viernes, 19 de febrero de 2021

Las mejores películas de culto de la historia del cine (CX)

Incubus (1966), dirigida por Leslie Stevens

En Nomen Tuum se encuentra un pozo que, según creencias, sus aguas son curativas y embellecedoras. Por este motivo, los súcubos, unos demonios con forma de mujeres, eligen este lugar para conducir las almas a la oscuridad. Kia es una súcubo que pretende encontrar un alma noble para hacerla sucumbir. De esta manera, se fija en Marko, un joven soldado que acude a la fuente para curarse. Rodada en blanco y negro en 1965, restaurada en 2001. Dirigida por Leslie Stevens, fue el segundo largometraje con diálogos completamente en esperanto, con subtítulos en inglés o francés. El tema básico del largometraje es la lucha eterna entre el bien y el mal. A pesar de contar con un bajo presupuesto, el director Leslie Stevens, autor de la saga Más allá del límite, consiguió crear un ambiente repleto de escenas terroríficas prescindiendo en gran medida de la violencia. Numerosos expertos en cine reconocen en la película cierta paralelidad con las célebres obras del sueco Ingmar Bergman y el japonés Akira Kurosawa. Los diálogos están completamente en esperanto, lengua planificada creada por el polaco L. L. Zamenhof en 1887. Sin embargo, hay que decir que la pronunciación de los actores deja mucho que desear, lo que en cierta medida resta calidad a la película (especialmente en lo que se refiere al público esperantista1​). El motivo es que el director Leslie Stevens quería crear un ambiente ajeno y misterioso, y acentuar esa intención con una lengua que –según él– no hablase ningún pueblo de la tierra. Para solucionar ese problema se pensó en usar en un principio un idioma sin sentido, a lo que los actores se negaron. Como el volapük tampoco les agradaba, se decidió que fuese en esperanto como se expresasen las fuerzas de la oscuridad. El uso de este idioma se presenta como un medio estilístico, ya que en realidad los actores no lo hablaban, y ni siquiera fueron entrenados para ello, por lo que su pronunciación es muy defectuosa. La importancia de la utilización del esperanto es tal, que el director prohibió que se doblara a otros idiomas. Sin embargo, el nombre de la película está en latín y significa "íncubo", que en esperanto es "inkubo".

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