viernes, 4 de mayo de 2018

4 razones para volver a ver... La huida (The Getaway, 1972)

                                                "Si quieres aprender algo sobre actuar en la 
                                                          pantalla, mira a los ojos de McQueen". 
                                                                                                   Sam Peckinpah
Dirigida por Sam Peckinpah y protagonizada por Steve McQueen y Ali MacGraw. Adaptación de una novela de Jim Thompson. McCoy (Steve McQueen) se encuentra en la cárcel cumpliendo una condena de 10 años de trabajos forzados por asalto a mano armada. Su mujer Carol (Ali MacGraw) lo visita e intercede ante Jack Beynon (Ben Johnson), un corrupto e influyente hombre de negocios, para lograr su libertad anticipada. Benycon le exige a cambio que una vez libre, dirija el atraco a un banco acompañado por dos pistoleros: Rudy (Al Lettieri) y Frank (Bo Hopkins). McCoy planifica detalladamente el robo y consigue un cuantioso botín. Sin embargo surgen complicaciones por la inexperiencia de sus cómplices y debe escapar precipitadamente acompañado de su mujer Carol. Durante la huida son traicionados y perseguidos, viéndose obligados a cambiar varias veces de vehículo y defenderse violentamente. Finalmente logran escapar a México gracias a una desvencijada camioneta y la ayuda de un buen samaritano (Slim Pickens) que ve recompensada generosamente su colaboración.
1.- Peckinpah ha sido el director que mejor ha retratado al antihéroe en el cine. También el que mejor conseguía el contexto idóneo para que sus personajes hiciesen uso de una siempre excesiva pero "legitimada" violencia. Un siempre sobrio McQueen acompañado en esta ocasión por la encantadora Ali MacGraw nos llevan de un lado a otro con los malos y la mala suerte pisándoles los talones, destacando el frenético y tenso ritmo que imprime Peckinpah durante toda la cinta.
2.- Unos nuevos Bonney y Clyde en una película cruda y descarnada. Pese a que el propio Thompson escribió un primer guión, fue desechado en favor de un tratamiento de Walter Hill, quien la abordó con un tratamiento más convencional. Aunque el libro desmitifica la figura de los dos fugitivos de la justicia, la película no puede evitar caer en la tentación de mostrar una visión algo romántica de una pareja fuera de la ley, en la línea de Bonney y Clyde. El personaje de McCoy de hecho en el libro ronda los cincuenta años y es mucho más ambiguo moralmente, pero al ser éste un proyecto ideado por y para Steve McQueen, se modificó para convertirlo en un protagonista más aceptable para el gran público. Del mismo modo, se suprimió la muy interesante parte final del libro, que muestra el aspecto más sórdido de su huida.
3.- La película alcanzó un gran éxito comercial en su momento. Fue nominada a los Globos de Oro a la mejor banda sonora original y ganó el premio a la mejor edición de sonido en los Premios Motion Picture Sound Editor. Y comprobar como la censura cinematográfica del franquismo se ocupó de suprimir la escena final para evitar que ningún crimen quedase sin castigo. En 1994 se realizó una segunda versión (remake) con el mismo título, dirigida por Roger Donaldson y protagonizada por Alec Baldwin y Kim Basinger. 
4.- Esa gran química que hubo entre sus protagonistas se transmitió también fuera de la pantalla, siendo el inicio de un idilio (con boda incluida y posterior ruptura, que se le va a hacer) entre MacGraw que rompió su relación con el importante productor Robert Evans [conocido por sus trabajos en obras míticas como La semilla del diablo (Rosemary´s baby, 1968), la propia Love Story (1970) o El padrino (The Godfather​, 1972)] y Steve McQueen, que también se divorciaría de su actual pareja, Neile Adams.
Es una de las películas que hay que ver antes de morir.

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