martes, 28 de febrero de 2017

Homenaje a Seijun Suzuki (II)

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Cine nihilista

Su utilización hiperexpresiva de los colores hace una nueva maravilla a El vagabundo de Tokyo (Tôkyô nagaremono, 1966), Phoenix" Tetsu es un asesino a sueldo reformado que ha seguido el ejemplo establecido por su jefe, aparentemente arrepentido de su trabajo. Una vez alejado del mundo delincuente, Tetsu se encuentra vagando por las calles de Tokyo, eludiendo a la par que esperando una muerte segura a manos del villano Viper. Tan sólo le queda la compañía de su novia, cantante de un nightclub. 
Llega 1967 y con él,  Marcado de para matar (Koroshi no rakuin), la cima del estilo Suzuki, en blanco y negro, en esta ocasión. Hanada Goro es un especialista en el ámbito del crimen hasta el punto de ganarse el puesto de Número 3 en las misiones criminales. Durante uno de sus trabajos, Hanada dispara al Número 2 de los criminales y se ve inmerso en una situación inverosímil con una hermosa mujer implicada. En el intento por llevar a cabo su objetivo y mantenerse vivo conocerá al Numero 1, para muchos, alguien idealizado que no existe en la vida real. Con Marcado para matar, Seijun Suzuki lleva a la pantalla una historia de asesinos a sueldo y bajos fondos protagonizada por unos personajes de evolución escasa que se mueven en una trama ora surrealista ora intrigante. El tono sarcástico del cineasta vira hacia el nihilismo y el cine negro se vuelve un puzzle explosivo. Sin Marcado para matar, no existirían Reservoir Dogs (1992), (véase los matones vestidos negros que protagonizan la película de Tarantino). les truands tout de noir vêtus mis en scène par Tarantino), ni  Ghost Dog, el camino del samurai (Ghost Dog: The Way of the Samurai, 1999), la película de Jarmusch es  casi un remake.

Persona non grata de los estudios japoneses

La obra maestra de Suzuki será su desgracia y también su canto de cisne son. Cuando Kyusaku Hori, el presidente de la Nikkatsu descubre Marcadao para matar, no la entiende y la declara una película invendible. Furiodos, se vuelve contra en la primavera de 1968. A pesar de la presión de un grupo de apoyo integrado por estudiantes,
intelectuales y críticos, a pesar de haber ganado una demanda contra la cinematográfica Nikkatsu, tres años después, la carrera de Suzuki se había roto: los cinco estudios más grandes del archipiélago había acordado prohibirle trabajar con ellos. 
Irónicamente, fue la Nikkatsu la que el miércoles 22 de febrero de 2017 anunció la muerte del realizador que había echado.

Comedia musical

Desterrado por la industria cinematográfica, Suzuki se dedica a filmar publicidad y a trabajar para la televisión (incluido una autoremake en 2001 de Marcado para matar). Sin embargo, a partir de la década de 1980, logro rodar un puñado de largometrajes Il parvient toutefois à tourner une poignée de longs métrages à partir des années 80, sin abandonar su estilo bizarro y extravagante. Su recuerdo permanecerá para siempre con su última película Princess Raccoon (Operetta tanuki goten), su última realización presenta fuera de competición en Cannes en 2005. 
Después de haber explotado el género yakuza, el de suspense o el bélico -Historia de una prostituta (Shunpu den, 1965), Un relato de amor trágico, enfrentado a los códigos militares en tiempos de guerra-, Seijun Suzuki se lanzó con 80 años al rodaje de esta comedia musical, historia de amor imposible entre un ser humano y una criatura fantástica en la cual Seijun juega con las posibilidades de la imagen digital, procedimientos de teatro y toda clase de géneros musicales.

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