martes, 16 de octubre de 2018

Las seis películas emblemáticas para Pippo Delbono, un extraño en el cine italiano

"La cámara te permite acercarte al ser, mientras que en el teatro necesitas más exageración", dijo con ocasión de la retrospectiva que se la hecho en el Centro Pompidou de París, el creador italiano nos repasa las películas que le han marcado. 
Este creador italiano de 59 años, a la vez, cineasta, actor, director teatral es quizás antes conocido en los circuitos públicos sobre todo por la decena de cortometrajes que ha realizado, algunos veces documentales, siempre muy personales. Sin lugar a dudas, el cine es su verdadera pasión: He visto un montón de películas cuando estaba con los curas, siendo pequeño: muchos westerns muy ideologizados en los que los vaqueros mataban siempre a los indios; Vi Saló, de Pasolini, cuando era joven, lo que afectó enormemente. "La cámara te permite acercarte al ser, mientras que en el teatro necesitas más exageración. El cine puede mostrar mucho sin que sea necesario hacer nada. Y también el montaje es extraordinario porque te permite pasar de un lugar a otro, atrás y adelante en el tiempo".
A continuación, Pippo Delbono repasa las seis películas que más le han marcado.

1.- Alemania, año cero (Germania anno zero, 1948), de Roberto Rossellini

"Recuerdo vividamente la escena final en la que el niño desemboca en la ciudad destruida: un momento que sintetiza todo el dolo, todo el sufrimiento de la guerra. Pero también hay una dimensión teatral, poética, que aparece en ese momento. Es una película que realiza la pregunta justa: ¿Después de la guerra, hay alguno posibilidad de vivir En Italia, después de la guerra, ha habido algo que se conoció con el nombre de neorrealismo: una verdad necesario, una representación de la realidad que es el único de medio de acceder a la poesía después del horror". 

2.- El Evangelio según san Mateo (Il Vangelo secondo Matteo, 1964), de Pier Paolo Pasolini

"No llegué a conocer a Pier Paolo Pasolini, pero uno de mis espectáculos, La Rabbia, está inspirado en él. Comprendo el riesgo que asumió como actor, Enrique Irazoqui, al interpretar el papel de Jesús. Fue alguien que quería estar un tiempo con él, y en el que Pasolini encontró a su Jesús. Fue doblado por el actor italiano Enrico Maria Salerno y su voz hacía un contraste sorprendente con su cuerpo. En Pasolini, hay esos rostros que aún podemos encontrar en la Italia pobre, entre los olvidados por el mundo. ¿Quizás ya no exista esa gente?. Es una película sobre el campesinado italiano".

3.- ¡Agáchate, maldito! (Giù la testa, 1971), de Sergio Leone

"Me encanta Leone porque tenía un fuerte influencia japonesa en su manera de construir sus películas, de imaginar las relaciones entre las personas, no de manera psicológica sino como una coreografía. Entre los actores principales, está Rod Steiger, que tiene una forma extraordinaria de mirar a la cámara, con una distancia permanente, incluyendo las secuencias violentas. Para mí, Sergio Leone es un director brechtiano."

 4.- Mi tío (Mon oncle, 1958), de Jacques Tati

"Otra coreografía, el cine como danza, el cine como juego: Mi tío me divierte, me lleva a un espacio de alegría. Pero también sentimos el miedo a la modernidad, los elementos cómicos presagian lo que es hoy. También hay una gran humanidad, cierta dulzura, el tío es una figura más amable que la figura dura del padre. Tal vez estoy pensando en mi tío, que me hacía reír. 

5.- El festín de Babette (Babettes gæstebud, 1987), de Gabriel Axel

"Es una película rara en la que hay amor,  dulzura, atención por los pequeños detalles que sazonan la vida. Los pequeños sabores, los pequeños olores que hacen tan importante la existencia. Si lo pensamos, es exactamente lo contrario de Celebración (Festen, 1998), que también es una hermosa película, donde se destaca toda la enfermedad de la familia. En El festín de Babette, disfrutamos un día en la mesa para decir que nos encanta..."

6.- Los Clowns (I Clowns, 1971), de Federico Fellini 

"Una película muy bella que intenta ser un retorno al circo. Cuando era pequeño, iba al circo con mi padre. Había una relación especial en este lugar mágico donde todas las miradas convergen en el espectáculo, sin ninguna diferencia social. hay un momento en el los payasos se buscan, y lo utilicé en un espectáculo Barboni. La película de Fellini es una película que devuelve la alegría en momentos de tristeza". 

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