martes, 31 de octubre de 2023

Las 50 mejores películas de terror de la historia del cine (I)

Homenajeamos a los seguidores más incondicionales del género, con un listado de las películas más sobrecogedoras del séptimo. Realizamos una lista donde se realiza un viaje a través del tiempo, desde la etapa muda a la actualidad, que sirve, además de para disfrutar de gozosas sesiones dobles, para poder realizar un dibujo global de las diversas tendencias existentes en el género a través de los años, así como su particular relación con la coyuntura social, política, económica, etc., de la época vivida. Y es que el cine de terror, más que ningún otro género cinematográfico, ha servido como perfecta metáfora de los miedos existentes en la sociedad frente a las distintas amenazas (invisibles o visibles) que han recorrido el siglo XX.

50 - Seven (1995), de David Fincher

En una ciudad anónima azotada por la lluvia, los detectives Mills y Sommerset se enfrentan al caso más desconcertante de sus carreras. Se trata de un asesino en serie que comete sus atroces crímenes siguiendo la pauta de los siete pecados capitales. Un intenso, claustrofóbico y angustioso thriller cuya estética y narrativa sirvieron de fuente de inspiración posterior hasta la saciedad. Fue la segunda película del director David Fincher, cuya ópera prima, Alien 3, había recibido más críticas que alabanzas. Sin embargo, en su nuevo trabajo, el cineasta realizó una película que supo alejarse de todos los tópicos del género y construir un universo propio, tanto a nivel estético como narrativo (un tratamiento de personajes más profundo del habitual y un villano a la altura de los mejores del género). Todo ello convirtió a Seven en un inmenso éxito de taquilla que sirvió, además, para demostrar que su única intérprete femenina, Gwyneth Paltrow era bastante más que la entonces novia de Brad Pitt.
Brad Pitt, Kevin Spacey y Morgan Freeman en Seven (1995)

49 - Carrie (1976), de Brian de Palma

Carrie es una adolescente que vive con su madre, una fanática religiosa que le obliga a rezar constantemente y que no le permite tener amigos. Por eso, la joven es el hazmerreír de su clase y blanco de las burlas de sus compañeros. Pero lo que todos ignoran es que la muchacha posee unos enormes poderes psíquicos. Una broma cruel durante el baile de graduación de su instituto desencadenará una reacción inesperada y provocará una masacre. Esta película, la primera adaptación al cine de una novela de Stephen King, sirvió de trampolín a Brian De Palma. El director, gran admirador y deudor del cine de Hitchcock, demuestra aquí su dominio de la técnica, con trávelins circulares, planos secuencia y ralentís, que perfeccionaría más tarde en posteriores trabajos como Doble cuerpo (1984) y Los intocables de Eliot Ness (1987). Carrie obtuvo dos candidaturas a los Oscar para sus actrices protagonistas. La joven Sissy Spacek optaba a la estatuilla por su interpretación de la joven y Piper Laurie por su papel como madre de la muchacha, en su vuelta al cine tras un paréntesis de 15 años.
William Katt y Sissi Spacek en Carrie (1976)

48 - Cisne negro (Black Swan, 2010), de Darren Aronofsky

Nina, una joven bailarina, aspira a ser escogida como protagonista de “El lago de los cisnes”, con el reto adicional de que se trata de un doble papel, no sólo debe representar al puro cisne blanco de Odette, sino también al cisne negro Odile que trata de arrebatarle su amor. Para ello trabaja muy duramente, impelida por su posesiva madre Erica y por Thomas, el exigente director de la producción. Intensa película sobre el mundo de la danza, aunque muchas de sus ideas pueden aplicarse a cualquiera de las bellas artes. La cruda película, a modo de arriesgada fábula, habla de la fragilidad del artista y los excesos enfermizos por alcanzar su sueño,
Natalie Portman en Cisne negro (2010)

47 - The addiction (1995), de Abel Ferrara

Abel Ferrara aborda por primera vez el género de terror. Lo hace con una película de vampiros poco convencional. La protagonista, Kathleen, estudiante de filosofía, se interroga sobre la capacidad de obrar el mal que reside en el hombre. Atrocidades como las perpetradas por los nazis despiertan interrogantes que no encuentran respuesta. De pronto, en plena noche, es poseída por una vampira, que despierta su personal sed de sangre. El director, valiéndose de la leyenda de los vampiros, traza una curiosa parábola sobre el origen del mal. Hay una cuidada fotografía en blanco y negro, y buenos intérpretes. Pero el resultado es una película algo farragosa, de extrañas pretensiones, que avanza con insoportable lentitud. La amalgama de elementos filosóficos y religiosos, junto a otros sanguinolentos.
Lili Taylor en The Addiction (1995)

46 - Drácula (1958), de Terence Fisher

El conde Drácula cambia su residencia habitual en los Cárpatos para trasladarse a occidente. Una vez instalado, conoce a una joven, ya prometida, de quién se enamora. Empieza a visitarla por las noches, para ir bebiendo su sangre poco a poco, y convertirla así en su esposa. Pero el malestar que sufre la joven alerta a su familia, que contacta con el doctor Van Helsing, el encargado de acabar con el vampiro. A finales de los años 1950, la Hammer adquirió los derechos de adaptación de los clásicos de la Universal. La productora británica supo darles un nuevo enfoque a unos clásicos de terror que habían perdido con el tiempo encanto y popularidad. Así, tras el éxito de La venganza de Frankenstein, la compañía decidió mantener a su director, Terence Fisher, y sus protagonistas, Christopher Lee y Peter Cushing, para adaptar la novela de Bram Stoker. El resultado fue un éxito de público apabullante que, atraído por el nuevo tratamiento estético del mito, contribuyó a convertir la película en un clásico del género de terror.
(cont.)

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