitorio”. Misterio y suspenso, frialdad y sensualidad: la regla de oro del gran Hitchcock...
(cont.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario