viernes, 9 de julio de 2021

Película por episodios: la moda de los años sesenta sigue en boga (III)

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En Historias extraordinarias (1968), hay que evitar, lamentablemente, a Jane Fonda en Metzengertein, dirigida por Vadim. Y Bardot y Delon en William Wilson, dirigido por Louis Malle. Por otro lado, nos dirigimos rápidamente al tercer episodio, firmado por Federico Fellini. Toby Dammit es un actor-estrella británico. Llegado a Roma para rodar el primer western católico de la historia del cine (sic), acaba encontrándose con el diablo, disfrazado de una chica rubia que juega con una pelota redonda como una cabeza... Cuarenta minutos sublimes de extravagancia y de burla: en una ciudad que parece una pesadilla de ciencia-ficción, un ángel borracho (Terence Stamp) recita a Shakespeare frente a esnobs, durante una ceremonia cinematográfica que anuncia, con medio siglo de antelación, el Caesar del año 2021.
Terence Stamp en el episodio Toby Dammit, de Federico Fellini, en la película Historias extraordinarias (1968)
Siete minutos y cuarenta y cinco segundos, el tiempo de dos canciones: Ti amo, de Umberto Tozzi, y All by myself, de Eric Carmen. En el episodio casi mudo de ¡Que viva Italia! (I nuovi mostri, 1977), una azafata (Ornella Muti), en una escala entre dos vuelos, cruza, alrededor de una piscina, la persigue la mirada ardiente y oscura de un chico guapo (Yorgo Voyagis). Flirtear. Baile. Noche abrasadora... Por la mañana, antes de que ella se embarque, él le regala el recuerdo musical de su encuentro. Y entonces…
 Ornella Muti yYorgo Voyagis en el episodio Sin palabras de ¡Qué viva Italia! (1977)

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