miércoles, 13 de mayo de 2015

El arte en el cine (I)

Desde sus inicios, el cine, en búsqueda de una legitimación plástica y estética, reprodujo muchas pinturas, componiendo en muchas ocasiones filmes completos inspirados en las composiciones pictóricas de los grandes maestros de la pintura. En otras ocasiones, durante todo el siglo XX, los directores de cine se inspiraron en los grandes pintores, tanto para comprender las obras representadas como para reproducir ambientes y colores como para contar sus vidas, recrear sus argumentos y revivir sus formas de expresión. 
Veamos algunos ejemplos: 
  • La kermesse heroica (La kermesse héroique, 1935). Francia. Dirección: Jacques Feyder. Protagonizada por Françoise Rosay, Jean Murat, Louis Jouvet, Micheline Cheirel, Lyne Clévers, Alfred Adam. Productora y distribuidora: Films Sonores Tobis. Drama. Comedia. Pintura. Sátira. Siglo XVIII. Blanco y negro. Duración: 115 minutos. Nominaciones y premios: Festival de Venecia: mejor director; National Board of Review (NBR): mejor película extranjera. Estrenada el 3 de diciembre de 1935. Este año se cumple el septuagésimo aniversario de su estreno. La pequeña villa holandesa de Boom se está preparando para sus festejos anuales o Kermesse, en los inicios del siglo XVII, en los momentos en que aquel territorio, por motivos religiosos, políticos y económicos, se había sublevado contra la corona de España. Es la conocida como Guerra de Flandes (1568-1648), que más tarde se extendió por toda Europa Central en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). Los habitantes del pueblo se preparan para la guerra, mientras un grupo de notables posa para un cuadro que se parece mucho a La ronda nocturna de Rembrandt. Cuando se enteran de que un Tercio Español va a pasar por allí, se imaginan las grandes atrocidades que se producirán y por temor, el alcalde finge su muerte y los hombres de la villa, excepto Julien Breughel, el pintor,  deciden esconderse y dejan a las mujeres indefensas ante la llegada de los invasores. Las mujeres reciben a las tropas en plena preparación de la Kermesse, y descubren que los españoles no son tan sanguinarios como pensaban, que son corteses y caballerosos. Se celebra la Kermesse, cuyas escenas están basadas en los cuadros de Brueghel (muy parecido el nombre al del pintor protagonista). Es curiosa una escena, en la que los españoles llegan a ver el cuadro que se estaba pintando y comienzan a discutir sobre su estilo artístico. Cuando los españoles se van, vuelven los hombres del pueblo, pero ya las relaciones no serán las mismas, pues las mujeres recuerdan los agradables momentos pasados con los españoles. El pintor, Julien Breughel, además había aprovechado para casarse con la hija del "fallecido" alcalde, bendecidos por el general español y con el beneplácito de la "viuda".

  • Rembrandt (1936). Reino Unido. Dirección: Alexander Korda. Protagonizada por Charles Laughton (Rembrand), Gertrude Lawrence (Geertje Dirx), Elsa Lanchester (Hendrickje Stoffels), Edward Chapman, Walter Hudd, Roger Livesey, John Bryning, Sam Livesey, Herbert Lomas, Allan Jeayes, John Clements, Raymond Huntley, Abraham Sofaer, Laurence Hanray, Austin Trevor. Productora: London Film Productions. Distribuidora: United Artists Corporation. Biográfía. Drama. Pintura. Blanco y negro. Duración: 85 minutos. Premios y nominaciones: National Board of Review: Top mejor película extranjera. Estrenada el 6 de noviembre de 1936. Alexander Korda reflejó en Rembrandt la gloria y la miseria de un pintor genial enmarcado en una época y a una sociedad donde la superficialidad y las apariencias eran lo único que contaban. Se recrea una aceptable ambientación de Ámsterdam en la edad dorada del mercantilismo como marco para la presentación de personajes de todos los estratos sociales, desde nobleza, encabezada por el Príncipe de Orange, a quien Rembrandt se niega adular, hasta los criados, campesinos y mendigos. Rembrand los relaciona en sus cuadros haciendo a los nobles aparecer como rufianes en La ronda nocturna, o a un pordiosero representando al rey Saúl. El elemento central de la película es la relación de Rembrandt con sus mujeres. La primera es Saskia van Uylenburgh, que murió en 1642,  que fue su musa y modelo, a la que no se presenta en escena y solamente se le conoce por referencias de terceros. La segunda es la sirvienta y ama de llaves Geertje Dirx, papel que hace la actriz Gertrude Lawrence, y que sirve al director para realizar una de las secuencias mejores de le película, que representa el estilo de utilización de luces y sombras del pintor, al que se representa en la oscuridad -la muerte de sus esposa- y a la que ilumina la fulgurante presencia de Gertie, a la luz de una vela. La tercera es Hendrickje Stoffels interpretada por Elsa Lanchester, esposa real de Charles Laughton, que significó para el pintor el inicio de una nueva época en su pintura al mismo tiempo que le servía de modelo (Bethsabé, 1654) y le acompañó en sus momentos más duros hasta la muerte de ella. El final es una composición basada en el autorretrato del pintor, en la que Charles Laughton recita el pasaje del Eclesiastés "Vanidad de vanidades y todo vanidad".

  • La luna y seis peniques AKA Soberbia (The moon and sixpence, 1943). Estados Unidos. Dirección: Albert Lewin. Protagonizada por George Sanders, Herbert Marshall, Doris Dudley, Eric Blore, Albert Bassermann, Florence Bates, Steven Geray, Elena Verdugo. Productora y distribuidora: United Artists. Biografía. Drama. Blanco y negro. Duración: 89 minutos. Premios y nominaciones: Nominada al Oscar: mejor banda sonora origina (drama/comedia). Charles Strickland es un agente de bolsa, casado, con dos hijos, y sin conflicto visible con su familia. Un día cualquiera, la esposa encuentra una nota donde su esposo le anuncia que se ha separado y que se ha marchado para siempre a París. Cuando todo el mundo presupone que lo ha hecho por otra mujer, Geoffrey Wolfe, un escritor que se ha acaba de hacer amigo de la familia Strickland, comprueba que el motivo de su huida es otro muy especial. Pasión y vocación de un personaje inspirado en la vida del polémico pintor Paul Gauguin. Adaptación de una novela de W. Somerset Maugham, que a su vez se inspiraba en la figura del pintor Paul Gauguin, fue el debut en el dirección del productor y guionista Albert Lewin (1894-1968), individuo realmente interesante que comenzó en el cine mudo, y que en sus seis títulos como director demostró unas ideas y conceptos fílmicos demasiado intelectuales para su época.

  • Utamaro y sus 5 mujeres AKA Cinco mujeres alrededor de Utamaro (Utamaro o meguru gonin no onna, 1946). Japón. Dirección: Kenji Mizoguchi. Protagonizada por Minosuke Bando, Kinuyo Tanaka, Kotaro Bando. Productora: Shôchiku Eiga. Biografía. Drama. Pintura. Blanco y negro. Duración: 106 minutos.  Estrenada el 17 de diciembre de 1946. En Japón, en el siglo XVIII, Kitagawa Utamaro fue un pintor considerado como un especialista en el retrato femenino. La película narra su enfrentamiento contra las convenciones sociales y artísticas de la época, su experiencia en la pintura de los lugares de diversión, que pinta también sobre los cuerpos de sus modelos, introducido en un torbellino pasional que le causó muchos problemas. El director de la película, uno de los grandes del cine japonés, fue Kenji Mizoguchi, que nació Tokio en 1898, vivió su infancia en una gran pobreza y conoció de cerca el mundo de las geishas, pues su padre vendió para ello a una hermana. Su primera filmografía está marcada por su compromiso contra el totalitarismo y su interés por la problemática de las prostitutas, siempre presentes en sus películas. Su primera película seria fue Las hermanas de Gionn (Gion no shimai, 1936), con la que alcanzará un importante éxito de público. Se orientó más tarde y analiza la transición del Japón desde el feudalismo hacia la época moderna. En La historia del último crisantemo (Zangiku monogatari,1939, analiza el papel infravalorado de las mujeres en la sociedad japonesa. Desarrolló su teoría una escena/un plano. Tras la guerra Mundial, hizo algunas películas a favor del voto femenino, La victoria de las mujeres (Josei no shôri, 1946) y Amar en llamas AKA Arde mi amor (Waga koi wa moenu, 1949). Empezó a ser conocido en Occidente a principios de los años 50, con su película Vida de O-Haru, mujer galante (Saikaku ichidai onna, 1952), y por Cuentos de la luna pálida (Ugetsu monogatari, 1953), El intendente Sansho (Sanshô dayûy Los amantes crucificados (Chikamatsu monogatari), ambas en 1954.

  • Moulin Rouge (1952). Reino Unido. Dirección: John Huston. Protagonizada por José Ferrer, Zsa Zsa Gabor, Colette Marchand, Claude Nollier, Katerine Kath, Suzanne Flon, Christopher Lee, Peter Cushing. Productora: Romulus Films/Moulin Productions Inc. Distribuidora: United Artists. Biografía. Drama. Musical. Pintura. Romance. Color. Duración: 123 minutos. Estrenada el 22 de diciembre de 1952. La película nos cuenta la vida de Henri de Toulouse-Lautrec, uno de los más geniales pintores de todos los tiempos, y el primer artista que en vida pudo exponer su obra en el Louvre. En el Moulin Rouge el pintor se encuentra como en su propia casa, rodeado de artistas del espectáculo que le hacen olvidarse de sus propias desgracias ofreciéndole su afecto y comprensión. Toulouse-Lautrec, hundido por su malformación física, únicamente encuentra consuelo en su arte y en la botella. Uno de los temas importantes de la película es el que tiene que ver con su deformidad (mediante flash-backs que evocan su traumática infancia y el apego a su madre) y el rechazo que produce, que le lleva a una relación de dependencia extraña de la compañera de baile de La Goulue, que pocos años más tarde aparece no sólo sumida en la miseria sino también despreciada e incluso perseguida por otras personas que se hallan en análoga situación. El color de la película de John Huston, Moulin Rouge, está inspirado en el de los pintores impresionistas franceses. Como operador de fotografía, Oswald Morris ofrece una iluminación y gama cromática que en todo momento evoca en la pantalla la pintura de Lautrec. «Iba a intentar utilizar el color en la pantalla como Lautrec lo utilizaba en sus pinturas y así nuestra idea era allanar el color, presentarlo en planos de matices sólidos, y deshacernos de los reflejos y de la impresión de una tercera dimensión que presentaba el modelado». (Huston). Es de destacar el doble papel que interpreta José Ferrer como Henri de Toulouse-Lautrec (se sometió a un intenso trabajo de maquillaje ) por un lado, y El Comte de Toulouse-Lautrec, por el otro. Y a todo esto debemos añadir también la magnífica banda sonora compuesta por Georges Auric, y dos magníficos números musicales, El Can-Can, y la canción compuesta por Auric, It´s april again. Un momento que refleja la relación del artista y su obra, cuando Toulouse-Lautrec percibe que Marie estaba con él sólo por su dinero, intenta suicidarse abriendo el gas de las lámparas y cerrando la ventana del cuarto. De repente mira sus cuadros y, ante un lienzo a medio pintar, le llega la inspiración, abre la ventana y ese día ve la vida de otra forma. La película obtuvo 7 nominaciones a los Oscar, de los que ganó dos, decorados y vestuario.

  • El loco del pelo rojo (Lust for Life, 1956). Estados Unidos. Dirección: Vincent Minelli. Protagonizada por Kirk Douglas, Anthony Quinn, James Donald, Pamela Brown, Everett Sloane, Jill Bennett, Henry Daniel, Niall McGinnis. Biografía. Drama. Pintura. Color. Duración: 122 minutos. Nominaciones y premios:Oscar: mejor actor secundario (Anthony Quinn). 4 nominaciones. Globos de Oro: Mejor actor drama (Kirk Douglas). 4 nominaciones. Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor (Kirk Douglas). Estrenada el 15 de septiembre de 1956. Dirigida por Vincent Minnelli e impregnada con colores del mar, el campo y el cielo de Van Gogh, El loco del pelo rojo capta el éxtasis del arte y la agonía de la vida de un hombre. Tras el éxito de Moulin Rouge (1952), de John Huston, sobre la vida del pintor impresionista Toulouse Lautrec, Metro Goldwin Mayer compró los derechos cinematográficos de la obra de Irving Stone para rodar la vida de Vincent Van Gogh. Se encargó la dirección a Vincente Minnelli, que deseaba hacerla pues se identificaba con él en su pasado de pintor. Para no caer en los fallo de otras películas sobre pintores, acordaron que las reproducciones de los cuadros de Van Gogh se hicieran a la perfección. Para ello fotografiaron los cuadros originales en placas de gran tamaño y se proyectaban por debajo de unas mesas especiales con el tablero traslúcido, daban pincelada a pincelada, con gran minuciosidad y perfectos resultados. Cuidaron también los colores y el tipo de película y el revelado. Con el tiempo se ha perdido bastante el minucioso cuidado puesto en la reproducción de los colores originales y desde hace tiempo las copias que circulan tienen muy poco que ver con el colorido obtenido originalmente por Minnelli. Durante el rodaje modifican el guión según fueron descubriendo la verdad histórica y los escenarios reales donde vivió el pintor los últimos años de su vida, recorrieron los verdaderos lugares donde pintó, en el pueblo natal, visitaron el manicomio donde estuvo internado Van Gogh para rodar en él y leyeron el historial clínico del pintor. Encarnado por Kirk Douglas, la película narra las tribulaciones de Van Gogh desde sus comienzos en su iglesia y su misticismo hasta su relación con los pintores impresionistas, sobre todo Gauguin, sus primeros contactos con la pintura en su país natal (en la cual dibujaba a los campesinos realizando la tareas más cotidianas), sus inestables relaciones amorosas y amistosas y el vínculo afectivo más importante que mantuvo en su azarosa existencia, su hermano Theo, familiar que le ayudó durante toda su vida tanto como apoyo emocional como sustento económico para que Vincent pudiera sobrevivir en el lugar donde estuviese, fuese Holanda, Arlés o París. En tales lugares procuró desarrollar su genio pictórico en contacto con otros artistas (Seurat, Monet, Pisarro o su mejor amigo, Paul Gauguin, interpretado magníficamente por un Anthony Quinn que sería premiado con el Oscar al mejor actor secundario) y bajo la presencia de su mejor influencia: los fenómenos naturales, la luz, el sol, el viento, las estrellas....todo ello expresado con su vigorizante sentido del color y su trazo grueso y ondulante. 

  • El misterio Picasso (Le Mystère Picasso, 1956). Francia. Dirección: H.G. Clouzot. Reparto: Documental, Pablo Picasso, H.G. Clouzo), Claude Renoir. Productora: Filmsonor S.A. Distribuidora: Gaumont. Documental. Pintura. Duración: 96 minutos. Nominaciones y premios: Cannes: Premio Especial del Jurado. Estrenada el 5 de mayo de 1956. Esta película pone al alcance de los espectadores la posibilidad de contemplar la técnica y el modo de trabajar de Picasso, uno de los genios del siglo XX. Rodada en el estudio del pintor malagueño mediante novedosas técnicas cinematográficas, muestra pincelada a pincelada, el nacimiento de una obra de arte, y con la única presencia del director, el director de fotografía y el operador de cámara, la película respira autenticidad puesto que vemos al pintor improvisar y hacer comentarios, no siempre positivos, sobre su pintura. El espectador asiste a la creación y reelaboración de las pinturas en primer plano, sin intermediarios. El paso del tiempo ha hecho perder novedad técnica y formal a la película y resulta menos sorprendente y atractiva que en el momento de su rodaje.

  • Los amantes de Montparnasse (Les amants de Montparnasse AKA Montparnasse 19, 1958). Francia. Dirección: Jacques Becker. Protagonizada por Gérard Philipe, Lilli Palmer, Anouk Aimée, Lila Kedrova, Arlette Poirier, Pâquerette, Marianne Oswald, Judith Magre, Denise Vernac. Productora: Coproducción Francia-Italia; Franco London Films/Astra Cinematografica/Pallavicini. Distribuidora: Les Acacias. Drama. Biográfico. Pintura. Blanco y negro. Duración: 115 minutos. Estrenada el 4 de abril de 1958. Montparnasse, el barrio bohemio de París, está lleno de artistas que aspiran a triunfar, aunque muy pocos lo consiguen. En 1919 vivía allí el pintor italiano Modigliani, que arrastraba una miserable y tormentosa existencia, ya que su arte no era comprendido y su único consuelo era el alcohol y las mujeres. Siempre enfermo y borracho, su vida se dividía entre una tabernera y una rica inglesa que le proporcionaba opio y pagaba sus facturas. Una mañana en la academia de dibujo, conoció a Jeanne, una joven burguesa, de la que enamoró inmediatamente. Decidido a emprender una nueva vida, le propuso que se fuera a vivir con él. 

  • Un genio anda suelto (The Horse's Mouth, 1958). Reino Unido. Dirección: Ronald Neame. Protagonizada por Alec Guinness, Kay Walsh, Renee Houston, Mike Morgan, Robert Coote, Arthur Macrae, Veronica Turleigh, Michael Gough, Reginald Beckwit. Productora: Knightsbridge Films. Distribuidora: United Artists Corporation. Comedia. Pintura. Color: Technicolor. Duración: 97 minutos. Premios y nominaciones: Nominada al Oscar: mejor guión adaptado; Festival de Venecia: Mejor actor (Alec Guinness); Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a Mejor Actor (Alec Guinness). Estrenada el 11 de noviembre de 1958. Un excéntrico pintor londinense sale de la cárcel, donde ha pasado una temporada por sus constantes amenazas a un marchante de arte. Decide poner en marcha todos los recursos que se le ocurren para conseguir encargos y asegurarse su supervivencia.Divertida comedia británica, con una brillante interpretación de Alec Guinness. El ilustre actor ejerce además de guionista, pues se encargó de la adaptación de la novela original de Joyce Cary.

  • El tren (The Train, 1964). Estados Unidos. Dirección: John Frankenheimer. Protagonizada por Burt Lancaster, Paul Scofield, Jeanne Moreau, Michel Simon, Howard Vernon, Suzanne Flon, Charles Millot, Wolfgang Preiss, Albert Rémy. Productora: Coprod. USA-Francia-Italia; United Artists. Distribuidora: Intriga. Drama. II Guerra Mundial. Trenes/Metros. Blanco y negro. Duración: 133 minutos. Nominaciones y premios: Nominada al Oscar: mejor guión original. El Coronel Franz Von Waldheim se encuentra destacado en París con una misión muy concreta: hacerse con las modernas pinturas francesas, las mismas calificadas de "degeneradas" por los nazis, y cargarlas en un tren con destino a Alemania para el Tercer Reich. Eso sí, ha de tener mucho cuidado de no dañar la carga y, además, tiene de tiempo límite lo que tarden los aliados en reconquistar la ciudad, es decir, poco margen, ya que cada vez están más cerca. 

  • El tormento y el éxtasis (The Agony and the Ecstasy, 1965). Estados Unidos. Dirección. Carol Reed. Protagonizada por Charlton Heston, Rex Harrison, Diane Cilento, Harry Andrews, Alberto Lupo, Adolfo Celi, Venantino Venantini, John Stacy, Fausto Tozzi, Tomas Milian. Productora: 20th Century Fox/International Classics/Dino de Laurentiis Cinematografica/Cinecittà. Distribuidora: 20th Century Fox. Drama. Siglo XVI. Pintura. Color. Duración: 138 minutos. Nominaciones y premios: 5 nominaciones al Oscar: dirección artística, color, vestuario, fotografía, banda sonora original, sonido. Globos de Oro: nominada mejor actor-drama (Harrison) y guión. Premios David di Donatello: mejor producción extranjera. Estrenada el 16 de septiembre de 1965.El realizador Carol Reed firma uno de los grandes clásicos del cine histórico. El papa Julio II y Miguel Ángel, viven entre el tormento y el éxtasis, una de las peleas artísticas más sonadas de la historia.  Basado en la biografía que escribió Irving Stone, y en textos de Vasari y de Giovanni Papini sobre el gran artista florentino Miguel Ángel Buonarroti, presenta realista y eficazmente el conflicto, representado magníficamente por Charlton Heston y Rex Harrison, cuyas fuertes personalidades les llevaban a entrar en continuo conflicto. Esta extraordinaria producción, calificada como una de las mejores películas de su época, es una soberbia dramatización del conflicto detrás de una de las máximas obras de arte de la humanidad. Julio II fue un Papa más preocupado de aumentar su poder terrenal que de las penurias de su pueblo. Déspota y egoísta, perdonó no obstante todos los desplantes de Miguel Ángel, enfurecido con el Pontífice por verse obligado a abandonar sus esculturas para pintar la bóveda de la Capilla Sixtina. Y es que a pesar de que Miguel Ángel jamás estuvo seguro tener auténtica valía como pintor, Julio II sabía que sólo él podría conseguir la impresionante obra de arte que aún hoy admiramos. Aunque ni libro ni película tratan demasiado el contexto histórico de la Europa de aquella época, ambos son imprescindibles. Las escenas que muestran a Miguel Ángel sufriendo en lo alto del andamio, con la pintura goteándole sobre la cara, es un momento de enorme emotividad para los amantes del arte, al igual que los trabajos en "estarcido", ese dibujo agujereado para poder traspasarlo con carbón sobre el yeso de la pared.

  • Andrei Rublev (1966). Unión Soviética. Dirección: Andrei Tarkovsky. Protagonizada por Anatoly Solonitsyn, Ivan Lapikov, Nikolai Sergeyev, Nikolai Grinko, Irma Rausch, Nikolai Burlyayev, Mikhail Kononov, Rolan Bykov, Nelly Snegina, Yuri Nazarov, Yuriy Nikulin, Nikolai Grabbe, Stepan Krylov, Bolot Beyshenaliyev, Irina Miroshnichenko. Productora: Mosfilm Studios. Biográfico. Drama, Edad Media. Histórico. Pintura. Religión. Siglo XV. Blanco y negro. Duración: 205 minutos. Nominaciones y premios: Festival de Cannes: Premio FIPRESC; Festival de París: Premio de la Asociación de Críticos de Cine; Festival de Helsinki: Premio a la mejor película del año; Festival de Belgrado: Premio a la mejor película. Andrei Rublev, pintor de iconos ruso del s. XV, sirve a Tarkovski como reflexión sobre la creación artística y la labor social del artista frente al poder. Nos muestra un mundo brutal, violento, de religiosidad cuestionada; un mundo, en Rusia, donde príncipes hermanos luchaban por un trono y el pueblo se mataba a sí mismo en guerra tras guerra. Se divide en tres partes de la supuesta pasión según Andrei y cada uno de estos a su vez se dividen en episodios de la vida del pintor de iconos y de interiores de iglesias y catedrales bizantinas rusas. El monje pintor acude junto con sus compañeros a Moscú para pintar los frescos de la catedral de la Asunción del Kremlin. Fuera del aislamiento de su celda, pronto comenzará a percatarse de las torturas, crímenes y matanzas que tienen aterrorizado al pueblo ruso. Pierde su fe y se sumerge en el silencio, frustración que le lleva a dejar de pintar. Sólo al encontrarse con un niño constructor de campanas entenderá que dejó que su dolor personal  y su soledad se antepusieran a su deber creador como artista. Así regresó a los pinceles y, mediante sus iconos, sus imágenes sagradas, se acercó a un Dios que nunca se muestra plenamente. En el epílogo, con música coral, se ven una serie de planos en que van mostrando diversas partes de iconos costumbristas, historiados hasta llegar con planos medios a mostrarnos la gran Trinidad de Rublev, culmen de su arte. Para no finalizar en tono triunfalista, vuelve a una nueva transición al blanco y negro, a la oscuridad, a la niebla, para terminar en una imagen desenfocada de unos caballos en el barro. El arte y la trascendencia no nos debe alejar ni olvidar el plano terreno del mundo. La película aparece en todas las listas de las mejores películas de la historia del cine.
(cont.)

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