martes, 14 de enero de 2020

Doce películas de Jean-Luc Godard, que hay que ver, al menos, una vez en la vida (I)

Este año, Jean-Luc Godard cumplirá 90 años (concretamente, el 3 de diciembre de 2020). Aprovechamos el acontecimiento para realizar una selección de su cinematografía, cariñosa y totalmente subjetiva, pero organizada de manera eficaz por orden cronológico, de doce películas del formidable  creador vanguardista, uno de los miembros más influyentes de la Nouvelle Vague. 
Los títulos de las películas de Godard son como haikus, cortos y llenos de significado. Podemos divertirnos ensamblándolos, seprándolos. Jugando con las palabras, Godard lo hizo antes que nosotros, por supuesto. A propósito de Yo te saludo, María (Je vous salue Marie, 1984), dijo:
"En María hay que amar" o, evocando a Truffaut: "Iremos a ver, de nuevo, Fahrenheit 451 (1966)... una y otra vez...". Divertirse, a nuestra vez, con los títulos de sus películas, es escribir oraciones con poesía improvisada, todo extrañamente melancólico: "Pierrot el loco está sin aliento este fin de semana"; "¡Salve quién puede vivir como La Chinoise fue a vivir la suya en Alphaville!"; "Nombre Carmen, dicen los carabineros al detective que vino a alabar el amor..."; "Por desgracia para mí, la nueva ola está separada..." Divertidos poemas surrealistas de Oulipo que Raymond Devos ciertamente no habría negado. El humorista enamorado de las palabras empuja la canción en Pierrot le fou y no es casualidad...
Si los títulos son bien conocidos, ¿hemos visto todas las películas? Entre los muchos largometrajes de Godard hemos elegido, en orden cronológico, ¡una docena que debemos haber visto al menos una vez en la vida, porque todas estas historias de cine forman un hermoso libro ilustrado...
1.- El primero
Al final de la escapada, también conocida como, Sin aliento (À bout de souffle, 1960).
Más que una película, es una efemérides. Primer manifiesto de la Nouvelle Vague, Sin aliento revolucionó toda una sección de gramática cinematográfica, incidentalmente imponiendo dos nuevos íconos: Godard y Belmondo. Una película que rompió por completo los códigos narrativos tradicionales imperantes en el cine hasta ese momento.
2.- Más Anna
Vivir su vida (Vivre sa vie: Film en douze tableaux, 1962).
Doce cuadros que hablan de la elección de Nana de prostituirse, su búsqueda de la felicidad, del silencio. Godard, filósofo del amor, ofreciendo a Anna Karina letanías luminosas. Filma a su musa como si de una composición pictórica se tratara. Espléndida.
3.- La más trágica
El desprecio (Le mépris, 1963). 
Doble historia de una película que se está haciendo y una pareja que se está desmoronando en Capri. Godard está inspirado en Alberto Moravia. La peluca marrón de Bardot, la música de Delerue, la presencia tutelar de Fritz Lang, la voz de Piccoli: obra maestra.
(cont.)

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