martes, 30 de abril de 2019

Para ver: La Miséricorde de la jungle

Joël Karekezi: La Miséricorde de la jungle invita a reflexionar sobre el círculo de la violencia. 
El segundo largometraje de Joel Karekezi, estrenado el 24 de abril, es una obra pacifista y sutilmente narra la supervivencia de dos soldados perdidos en la jungla. Un encuentro con el joven cineasta ruandés de 33 años, sobreviviente del genocidio y obligado por el deber de dar testimonio del mismo.
Joël Karekezi, en el rodaje de La Miséricorde de la jungle
Dos soldados, uno, un veterano estoico, el otro un joven e ingenuo recluta, se pierden en la jungla de Kivu, mientras que la segunda guerra del Congo (1998-20039 propaga el terror... La Miséricorde de la jungle se pregunta tanto sobre las raíces de un sanguinario y absurdo conflicto les racines d’un conflit sanguinaire et absurde autant como sobre la guerra entre los hombres. Un propósito universal y antimilitarista realizado con la fuerza de Joël Karekezi,  un joven director rwandés de 33 años, superviviente del genocidio, cuyo segunda película confirma su prometedor talento. 
La génesis de esta película
Su primer largometraje estrenado en 2013, Imbabazi, destacaba la cuestión de la posibilidad del perdón después del genocidio. posait la question de la possibilité du pardon après le génocide. En esta ocasión, su intención fue hacer una película que no sólo expusiera la realidad de un único país, sino que expresara la necesidad de la paz y de la esperanza. La historia se inspira en la experiencia de un primo suyo, que se perdió en la selva congoleña mientras eran soldados, y obligados a sobrevivir durante seis meses. Pero, además, de exponer la verdadera historia quería explorar la psicología de los soldados en esta situación tan extrema. La jungla enfrenta a los hombres consigo mismos. Les va a permitir evolucionar y les ayuda a tomar decisiones vitales. La delgada línea roja de (), de Terrence Malik, una gran película antimilitarista, fue una importante fuente de inspiración para el joven director. 
La selva es un ente viviente, un personaje completo. Posee una poesía, que el director ha tratado de destacar, La naturaleza, bella y peligrosa, al mismo tiempo, incita a un reflexión sobre uno mismo, sobre el provenir. La Miséricorde de la jungle está anclada en la segunda guerra del Congo, pero su intención es universal, sólo quiere hablar de los africanos. Invita reflexionar sobre la violencia y sus consecuencias, mucho más allá de las fronteras geográficas. 

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