sábado, 12 de mayo de 2018

Romances memorables del cine fantástico (XII): Terminator

Terminator (1984)

Desde ese futuro sin historia nació la esperanza. El autogénesis completo, la autoprocreación, John Connor mandando a su padre al pasado para que él exista. Y en esto está la dimensión absoluta de un romance forjado como destino que va más allá de la dinámica de la damisela en peligro y el caballero andante. Reese no conoce ninguna felicidad como habitante de un futuro desgarrado. Connor no conoce lo excepcional de su destino, anclado entre ochenterismos y rutina de discoteca. Y de ahí surge un amor épico, trágico y desgarrado que forma a la mujer brutal y rebelde, de fortaleza incomparable y mirada fija, de Terminator 2: El juicio final (Terminator 2: The  Judgement Day, 1991). El futuro de la humanidad reposa en un motel barato, un cariño furtivo, en la historia más trágica de un sueño increíble. Reese y Connor son lo que vence, desde un principio, a las máquinas, por cariño desbordado y sensualidad entre vendajes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario