sábado, 30 de julio de 2022

Historia del cine: El cine alemán (IV)

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F. W. Murnau (1888-1931) logró sobrevivir a las vicisitudes del cine alemán de los años 1920, y triunfar durante su breve estancia en Hollywood sobre todo con Amanecer, que le valió a su protagonista Janet Gaynor, uno de los primeros Oscar de la Academia concedido en 1928. En su primera obra importante Nosferatu (Nosferatu – Eine Symphonie des Grauens, 1922), Murnau intentó abordar un tema fantástico y de terror, desde un punto de vista realista que implicaba rodar en las calles en lugar de los estudios, y utilizar la profundidad fotográfica de campo. La textura de Nosferatu (basada en la novela Drácula de Bram Stocker) es audazmente naturalista. 
Max Schreck como Nosferatu
En El último, Murnau renunciaba a los títulos, narrando la historia en términos puramente visuales, y ofreciendo a Karl Freund la oportunidad de sujetar la cámara al pecho y moverse libremente. Con sus ataques contra la sociedad decadente y ese implacable sentido de lo visual de que sólo el cine es capaz, El último se convirtió en uno de los grandes títulos alemanes de la década de 1920.  
Emil Jannings en El último (1924)

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