viernes, 12 de mayo de 2017

Biografía de cine: Douglas Fairbanks (IV)

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En Don Q, hijo del Zorro (Don Q Son of Zorro, 1925), dirigida por Donald Crisp, la historia estaba ambientada en una romántica España, un mundo lleno de castillos en ruinas, bailarines de flamenco y jardines llenos de rosas. Fairbanks encarnaba al hijo del Zorro, César, un estudiante injustamente acusado de asesinato y obligado a ponerse la máscara de un vengador para demostrar su inocencia. Su personaje era el de un animoso joven que siempre elegía hacer las cosas de la forma más difícil posible, por ejemplo, entrando en las casas por las ventanas en lugar de las puertas, o escalando los muros cuando no había ninguna necesidad de ello.  En el espectacular final , se le une su padre, el Zorro, y con la ayuda de la pantalla dividida, Fairbanks logro interpretar al mismo tiempo al padre y al hijo. Se basó libremente en la novela de 1909 de Don Q. Love Story , escrita por el dúo madre e hijo, Kate y Hesketh Hesketh-Prichard. La historia fue reelaborada en 1925 (después de la muerte de Hesketh Hesketh-Prichard). 
El pirata negro (The Black Pirate, 1926), de Albert Parker, es la película de piratas por excelencia. Gracias a no tener que contar intrigas cortesanas o complicadas tramas, la película destaca (incluso entre los títulos de capa y espada de Fairbanks), por su sentido del humor, estilizadas acrobacias y alegría de vivir. Se basa en una historia del propio Fairbanks, que la escribió bajo el pseudónimo de Elton Thomas. Abordajes de barcos, luchas de espadas, las más increibles peripecias acrobáticas, y un apasionado romance se suceden a un ritmo trepidante.En 1993, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry. El pirata negro fue la tercera película en ser filmada en un temprano Technicolor de dos-tonos, que reproduce una limitada, pero agradable, gama de colores.
Su siguiente película, El gaucho (The Gaucho, 1927), dirigida por F. Richard Jones con un metraje de 115 minutos, era completamente diferente. Desacostumbradamente sombría, se trataba de un drama místico de fe y redención, en el que intervenía incluso la Virgen María (Mary Pickford) y curas milagrosas. Fairbanks interpretaba el papel de un gaucho de las pampas, audaz, sonriente y descreído, con un cigarrillo permanentemente entre los resplandecientes dientes. Cuando su banda de forajidos se apodera de la Ciudad del Milagro, intenta seducir a la inocente virgen guardiana del santuario y, como castigo, se ve aquejado de lepra. Pero la muchacha le gana para la fe, se cura y ayuda a librar a la ciudad de un tirano militar. Para aliviar esta trama tan piadosa y virtuosa, la película contiene también espectaculares secuencias a caballo, de peleas, huidas en el último momento, y una tempestuosa escena de amor con una salvaje muchacha de las montañas (Lupe Velez).El espíritu de aventura alocada, tan omnipresente en sus películas previas, está aquí ausente. Ha sido reemplazado por un espiritual fervor y un elemento de sexualidad nunca vista antes en una de sus producciones. Una copia restaurada de El Gaucho, creada por el Museo de Arte Moderno (Museum of Modern Art, más conocido por su acrónimo MoMA) en Nueva York, fue mostrada en la Academia de Artes y ciencias cinematográficas (Academy of Motion Picture Arts and Sciences) en 2008.
La última etapa
En 1929 Fairbanks rodó la última de las célebres películas de capa y espada. Aunque la acción era rápida y fluida, La máscara de hierro (The Iron Mask), dirigida por Allan Dwan, presentaba a un Fairbanks muy diferente del audaz joven de años anteriores. Tenía ya 45 años y el pelo comenzaba a ponérsele gris, por lo que interpretó por primera vez a un hombre de mediana edad, a D'Artagnan, ocho años después de sus primera aventuras en Los tres mosqueteros. Era como si supiese que esa película iba a ser su canto del cisne. En el transcurso de la acción, los tres mosqueteros perecen y D'Artagnan cae mortalmente herido. La película termina con los fantasmas de los tres mosqueteros llamándole para que se una a ellos. Es adaptación de la última parte de la novela de Alexandre Dumas El vizconde de Bragelonne, que se basa en la leyenda francesa de El hombre de la máscara de hierro.
Gino Corrado, Leon Bary, Douglas Fairbanks y Tiny Sandford en La máscara de hierro
Fue efectivamente el canto del cisne de Fairbanks. Las películas sonoras que rodó, comenzando con la La fierecilla domada (The Taming of Shrew, 1929), una incursión no demasiado afortunada en el campo de la alta cultura, demostraron un claro declive en su calidad artística. Su matrimonio con Mary Pickford había terminado en divorcio en 1935 (su matrimonio anterior con Anna Beth Sully, del que había nacido Douglas Fairbanks Jr., había finalizado en 1918). 
Se dedicó a viajar incansablemente por el mundo y a envejecer. Esto último le resultó especialmente difícil de soportar. Su hijo dejo de él que "era un Peter Pan nato. Siempre se había considerado joven y sólo amaba la vida vista desde el punto de vista de la juventud". Pero en 1929 ya no era joven. Su cuerpo  y su rostro comenzaron a mostrar señales de envejecimiento y perdió agilidad, al tiempo que que empezaba a mostrar signos de calvicie. En 1934 marchó a Inglaterra para rodar La vida privada de don Juan (The Private Life of Don Juan). Estaba planeando producir junto con su hijo cuando murió el 12 de diciembre de 1939, a la edad de 56 años, de un ataque al corazón. 

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