miércoles, 16 de octubre de 2013

Biografías de cine: Mervyn LeRoy (II)

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Entre 1930 y 1939 Le Roy dirigió 33 películas, desde películas “rápidas” y de bajo presupuesto hasta importantes producciones de la serie A, tocando todos los géneros posibles (salvo el western): comedias, melodramas, películas de gánsteres, historias románticas, películas sociales y musicales. Su propia reputación creció paralelamente a la de la Warner:
Piernas triunfadoras (Playing Around, 1930). Basada en la obra Sheba, escrita por Viña Delmar, la historia nos presenta a la mencionada Sheba Miller como una cantante que se ve envuelta en los negocios sucios de un mafioso llamado Nick. Cuando descubre que éste es un criminal que acaba en prisión, Sheba intentará recuperar el amor de su antiguo novio Jack. O sea, un poco de argumento para alegrar la vida al público con números musicales. El largometraje constituía la sexta colaboración entre el director Mervyn LeRoy y la rubia Alice White tras El hacha de la clase, Naughty Baby, Broadway Babies, Hot Stuff y Yo quiero un millonario. White (1904-1983), fue una de las estrellas de la Warner en la transición del mudo al sonoro, rebelándose como una estupenda comediante, bailarina y cantante. Se retiró de la profesión a finales de los 40 para regresar a su antigua profesión de secretaria.
Su éxito (Show Girl in Hollywood, 1930). Show Girl era una película de 1928, basada en la novela de J.P. McEvoy, donde una chica de provincias llamada Dixie Dugan triunfaba en Broadway como bailarina y cantante. Su actriz protagonista, Alice White, volvió a retomar el personaje en Su éxito, donde Dixie llega hasta Hollywood para participar en una película titulada 'La chica del Arco Iris'. Sin embargo, el carácter agresivo del director hace que la estrella de la cinta, Donna Harris, tenga una crisis nerviosa. Es entonces cuando, con la producción a punto de la ruina, Dixie toma las riendas del asunto. Comedia dirigida con acierto por Mervyn LeRoy, y en la que se incluye un número musical en color donde, figurando el estreno de la película en cuestión, aparecen esporádicamente algunas estrellas de la Warner como Loretta Young, Al Jolson y Walter Pidgeon.
Numbered Men (1930). Al contrario que la otra cinta de temática carcelaria rodada por LeRoy poco después (Soy un fugitivo), en esta ocasión encontramos escasa credibilidad ante lo narrado, a pesar de que se filmó en localizaciones del penal de San Quintín. Se trata de un melodrama adaptado de la obra teatral Jailbreak, de Dwight Taylor, convertida en guión por el dúo Alfred A. Cohn y Henry McCarthy. En ella asistimos a bastantes tópicos dentro del género como el falso culpable (Raymond Hackett), el recluso que tiene un plan para escapar (Ralph Ince) y la chica de turno que aparece en la cárcel como si nada (Bernice Claire). También aparece un secundario llamado William Holden que no tiene nada que ver con el célebre actor.
A toda marcha (Top Speed, 1930). Comedia musical, aunque más centrada en el primer género que en el segundo. No en vano su protagonista principal es el actor Joe E. Brown, que solo con las muecas de su rostro era capaz de provocar la hilaridad entre el respetable.  Aquí es un humilde empleado que sueña con ser millonario y conseguir las cosas que nunca ha tenido. Su suerte parece cambiar cuando gana el premio de un crucero, encontrando allí al amor de su vida. El propio Brown entona algunas canciones, entre las que se encuentran melodías paródicas compuestas por los guionistas Kalmar y Ruby (Goodness Gracious y Keep Your Undershirt), y otras más serias obra de Al Dubin y Joe Burke como As Long As I have You and You Have Me.
Hampa dorada (Little Caesar, 1931). Hampa dorada es hoy considerada como uno de los títulos clásicos que dio a luz el cine negro de los años treinta. Esta película narra el ascenso y caída dentro del mundo del hampa de Cesare Bandello conocido por todos como "Little Caesar", alias Rico. Fue protagonizada por Edward G. Robinson, que junto a actores como James Cagney y Humphrey Bogart se especializó en este tipo de papeles. Douglas Fairbanks coprotagoniza esta película dando vida a Joe Massara, el mejor amigo de Rico, pero que finalmente le traiciona delatándole a la policía. Si bien hoy algunos de sus planteamientos pueden resultar ingenuos, el paso del tiempo no ha estropeado esta película que sin duda sirvió de fuente de inspiración a títulos posteriores de cine negro. Mervyn LeRoy dirige esta película que recrea magníficamente aquellos años de timbas clandestinas que surgieron bajo el amparo de la Ley Seca.
Gentleman's Fate (1931). Uno de los primeros títulos sonoros de la estrella del cine mudo John Gilbert del que se intentaba hacer una estrella también del sonoro. Algo que nunca se pudo certificar, ya que fallecería de un ataque al corazón con tan sólo 39 años. Aquí realiza una de sus mejores interpretaciones en el cine hablado, como un contrabandista enamoradizo que termina trágicamente cuando intentaba redimirse. Su personaje, Jack Thomas, ha estado durante años creyendo que su padre estaba muerto. Pero éste regresa, ahora muy enfermo, confesándole que ha permanecido oculto durante años, mientras le protegía en la sombra de las malas compañías que frecuentaba.
Too Young to Marry (1931). La obra teatral Broken Dishes de Martin Flavin, había despertado bastante expectación en su estreno neoyorquino ya que en ella intervenía Bette Davis. Para su traslación al cine la Warner no contó con la actriz, sino que eligió como reparto femenino a Loretta Young, Emma Dunn y Virginia Sale. Su acción se sitúa en un pequeño pueblo, donde un hombre va viendo cómo toda su familia se va marchando de su lado, por lo que comienza a cambiar su actitud con respecto a la hija que aún permanece con él. Así, ante la desaprobación de su esposa, permite que ella se case con el joven que realmente ama. Curiosamente la pareja de enamorados estaba interpretada por Loretta Young y Grant Whiters, que estaban casados durante el rodaje, pero que ya tenían firmado el divorcio cuando se estrenó la película. Y el motivo tenía mucho que ver con el título original del film: ella, que contaba 17 años por aquel entonces, era “demasiado joven para casarse”.
Broadminded (1931). La idea no es otra que la de reinventar la comedia surrealista en la mejor tradición de los hermanos Marx –no en vano, los guionistas Kalmar y Ruby fueron asiduos al cine de los hermanos–, repleta de gags, situaciones imposibles, enredos varios y mucho disparate. Dos compañeros de juergas (el mencionado Brown y William Collier Jr.) arman la bronca por donde van, camino de Los Ángeles, incluyendo aventuras amorosas con todas las muchachas que encuentran y un encuentro especial con un mexicano llamado Pancho, encarnado nada menos que por Bela Lugosi. Supuso la segunda comedia consecutiva conjunta del director Mervyn LeRoy y el cómico Joe E. Brown tras A toda marcha, y estaba especialmente diseñada para las gracias varias –y muy discutibles– del actor.
Sed de escándalo (Five Star Final, 1931). El editor de un importante periódico quiere dar un empujón a su tirada y para ello decide sacar a la luz un caso de asesinato de hace 20 años. La autora fue Nancy Voorhees, que disparó contra su amante. Pero ahora, años después, ella es una feliz madre de familia y claro está, no quiere remover su pasado.
Local Boy Makes Good (1931). Primera de las numerosas obras teatrales que Mervyn LeRoy adaptaría al cine de forma consecutiva ya que, después de este título rodaría High Pressure, The Heart of New York, Dos segundos y Big City Blues... ¡en el mismo año! En esta ocasión, Local Boy Makes Good provenía del texto de J.C. Nugent y Elliot Nugent, que ya había sido llevado al cine en 1928. En ella, el experto en muecas Joe E. Brown es un ingenuo estudiante de botánica enamorado perdidamente de una bella muchacha, a la que escribe imaginarias cartas de amor diciéndole que es un consumado atleta. Sin embargo, el engaño se hace realidad cuando, casualmente, descubre que es un gran velocista y es fichado por el equipo de la Universidad.
Esta noche o nunca (Tonight or Never, 1931). Divertida comedia de enredo en torno a una diva de la ópera cuyo representante le reprocha falta de pasión al cantar, tal vez por carecer de verdadero amor en su vida. Gloria Swanson encarna a la cantante.
High Pressure (1932). Sencilla farsa procedente del teatro, según un texto de Aben Kandel. En la misma, Gar Evans (William Powell, tan encantador como de costumbre) se involucra en el proyecto de fabricar un producto artificial que puede convertirle en un magnate de los negocios. El principal problema es que el inventor ha desaparecido de la circulación y que todo el proyecto puede venirse abajo. Por supuesto, todo culminará felizmente para Gar, incluyendo la relación con su chica (Evelyn Brent). Contiene buenos diálogos y una idea original de inicio. Esto hizo que la propia Warner volviese a producir la misma película, pero con actores franceses y titulándola Le bluffeur. Para sacarle todo el provecho, la misma productora haría una nueva versión en 1936 con el nombre original de la obra: Hot Money
The Heart of New York (1932). Adaptación de una obra de David Freedman que se estrenó en Nueva York en 1929, con los mismos actores que protagonizarían el film: Joe Smith y Charlie Dale, que eran bastante célebres en la ciudad de los rascacielos por un sketch cómico llamado Dr. Kronkheit. Todo comienza cuando un fontanero inventa una revolucionaria máquina para lavar y, gracias a ello, se hace millonario. Sin embargo todo parece irle mal en este nueva situación, sobre todo cuando su díscola hija amenaza con tener todo tipo de aventuras amorosas.
Dos segundos (Two Seconds, 1932). El comienzo del film es realmente brillante, ya que John Allen está a punto de ser ejecutado en la silla eléctrica. En los últimos dos segundos de su vida, rememora cómo ha llegado a esta situación: su empleo, su afición a la bebida, su matrimonio y la infidelidad de su esposa. Basada en una obra de teatro de Elliott Lester, el largometraje mantiene un buen pulso de tensión gracias a una victimista interpretación de Edward G. Robinson, en otro de sus clásicos papeles de hombre atormentado por las circunstancias de la vida. Además, su final aporta un toque filosófico, poco frecuente en el cine americano de la época, pues no justifica ni rechaza las acciones del protagonista.
Big City Blues (1932). Tragicomedia que parte del convencional argumento del paleto de Indiana que hereda una gran fortuna y parte hacia la ciudad de Nueva York. Allí, y con los malos consejos de su primo, descubrirá la buena vida, las mujeres, las juergas con alcohol y, cómo no, los problemas cuando tras una descontrolada borrachera una muchacha aparece asesinada. Versión cinematográfica sobre la obra teatral de Ward Morehouse que, entre algunas situaciones cómicas, intentaba concienciar al espectador de los problemas de la gran ciudad y la vida disoluta. En el reparto, además de la rubia Joan Blondell, aparece un jovencito Humphrey Bogart.
Tres vidas de mujer (Three on a Match, 1932). Película que consiguió estrenarse antes de que entrase en vigor el código de censura en Norteamérica y que, por ello, contiene alusiones a las drogas, la infidelidad y la lujuria femenina, resultando las protagonistas bastante sensuales y atrevidas.La historia es la de tres amigas que, después, de muchos años sin verse, vuelven a juntarse: Vivian se ha casado con un rico abogado y tiene un niño, Mary es una muchacha frívola que ha estado en un correccional, y Ruth es una secretaria. Las vidas de las amigas se entrelazarán de nuevo participando en un crucero que acabará involucrándolas con unos mafiosos. Las tres muchachas son, por este orden, Ann Dvorak, Joan Blondell y Bette Davis, dentro de un nutrido reparto en el que aparece brevemente Humphrey Bogart (como uno de los delincuentes). La propia Warner rodaría otra versión sobre el tema –ya más comedida en cuanto al comportamiento de las chicas– titulada Broadway Musketeers (1938).
Soy un fugitivo (I Am a Fugitive from a Chain Gang, 1932). Película basada en la autobiografía de un auténtico recluso llamado Robert E. Burns. Para los que aseguran que Hollywood siempre busca el happy end, aquí tienen un buen contraejemplo: en la vida real, las cosas acabaron bien, pero en esta película, que denuncia el sistema carcelario estadounidense, algo inusual en los años 30... La trama sigue a un veterano de la I Guerra Mundial, con dificultades para conservar sus distintos empleos, y que acaba dando con sus huesos en la cárcel por un delito en el que no ha intervenido. Tras diversas penalidades consigue fugarse, y reintegrarse bajo una identidad falsa. Pero de modo semejante a como le ocurre al Valjean de Los miserables, el sistema no le ayuda a llevar la anhelada vida honrada que se está procurando. Paul Muni hace una composición memorable, mientras Glenda Farrell da vida a la esposa chantajista. El film, que contiene todas las claves del subgénero carcelario, levantó las protestas de las autoridades de Georgia, que buscaron su prohibición, aunque el estado ni siquiera se mencionaba en el metraje. Finalmente parece que contribuyó a suavizar el duro sistema penal que se aplicaba allí.
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