viernes, 14 de julio de 2023

Glenn Ford en 1955

Recordaremos películas de Glenn Ford de 1955. La opinión generalizada es que 1955 fue sin lugar a dudas el mejor año de su carrera, al menos en lo que hace a cuán prolífico fue. ¡Y, sí! No nos olvidamos de 1946 con Gilda y Vida robada
Ford nunca recibió el merecido reconocimiento por su talento. Nunca fue nominado al Oscar, aunque si ganó un Globo de Oro en 1962 como mejor actor de comedia o musical por Un gánster para un milagro (Pocketful of Miracles). Pero siempre brindó actuaciones correctas, y algunas muy buenas. El año 1955 fue uno de los mejores de su carrera, con cinco papeles de trascendencia que podemos ver con nostalgia.

1.- El americano (The Americano, 1955), de William Castle

Sam (Glenn Ford) es un ranchero norteamericano que conduce una partida de toros Brama a Brasil. Allí los ha vendido por una pequeña fortuna. Pero una vez llegado a su destino se encontrará con sorpresas, pues su comprador ha muerto y el lugar se encuentra inmerso en una guerra de territorios. Para colmo conocerá a una muchacha y se enamorará. Sam tendrá que andarse con ojo porque habrá quienes le ayudarán y quienes le pueden traicionar en cualquier momento. El siempre eficaz Glenn Ford protagoniza un wéstern atípico, realizado con un presupuesto modesto, ambientado en la jungla brasileña. Dirige William Castle, un realizador especializado en producciones de serie B que más adelante firmaría clásicos del cine de terror como House on Haunted Hill o Los trece fantasmas.

2.- Hombres violentos (The Violent Men, 1955), de Rudolph Maté

John Parrish (Glenn Ford) es un héroe de la Guerra de Secesión, que regresa a casa después de un largo tiempo. Su intención es casarse con su prometida y fundar un hogar en su finca del Oeste. Pero se topa con las aspiraciones del poderoso Lou Wilkerson (Edward G. Robinson), que pretende incluir el terreno del capitán Parrish en su extenso Rancho de Anchor. Para llegar a un fin pacífico, Wilkerson ofrece a Parrish una elevada suma de dinero, que éste acepta en un principio. Las cosas se complican con la llegada de un desafiante pistolero contratado por Wilkerson, y Parrish decide quedarse. Un emocionante western en el que se dan cita unos personajes marcados por la guerra civil norteamericana. Merece la pena por la presencia de sus magníficos intérpretes. Muy recomendable para los aficionados al género.

3.- Semilla de maldad (The Blackboard Jungle, 1955), de Richard Brooks

El profesor Richard Dadier es destinado a una escuela conflictiva. Un adolescente negro llamado Vic Morrow lidera un grupo de muchachos inadaptados. Pero Dadier es un hombre de carácter que tratará de devolverlos al buen camino. El clásico por excelencia de estudiantes rebeldes, que consagró a Sidney Poitier, por entonces jovencísimo. Glenn Ford realiza una convincente interpretación en una película sobre asuntos aún tan candentes como el conflicto racial, las bandas juveniles y la violencia en las escuelas. Una de las películas más conocidas de Richard Brooks y también una en las que el cineasta tuvo una mayor independencia creativa, pese a ser producida por la más conservadora de las 'majors': la Metro. Por primera vez, se mostraban en el cine las dificultades del sistema educativo americano de una manera clara y sin concesiones hacia el público. Por esa razón, la película tuvo muchos problemas para ser exportado a Europa, ya que el gobierno estadounidense consideraba que era una mala imagen que el país daba al exterior. En España, por ejemplo, la película tardó ocho años en estrenarse. Por otra parte, "Semilla de maldad" supuso uno de los primeros papeles importantes para Sidney Poitier, y la primera vez en que el cine utilizaba la nueva música de la juventud, el Rock'n'Roll, haciendo sonar el Rock Around The Clock durante los títulos de crédito iniciales.

4.- La melodía interrumpida (Interrupted Melody, 1955),  de Curtis Bernhardt

Biografía de Marjorie Lawrence, cantante de ópera de origen australiano, desde que abandonó la granja de sus padres para estudiar canto y triunfó en los escenarios de todo el mundo hasta que su carrera se vio truncada por la poliomielitis. A pesar de ello, su tenacidad le permitió superar la enfermedad e incluso volver a los escenarios. Una de las últimas películas del prolífico Curtis Bernhardt, basada en la verdadera historia de la cantante de ópera australiana Marjorie Lawrence, quien consiguió rehacer su vida artística tras ser víctima de la polio. La cinta ganó el Oscar al mejor guión y fue nominada a los de vestuario y actriz principal, Eleanor Parker, quien fue doblada por la popular soprano Eileen Farell en las escenas de canto.

5.- La furia de los justos (Trial, 1955), de Mark Robson

Angel es un muchacho mexicano que es acusado haber violado y matado a una chica, por lo que le condenan a la pena de muerte y se convierte en el punto de mira de todo el pueblo. El abogado Barney (Arthur Kennedy), está dispuesto a demostrar su inocencia, aunque en realidad, intenta beneficiarse del caso y utilizarlo para su campaña comunista. Mark Robson dirige con solvencia este melodrama judicial y social que se basa en la novela homónima de Don Mankiewicz. La película muestra cómo la justicia puede verse afectada por ciertos intereses, en este caso, de tipo racial. Destaca por un buen guión y una música notable. Los intérpretes ponen el resto, sobresaliendo el magnífico Glenn Ford.La película trata temas como la verdad, el racismo y los intereses propios que a veces se disfrazan de justicia. Arthur Kennedy estuvo nominado al Oscar al mejor actor.

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