domingo, 20 de octubre de 2013

Biografías de cine: Mervyn Leroy (IV)

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Unholy Partners (1941). Historia de sensacionalismo periodístico en el Nueva York de 1920. El editor Bruce Corey hará lo que sea con tal de que su publicación salga adelante. Incluso aliarse con un peligroso gángster que financie su proyecto. Esto hace que sus editoriales sean bastante benévolos con las actividades de dicho individuo. Cuando Bruce va descubriendo más cosas sobre su nuevo socio, su código ético comienza a resentirse. El problema se agrava cuando su joven ayudante comienza a enamorarse de la novia del gángster. Gran película, a medio camino entre la denuncia y el cine negro, que ofrece distintos puntos de vista sobre la libertad de prensa y el papel de los medios de comunicación para mantener su autonomía. Cuenta con un inspirado Edward G. Robinson en el papel principal, que lleva con vigor y energía todo el peso de la acción.
Senda prohibida (Johnny Eager, 1941). Robert Taylor es el Johnny Eager del título original, cabecilla de una banda de delincuentes que, camuflados en operaciones legales, ha conseguido burlar la acción de la justicia hasta el momento. Sus problemas comenzarán cuando se enamore de Lisbeth (Lana Turner), una joven estudiante de psicología que resulta ser la hijastra de un abogado del distrito que persigue sus actividades delictivas. Dominando a la perfección los mecanismos del género, el papel más jugoso de la función recayó en Van Heflin como Jeff Hartnett, un alcohólico que es la mano derecha del gángster. El actor consiguió un Oscar por su trabajo.
Niebla en el pasado (Random Harvest, 1942). Un hombre que padece amnesia a causa de una herida de guerra, se casa con una mujer a la que no podrá recordar cuando recupere la memoria. La sufrida esposa pondrá todo su empeño en hacer revivir su amor por ella. Basada en el relato de James Hilton, este excelente melodrama dirigido por Mervyn LeRoy, es una apasionante historia de amor, no exenta de suspense. Ronald Colman y Greer Garson dan vida a este singular matrimonio, con gran convicción. Sin duda la fuerza de sus interpretaciones contribuye al magnífico resultado final. La película obtuvo siete nominaciones a los Oscar, incluidas las de mejor película y mejor director.
Madame Curie (1943). Etapa de la vida de la científica polaca Marie Curie que tras casarse con Pierre Curie, inician juntos experimentos en su laboratorio, alcanzando fama mundial por lograr aislar dos nuevos elementos químicos: el polonio y el radio. Ganó el Premio Nobel de Física en 1903 pero años después, Pierre murió trágicamente al ser atropellado por un camión. Marie Curie prosiguió sus investigaciones, asumiendo, además, la cátedra de su marido en la Universidad. Años más tarde recibió el Premio Nobel de Química. Siete nominaciones a los Oscar, obtuvo este film, incluyendo película, actriz y actor, entre otros. Mervyn LeRoy reemplazó en la dirección a Albert Lewin, que iba a llevar la batuta del film en un primer momento.
Treinta segundos sobre Tokyo (Thirty Seconds Over Tokyo, 1944). Inteligente cine de propaganda, rodado en plena Segunda Guerra Mundial. Basado en el libro de Robert Considine y el oficial del ejército Ted W. Lawson, fue convertido en guión cinematográfico por Dalton Trumbo, después defenestrado en las "listas negras" al ser acusado de comunista. El film se centra en la misión supersecreta del ejército estadounidense, que debe servir como respuesta al cobarde ataque japonés a Pearl Harbor. Durante una temporada los pilotos entrenarán con los Mitchell B-25, para poder lograr despegar en pistas de tan sólo 150 metros. Y es que, en efecto, su misión consistirá despegar de un portaviones cercano a la costa japonesa, para bombardear objetivos militares en Tokio y otras ciudades, todo un golpe al corazón de la moral nipona. Entre los protagonistas destacan Spencer Tracy, como el oficial Doolitle, y Van Johnson, cuyo personaje, el Lawson antes mencionado, llega a sufrir la amputación de una pierna. Rodeada de gran aceptación popular -es magnífico el retrato del enamorado matrimonio Lawson, que esperan un niño, una mirada a cómo afecta la guerra a los civiles-, logró un Oscar a los mejores efectos especiales (A. Arnold Gillespie, Donald Jahraus, Warren Newcombe y Douglas Shearer) y una nominación para la fotografía en blanco y negro de Robert Surtees y Harold Rosson. Y es que en efecto, las escenas de los ataques aéreos y en China son sobresalientes, y se utilizó en parte auténtico material documental.
Sucedió en el tren (Without Reservations, 1946). Kit Madden es una novelista que se dirige en tren hacia Hollywood para colaborar en la película en la que se basa su nuevo libro 'Aquí está el mañana'. Durante el trayecto conoce al marine Rusty Thomas, un caballero con el que comentará las ideas del libro sin saber que ella es la autora. Pronto, Kit comprobará que Rusty no está del todo de acuerdo con lo que dice la novela. Al igual que en Sucedió una noche de Frank Capra, en esta comedia romántica dos desconocidos hacen amistad en el transcurso de un viaje. John Wayne dejó por un momento las espuelas y el caballo para meterse en la piel de un marine que conquista a la alegre escritora Claudette Colbert, preocupada por no encontrar al actor de la película, pues Cary Grant ha rechazado el papel. La Colbert vuelve a demostrar que en la comedia se mueve como pez en el agua.
La rival (Homecoming, 1948). Melodrama que volvía a reunir a la pareja Clar Gable-Lana Turner tras Quiero a este hombre (1941) y una vez había salido a la luz un supuesto romance entre ambos. Esta vez dirigidos por Mervyn LeRoy y bien acompañados por Anne Baxter, Gladys Cooper y Cameron Mitchell. El filme sigue las constantes del cine de posguerra, intentando mostrar cómo este conflicto había cambiado la vida de millones de personas trágicamente. A pesar de sus buenas intenciones, lo cierto es que nunca acaba de arrancar del todo y sus casi dos horas son algo excesivas. Gable es un reputado médico, felizmente casado, que es llamado a filas. Durante la guerra se enamora de una enfermera, por lo que se replantea toda su existencia y su felicidad conyugal.
¡Hagan juego! (Any Number Can Play, 1949). Melodrama sobre la adicción al juego en el cual el propietario de un casino con problemas de conciencia intenta arreglar las cosas con su mujer e hijo. Cuando éste comienza a tener malas compañías y entra en prisión, su padre le hace recapacitar para que no pierda la vida como él en negocios sucios y deudas de juego. La novela de Edward Harris Heth fue transformada en un recio guión por Richard Brooks, quien debutaría en la dirección un año después con Crisis. La cinta cuenta con una atractiva pareja protagonista: Clark Gable –en otro de sus personajes ambiguos pero de buen corazón– y Alexis Smith, que representan un matrimonio, aun con la notable diferencia de edad que existía entre ambos: mientras ella era una moza de 28 años, la estrella del bigote ya rozaba la cincuentena y estaba en el declive físico de su carrera.
Mujercitas (Little Women, 1949). A mediados de siglo XIX, cuatro hermanas muy diferentes entre ellas (Meg, Jo, Amy y Beth) viven felices con su madre y esperando noticias de su padre que se encuentra en la guerra. Meg es la responsable hermana mayor, Jo es la rebelde que quiere ser escritora, Amy es la más presumida y amante de la pintura y la pequeña Beth es la dulce y frágil, al mismo tiempo. La película narra el paso de los años de estas muchachas, su madurez, sus preocupaciones, deseos, alegrías y tristezas. Sus vecinos y amigos siempre están al lado de estas jovencitas de gran corazón. Deliciosa película clásica protagonizada por Janet Leigh, Elizabeth Taylor, Margaret O'Brien y Peter Lawford, entre otros. El film es una adaptación de la novela de Louisa May Alcott, que ya contaba con una versión en 1933 de George Cukor con Katharine Hepburn. El film de Mervyn LeRoy con el agradable technicolor se ha convertido en una maravillosa película.
Mundos opuestos (East Side, West Side, 1949). Una mujer (Barbara Stanwyck) cree que su marido (James Mason) no es sólo un adúltero sino que también ha cometido un crimen en la persona de su amante (Ava Gardner). Fallido melodrama de la Metro a pesar de que contaba con todos los alicientes de éxito de la compañía: excelente director como Mervyn LeRoy, un equipo técnico de primera categoría con el vestuario de Helen Rose y la música de Miklós Rózsa, y un reparto increíble con nombres como los de James Mason, Barbara Stanwyck, Ava Gardner, Van Heflin y Cyd Charisse. Además, su trama provenía de una conocida novela de Marcia Davenport. Rodada durante ocho semanas con una gélida relación entre Stanwyck y Ava Gardner, en su estreno el público no respondió y la crítica no fue nada magnánima definiéndola como: “Un cero como triángulo amoroso y un film equivocado que no sabe si es melodrama o cine negro.
En los 50, coincidiendo con la decadencia del sistema de producción, coproduciendo y distribuyendo primero a través de la MGM y luego de la Warner. A finales de la década no producía y dirigía nada más que una película al año, sistema que mantuvo durante la primera década de los 60:
Quo Vadis? (1951). Marco Vinicio es un guerrero que regresa a Roma después de tres años de batalla. A su llegada conoce a Lygia, una cristiana de la que se enamora, y pide al emperador Nerón que se la ceda, porque ella es una esclava de Roma. A pesar de su condición de guerrero, Lygia no puede evitar enamorarse de él. Entre medias, tendrá lugar los acontecimientos históricos de Roma y lo que aconteció al pueblo cristiano. Superproducción de la Metro sobre los primeros cristianos, basada en la novela de Henryk Sienkiewicz, que obtuvo ocho nominaciones a los Oscar, incluyendo mejor película, mejor actor de reparto, y mejor fotografía. Los guapos protagonistas Robert Taylor y Deborah Kerr fueron el principal reclamo, actores de moda, que estuvieron bien respaldados por un cínico y algo extravagante Peter Ustinov, en el papel de Nerón. Sophia Loren y Elizabeth Taylor hacen un cameo. La mezcla entre religión, cine histórico y romance eran los ingredientes perfectos para el buen cine de la época, y si a eso se le añaden grandes interpretaciones, el resultado es estupendo. Escenas gloriosas y decorados majestuosos que dejan huella en la retina, y convierten el film en una de las mejores producciones bíblicas de todos los tiempos. Ya en 1902, el pionero del cine francés Ferdinand Zecca hizo una primera versión muda de Quo Vadis?, y posteriormente se rodó una adaptación italiana, de Enrico Guazzoni. En 1949 la novela se volvió a poner de moda, y MGM decidió hacer una versión sonora y en color, en principio con Elizabeth Taylor y Gregory Peck. También se habló de Lana Turner y Alec Guinness recomendó a Mervyn LeRoy fichar a una actriz europea prometedora, que finalmente fue descartada porque no la conocía nadie. Se llamaba Audrey Hepburn.
El amor nació en París (Lovely to Look at, 1952). Un empresario de musicales recibe como herencia de su tía la mitad de una tienda de modas en la ciudad de París. Así que hasta allí viaja en compañía de sus dos socios, para intentar convencer al otro dueño que compre su parte y poder financiar así un show en Broadway. Cuando descubren que la otra mitad pertenece a dos atractivas jovencitas y que, además, el negocio está casi en la quiebra, los tres amigos deciden quedarse y reflotar la tienda. Mucho lujo, diversión y números musicales, rodados a todo color, en una nueva versión de un clásico de Fred Astaire y Ginger Rogers llamado Roberta (1935). En esta ocasión se contó con un gran reparto compuesto por Kathryn Grayson, Howard Keel, Ann Miller y la exuberante Zsa Zsa Gabor. Mantiene las canciones del original de Broadway, obra de Jerome Kern y Otto Harbach, entre ellas Smoke Get in Your Eyes (El humo ciega tus ojos), que sería popularizada por The Platters en una melosa versión.
La primera sirena (Million Dollar Mermaid, 1952). Convencional biopic sobre la nadadora australiana Annette Kellerman (1887-1975), todo un hito en el mundo de las piscinas al convertir en deporte olímpico la natación sincronizada, y que además fue actriz y escritora, y realizaba números en las ferias. Por supuesto, Hollywood aportó las dosis necesarias de romance, superación personal, canciones y final feliz a la historia, contando para ello con el protagonismo de su particular "sirena" Esther Williams. El film contiene espectaculares secuencias acuáticas de ballet de tipo caleidoscópico, coreografiadas por Busby Berkeley. Candidatura al Oscar para la fotografía en color de George J. Folsey. Annette Kellerman fue desde muy joven una campeona de natación en su país. Cuando su familia se trasladó a Londres, comenzó a mostrar sus habilidades recorriendo a nado el río Támesis. Esto la llevó a Boston, donde protagonizó un singular escándalo para la época al llevar un bañador que dejaba las piernas al descubierto, lo que era necesario para nadar, pero que para las costumbres de entonces resultaba indecente. El film muestra la preocupación paterna por el futuro de su hija nadadora, y el interés, también amoroso, del feriante James Sullivan, que sabe valorar las cualidades acuáticas de Annette y sacarles rendimiento económico.
Mi amor brasileño (Latin Lovers, 1953). Romántica comedia musical de cambio de parejas, donde una rica y atractiva heredera cree que todos los hombres que la cortejan lo hacen por su dinero. Cuando su última conquista tiene que viajar a Brasil por cuestiones de negocios, ella decide seguirle al exótico país sudamericano. Una vez allí, el clima sensual de baile y playa hace que mientras ella se siente atraída por un millonario latino, su novio encuentre otra pareja en la persona de una secretaria. El cuarteto principal es ciertamente atractivo, con Lana Turner, Ricardo Montalbán, John Lund y Jean Hagen. La cinta iba a ser protagonizada por otro latin lover como Fernando Lamas, por aquel entonces amante de Lana Turner. Pero tras romper, la estrella femenina eligió a otro actor para el papel.
Rose Marie (1954). Colorista adaptación cinematográfica de una opereta de gran éxito en Broadway, estrenada en 1924 y escrita por Rudolf Friml y Oscar Hammerstein, que ya contaba con dos versiones homónimas en el cine: una muda de 1928 dirigida por Lucien Hubbard, con Joan Crawford y James Murray; y otra en 1936, con los célebres Nelson Eddy y Jeannette MacDonald de protagonistas. En esta ocasión, se rodó en cinemascope y produjo con todo lujo MGM, lo que hizo que se cambiaran algunas cosas con respecto al original, aligerando las canciones y colocando un magnífico prólogo instrumental de nueve minutos dirigido por Alfred Wallenstein. Lo más reseñable resultó el número musical de sacrificio indio protagonizado por Rita Moreno. La historia sigue siendo la misma, el romance entre un trampero canadiense y una mestiza.
La pelirroja indómita (Strange Lady in Town, 1955). Aunque la mayoría de títulos del oeste tenían protagonismo masculino, en esta ocasión es una mujer –la pelirroja del título, que no es otra que Greer Garson– el auténtico motor de la historia. Todo arranca en el Nuevo México de 1880, cuando dicha localidad recibe su nuevo residente médico en la figura de Julia Winslow, que ha conseguido el puesto gracias a los avances del movimiento sufragista norteamericano. Los recelos de la gente a que sea una mujer quien les diagnostique –y no digamos que les osculte–, también aparecen en el otro doctor de la zona, Rourke O’Brien, que no cree que esta sea una profesión adecuada para una mujer. La aparición de un pistolero, hermano de la doctora, y de los indios, acabará por darle a la película el tono aventurero deseado.
Aunque sus métodos no cambiaron gran cosa, a Le Roy le fue comercialmente mejor a finales de los 50 y comienzos de los 60, período en que se dedicó a adquirir los derechos de novelas y obras de teatro de éxito reconocido para su adaptación al cine: 
Al borde del infierno (Toward the Unknown, 1956). Película filmada con gran realismo y donde se contó con la colaboración de las Fuerzas Armadas Norteamericanas, en especial en sus arriesgadas secuencias aéreas. Además, su guionista Beirne Lay Jr. fue piloto de un B-17 durante la II Guerra Mundial y su director Mervyn LeRoy ya era un maestro en películas de exaltación del ejército, como la notable Treinta segundos sobre Tokyo (1944). El mayor Lincoln Bond (William Holden) es un piloto caído en desgracia desde que fue mentalmente torturado durante la guerra de Corea. Su intención es recuperar el prestigio perdido y volver a volar, con lo que deberá probar su valía y honestidad. Le ayuda su novia, a la sazón secretaria del general. El largometraje supuso el debut en pantalla del actor James Garner.
Mala semilla (The Bad Seed, 1956). Rhoda es una niña lista y sibilina con cara de ángel, pero tras esa tierna faz y esas trencitas rubias se esconde un ser malvado. Cuando una serie de accidentes se van sucediendo, donde incluso un niño de su colegio muere ahogado, Christine, la madre de Rhoda, empieza a sospechar que su hijita esté posiblemente detrás de todo. Thriller inquietante protagonizado por Nancy Kelly, en el papel de la madre, que fue nominada al Oscar como mejor actriz. En general, los niños y el cine de terror forman una combinación perfecta para imbuir en el espectador ese suspense y escalofrío que se quiere conseguir. Esta película no se queda atrás y la pequeña Patty McCormack trasmite esa mezcla de dulzura y malicia al mismo tiempo; por ello consiguió ser nominada a la estatuilla como actriz de reparto. También Eileen Heckart logró ser candidata al Oscar como la madre del chiquillo ahogado.Es cierto que a veces domina cierta teatralidad en la puesta en escena, pero también hay momentos de puro cine, con un estupendo uso de la tonadilla que la niña suele tocar al piano, en el momento en que muere carbonizado cierto personaje, y en el clímax de una noche de tormenta.
Después de la oscuridad (Home Before Dark, 1958). Melodrama de suspense en el cual Charlotte Bronn regresa al hogar junto a su marido, después de superar una de sus crisis nerviosas. Allí también vive en compañía de su hermanastra Joan, de quien Charlotte sospecha que puede haber mantenido un romance con su esposo durante su ausencia. Esto la lleva de nuevo a dudar de su salud mental. Adaptación de una novela de Eileen Bassing donde se pretende profundizar en la personalidad psicológica de los personajes, sin juzgar del todo sus acciones y dejando tal tarea al sentido común del espectador. La crítica alabó principalmente la actuación de Jean Simmons como la desequilibrada protagonista, recibiendo una nominación al Globo de Oro y el premio como mejor actriz por los críticos de Nueva York. No menos estupenda está Rhonda Fleming como su lasciva hermanastra.
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