domingo, 16 de julio de 2023

Cine mexicano: ocho coloridas películas negras para volver a ver (II)

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5. Que Dios me perdone (1947), de Tito Davison

La siniestra Lena (María Felix) es una espía que logra interesar a muchos hombres ricos a los cuales seduce solo para conseguir información. Por otro lado, misteriosas muertes suceden que solo un psicólogo logrará descubrir. La cinta recibió cinco nominaciones a los premios Ariel, además de alzarse con el galardón a mejor escenografía. 
Fotograma de Que Dios me perdone (1947)

6. La diosa arrodillada (1947), de Roberto Gavaldón

El millonario Antonio obsequia a su esposa con una estatua de una mujer desnuda como regalo de aniversario nupcial. La modelo que posó para la estatua es Raquel, amante de Antonio. Raquel exige a Antonio que se divorcie de su esposa y poco después esta muere bajo circunstancias misteriosas. Antonio debe aceptar casarse con Raquel para que no se descubra que su esposa no falleció por causas naturales.
María Felix y Arturo de Córdova en La diosa arrodillada (1947)

7. Salón México (1949), de Emilio Fernández

Mercedes trabaja como cabaretera en el "Salón México" para sostener los estudios de Beatriz, su hermana menor, en un exclusivo colegio de señoritas. Beatriz no sospecha a qué se dedica Mercedes y sueña con casarse con Roberto, un joven piloto del Escuadrón 201, hijo de la directora del colegio. Los problemas se presentan cuando Mercedes y Paco, su explotador, ganan un concurso de danzón. Paco se niega a compartir el premio y Mercedes, desesperada, roba el dinero mientras él duerme.
Marga López en Salón México (1949)

8.-  El hombre sin rostro (1950), de Juan Bustillo Oro 

Un drama psicoanalítico y policiaco que trata el trastorno de un médico legista que abandona su trabajo ante el temor de un asesino desconocido de prostitutas, el filme hace uso del recurso de analepsis y sueños del doctor, así como el trauma causado por la madre.​ La película ganó un Ariel por música de fondo.
Fotograma de El hombre sin rostro (1950)

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