martes, 29 de julio de 2025

Pura nostalgia: El diablo se viste de Prada

El diablo viste de Prada (Devil's Wear Prada, 2006), de David Frankel, se basa en una novela de Lauren Weisberger.

En el vertiginoso mundo de la moda de Nueva York, la cumbre del éxito la representa la revista Runway, dirigida con mano de hierro por Miranda Priestly (Meryl Streep). Trabajar como ayudante de Miranda podría abrirle cualquier puerta a Andy Sachs (Anne Hathaway), si no fuera porque es una chica que destaca por su desaliño estilo dentro del grupo de guapísimas periodistas de la revista. Andy comprende muy pronto que para triunfar en ese negocio va a necesitar algo más que iniciativa y preparación. Y la prueba está delante de ella, vestida de pies a cabeza de Prada. El personaje de Meryl Streep se inspira en Anna Wintour, directora de Vogue en los Estados Unidos.
Lo
La película critica de forma elegante la frivolidad del mundillo de la moda, a través de personajes tan manipuladores como superficiales, capaces de juzgar a las otras personas únicamente por los zapatos que llevan. Se pone así en solfa la obsesión por las mujeres estilizadas y los gustos estéticos que están de moda en la actualidad, y que dan lugar a la polémica en las pasarelas. De esta forma, en un momento de la acción, Miranda llega a insultar a Andrea, la protagonista, calificándola de "gorda". Y eso que la actriz que la interpreta, Anne Hathaway, protagonista de Princesa por sorpresa, no es precisamente una muchacha oronda. También realiza un sarcástico retrato del mundo laboral, donde prima la ambición y se corre el peligro de dejar en un segundo plano las relaciones humanas, por un exceso de celo.


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