jueves, 9 de noviembre de 2023

Las 50 mejores películas de terror de la historia del cine (VI)

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25 - El fotógrafo del pánico (Peeping Tom, 1960), de  Michael Powell 

Gran película del británico Michael Powell, injustamente vapuleada por la crítica de la época, además de que supondría un rotundo fracaso de taquilla. Los incisivos e infundados ataques contra la cinta prácticamente condenaron al ostracismo a su infravalorado realizador. El fotógrafo del pánico fue estrenada en 1960, el mismo año en que la historia del desequilibrado Norman Bates, protagonista de Psicosis, también llegaba a las pantallas. La película, sin embargo, fue eliminada de las carteleras británicas a las pocas semanas de su exhibición, aunque con el paso de los años se ha convertido en uno de los hitos de la historia del cine de terror y en una cinta de culto. Admirada por cineastas como Martin Scorsese o Roman Polanski, es una reflexión sobre el voyeurismo y, al mismo tiempo, sobre el hecho cinematográfico y la profesión de director. El fracaso de este proyecto casi significó el fin de la carrera de Powell, que tuvo que cobijarse en el cine australiano, donde solo realizaría dos películas más. La  película es un auténtico anticipo al célebre Tesis de Alejandro Amenábar.
Karlheinz Böhm en El fotógrafo del pánico (Peeping Tom, 1960)

24 - Pulse (Kairo, 2001), de Kiyoshi Kurosawa

Una épica película de terror oriental que se hizo con el Premio de la Crítica en Sitges 2006. Kiyoshi Kurosawa, un director especialista en cine de terror japonés, realiza esta cinta de horror, que trata de criticar el impacto negativo que tienen las nuevas tecnologías en la juventud japonesa, ya que, según Kurosawa, ésta desconecta emocionalmente a la gente, en vez de unirla. Y es que en la primera década del siglo XXI, los pactos suicidas entre jóvenes y el llamado 'hikikomori' (aislamiento extremo de un adolescente, que se ve abrumado por su entorno y su incapacidad de seguir los roles impuestos por la sociedad, y no quiere salir de su habitación) fueron dos de los problemas sociales más preocupantes del Japón.Tras el éxito de la cinta en territorio asiático, Estados Unidos decidió hacer un remake en 2006, con guión de Wes Craven, aunque de calidad muy inferior.
Pulse (Kairo, 2001)

23 - La mujer pantera (Cat People, 1942), de Jacques Tourneur

Jacques Tourneur dirigió este clásico del cine fantástico, que fue todo un éxito en 1942, a pesar de que está concebida como una producción de serie B por la productora RKO. A diferencia de otras películas de terror de la época, con actores especializados en el género, y maquillajes, Tourneur se decanta por sugerir la transformación de su protagonista en pantera. Además, la historia tenía una ambientación contemporánea, pues tenía lugar en la época en la que fue rodada, algo bastante atípico en el género por aquel entonces.
Jane Randolph en La mujer pantera (Cat People, 1942)

22 - Nosferatu (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, 1922), de  F.W. Murnau 

El clásico más representativo del expresionismo alemán, obra del gran F.W. Murnau (Amanecer). Se trata de una versión bastante parecida, aunque libre en algunos aspectos y sobre todo en la resolución, de la novela gótica Dracula, del británico Bram Stoker. Desde Rumanía, el Conde Orlok (en algunas versiones llamado Nosferatu), un temible vampiro, se muda a Bremen, donde se enamora de la novia de su casero.
Max Schcrek en Nosferatu (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, 1922)

21 - Videodrome (1983), de David Cronenberg 

El controvertido e iconoclasta director canadiense David Cronenberg entregó con esta película una de sus obras más significativas, aunque no por eso de mayor calidad que otras. La trama es rara a más no poder, donde se mezclan sueños y realidades, e imágenes grotescas y desconcertantes. Es difícil descifrar qué quiere contar Cronenberg, hasta el punto de que parece que el producto final ha sufrido demasiadas manipulaciones. Una palpitante pesadilla de ciencia-ficción que nos muestra un mundo en el que el vídeo puede controlar y alterar la vida humana. Considerada por Andy Warhol la "naranja mecánica" de los años 1980.
 James Woods y Deborah Harry en Videodrome (1983)
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