martes, 26 de marzo de 2019

Toshio Matsumoto y su Funeral Parade of Roses (Bara no sôretsu, 1969)

Cinco semejanzas entre entre Funeral Parade of Roses (Bara no sôretsu, 1969) y La naranja mecánica (A Clockwork Orange, 1971), estrenada tres años antes que la película de Stanley Kubrick. Pero prácticamente desconocida en occidente, la cinta permaneció desconocida para el público hasta que fue reeditada y redistribuida en DVD a principios del siglo XXI. ¿El primer largometraje de Toshio Matsumoto es el misterioso inspirador de aquel...? Veamos porque en cinco puntos.  
De un lado, tenemos Funeral Parade of Roses o el destino de Eddie, joven transexual del Tokyo underground de los años 1960, marcado por las drogas, la violencia y la marginalidad, dirigido con una trayectoria edípica. Del otro, La naranja mecánica, relato de la vida de Alex, un joven esencialmente interesado por la ultraviolencia y Beethoven, en un lugar y en una época indeterminadas. A priori, nada tienen que ver. Y, sin embargo...
1. Sobre las escenas de uno y otro. 
Encontramos en la  película de Toshio Matsumoto varias escenas rodadas por Kubrick en color. En el trabajo de Matsumoto se suceden secuencias filmadas en planos fijos y acelerados, peleas o almacenamiento precipitado de la drogas, sobre las notas rápidas de una caja de música. Cuando los descubrimos hoy, estos guiños al cine mudo recuerdan instantáneamente este momento en que Alex, en La naranja mecánica, invita a dos mujeres jóvenes a una fiesta de de culos desnudos bajo la mirada de Beethoven y con un aire de Rossini.
Un poco antes, él las había visto en una tienda de discos lamiendo helados como los tres amigos transexuales de Matsumoto. Sin embargo, una diferencia sutil: en el japonés, es la trama la que acelera el despliegue de las imágenes y controla una música rápida (para ocultar las drogas antes de la llegada de los policías, es necesario ir rápido), mientras que en Kubrick, es la velocidad de la música que conduce a la aceleración de lo visible (a menudo en él la música precede a la imagen).
Malcolm McDowell en La naranja mecánica (1971)
2. Los ojos en una película y otra
Funeral Parade of Roses propone una relectura del mito del Edipo, Eddie acaba por cegarse. La ocasión de una audacia maravillosa: un plan subjetivo que defiende la mirada de la persona ciega. Así acaba la película, con Eddie, en la calle, despavorido. ¿Los dos globos oculares que cuelgan de la muñecas de Alex en la apertura de La naranja mecánica son los del japonés? Hoy, es obvio, Kubrick ha ido tan lejos para establecer una relación entre una película y otra... Un detalle para enfatizar que La naranja mecánica está también interesada principalmente en la cuestión de la mirada. 
Pîtâ en Bara no sôretsu (1969)
3.- Las máscaras de una película a otra
Si en Kubrick la mirada es, a menudo, la de un voyeur, en Matsumoto es la herramienta de un juego de engaños: el ojo se equivoca  permanentemente. Hay en Funeral Parade of Roses esa escena de pasear por una exposición llena de máscaras. Una voz en off proclama que cada hombre tiene la suya, y que muchas veces incluso tenemos varias. Entonces, cuando aparece el rostro feminizado de Eddie, nos preguntamos si la transexualidad consiste en ponerse una máscara o quitársela. Una cuestión de identidad que no es difícil de aplicar al personaje de La naranja mecánica. Él también se pone una máscara cuando se expone a la luz ultravioleta, pero es real, con una larga nariz fálica de Pinocho. Entonces, ¿está mintiendo a su propia naturaleza o realmente se está convirtiendo en él mismo? 
4. Las drogas en una película y otra
En cualquier caso, Alex se droga con la violencia, como sugiere el sobrenombre que eligió para su banda de matones (drugos). ¿Cuánto se disgustó en ministerio del Interior por ello? Se le somete al tratamiento Ludovico, que consiste en ser expuesto a formas extremas de violencia, forzándolo a mirar escenas cinematográficas muy violentas en una pantalla. Alex es incapaz de apartar la mirada de la pantalla, ya que su cabeza está inmovilizada y sus párpados abiertos por un par de ganchos. También es drogado antes de ver las películas, para que asocie las acciones violentas con el dolor que estas le provocan. Para evitar la irritación de los ojos, un ayudante le ponenconstantemente colirio. O Funeral Parade of Roses se colocan con una clase de LSD poniéndose una gota en el ojo. Una manera para Matsumoto de explicitar su trabajo en la distorsión de las percepciones, a lo que Kubrick propondrá una prolongación.
5.- La sexualidad de una película y otra
¿Y si Alex en realidad era transexual? No, era sólo una broma. 

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