domingo, 5 de noviembre de 2023

Halloween: “Psicosis”, “E.T. el extraterrestre” o “Los Ángeles de Charlie”… 14 escenas que nos han traumatizados (II)

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7. El ojo de cristal del asesino en Pánico en la ciudad (Peur sur la ville, 1975), de Henri Verneuil

Uno de los más contundentes thrillers de acción de la historia del cine francés, con Belmondo protagonizando toda clase de escenas arriesgadas sin necesidad de especialistas (lo que sería una de sus señas de identidad a lo largo de toda la carrera) siendo especialmente recordadas la persecución de coches, la del metro y cuando se cuelga de un helicóptero y recorre la ciudad. La película fue todo un éxito de público con cerca de cuatro millones de espectadores. Dirigida por el maestro Henri Verneuil, su trama se desarrolla en París, donde un psicópata amenaza con matar a todas las mujeres de vida alegre de la ciudad. El inspector Jean Letellier está sobre su pista. Además de emociones fuertes y acción sin límite, contiene una de las obras maestras de Ennio Morricone con su inolvidable melodía 'Sospiri da una radio lontana'.

 Adalberto Maria Merli en Pánico en la ciudad (1975)

6. La sonrisa de Satanás en El triángulo del diablo (Devil's Triangle,  2021), de Sutton Role

Dos pilotos de la Guardia Costera (uno de ellos es el gran Doug McClure) investigan un yate que se encuentra flotando en la siniestra área llamada el Triángulo del Diablo o de las Bermudas. Todos a bordo están muertos, a excepción de una mujer joven y bella, (Kim Novak) y ella relata la historia de lo sucedido, en un flashback espeluznante. Recordemos que, en los años 1970, la misteriosa desaparición de aviones y barcos, en ese fatídico triángulo, originó centenares de películas, documentales y libros sobre el tema. Esta película para TV, dirigida por Sutton Roley, es una de las mejores películas sobre el Triángulo de las Bermudas que se filmaron hasta hoy. Lo tiene todo: un yate a la deriva en medio del océano, tormentas eléctricas, un pulso narrativo lleno de tensión y suspenso, una serie de extraños y macabros “accidentes”, una rubia seductora y un sacerdote que guarda más de un malévolo secreto.
Michael Conrad y Alejandro rey en El triángulo del diablo (1975)

5. Willem Dafoe en Spider-Man (2002), de Sam Raimi

Nueva York. Peter Parker es un chaval normal y corriente que vive con sus tíos en el barrio de Queens. Es aficionado a la fotografía y colabora en el periódico de su instituto. Además está secretamente enamorado de Mary Jane, una compañera de clase a la que él ve inaccesible, pese a que también es su vecina y la conoce desde hace tiempo. Su vida, por tanto, no se diferencia en nada de la de cualquier joven de su edad: clases, estudio, algún trabajo esporádico y vida familiar… Pero su rutina va a cambiar cuando accidentalmente reciba el picotazo de una araña modificada genéticamente. Peter adquirirá poderes arácnidos fabulosos: facilidad para trepar por paredes y techos, agudeza sensorial extraordinaria, rapidez de movimientos, fortaleza física y, cómo no, capacidad para tejer su propia tela de araña. Al principio verá en esas características un medio formidable de hacer dinero, pero un triste suceso le convencerá de que debe utilizar sus nuevos poderes para combatir el mal. En el otro platillo de la balanza hará contrapeso un megalómano de los negocios llamado Norman Osborn, que además es el padre de Harry, el mejor amigo de Peter en el instituto. Osborn realiza experimentos científicos para el gobierno, pero tras la negativa para poner en marcha su último proyecto decidirá experimentarlo consigo mismo. Como resultado, verá aumentada su inteligencia y su fortaleza, pero también se convertirá en un demente que pondrá en jaque a la ciudad de Nueva York. Nace así el Duende Verde, el mayor enemigo de Spider-Man.
Willen Dafoe en Spider-Man (2002)

4. La ducha de Psicosis (Psycho, 1960), de Alfred Hitchcock

En Psicosis, una joven (Janet Leigh) llamada Marion Crane roba una considerable suma de dinero de su trabajo –40.000 dólares– y emprende la huida por la carretera. Ya alejada de Phoenix, debido a la lluvia y el cansancio se refugia para pasar la noche en un lúgubre motel de carretera atendido por un joven encantador llamado Norman Bates (Anthony Perkins). De repente, es asesinada. Un detective emprende su búsqueda, alertado por los dueños del dinero que robó. Una de las obras maestras del cine de Alfred Hitchcock y, sin duda, la más terrorífica. Psicosis contiene la famosa escena del asesinato de la ducha, que resulta sobrecogedora por su rápido montaje, su excelente fotografía en blanco y negro y por los acordes de violín de la música del maestro Bernard Herrmann. El resto de la película mantiene estas características con varios momentos memorables llenos de tensión. Todo el conjunto es una lección técnica de cómo narrar una historia en la pantalla, desde la meticulosa planificación, con inteligentes movimientos de cámara como el de la toma cenital en la escalera, hasta el uso de la elipsis, pasando por la utilización del croma o la profundidad de campo. Y por supuesto, estamos quizá ante unos de los mejores ejemplos de Macguffin dentro de la filmografía de Hitchcock.
Janet Leigh en Psicosis (1960)

3. Los sótanos de la central eléctrica de Chernobyl (2019), de Johan Renck

Impactante miniserie de HBO y Sky, que recreó con inusitado realismo el terrible accidente nuclear de Chernobyl, acontecido en la Unión Soviética en 1986. Es encuadrable en el género catastrofista, pero con el detalle no pequeño de que esta tragedia ocurrió de verdad. Se trata de una inesperada creación de Craig Mazin, conocido sobre todo por comedias secuelas de las sagas Resacón en Las Vegas y Scary Movie; dirige los cinco episodios Johan Renck, que ha intervenido en series como Breaking Bad y Vikingos. Destaca el enorme esfuerzo de producción, de modo que parece que nos teletransportemos a la época, y resulta muy creíble el paisaje apocalíptico que rodea a la central, con los daños físicos de los afectados debido a la elevada radioactividad. Con acierto se ha evitado que el espectador se distraiga reconociendo actores, hasta los que más pueden sonar, como Jared Harris, pueden pasar inadvertidos.
Sam Troughton  y Robert Emms en Chernobyl (2019)

2. El esqueleto que mata a su mujer en Los Ángeles de Charlie (Charlie's Angels, 1980)

Mediados de los años 1980. Debía tener 7 u 8 años. En este episodio, durante una fiesta de disfraces, un marido, vestido de esqueleto, intenta empujar a su mujer en silla de ruedas escaleras abajo. Un feminicidio atroz, evitado por poco. Algunos espectadores sufrieron pesadillas al respecto varias noches seguidas. No poder entender cómo un hombre puede querer matar a su esposa discapacitada. 
Los Ángeles de Charlie (1980)

1. Un envejecimiento acelerado en MacGyver (1988)

Un satélite que contiene un experimento genético cae a la Tierra y MacGyver es enviado a recuperarlo. Allí descubrirá que el virus ha mutado y hace que todo envejezca rápidamente. Deberá destruirlo antes de que continúe extendiéndose por el planeta. Esta serie, interpretada por Richard Dean Anderson, es mejor recordada por la habilidad del héroe para improvisar cualquier artilugio con elementos simples y de lo más variado: chicles, clips, mecheros, neumáticos, etc, además de su inseparable navaja suiza multiusos y su Jeep descapotable, siendo capaz de fabricar una bomba con un walkman, dos baterías, tres pinzas para la ropa y un rollo de cinta adhesiva. Lo que nos hemos olvidado son los episodios del género fantástico imaginados a partir de la tercera temporada. Esta “experiencia definitiva”, título del episodio, es genética y acelera la degeneración de las células. Tras un mal trato, una científica y su perro envejecen visiblemente y mueren, como el villano del final de Indiana Jones y la última cruzada. Primer malestar existencial: vida que pasa en un abrir y cerrar de ojos. Nuestra finitud anecdótica perdida en el abismo sin fondo del universo. Ansiedad total...
Judith Chapman en McGyver, episodio Zona mortal, temporada 3 (1988)

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