viernes, 5 de abril de 2019

Albert Finney, el plebeyo real del cine cinéma inglés, ha fallecido

El actor británico, que saltó a la fama por su papel de obrero en Sábado noche, domingo mañana (Saturday Night and Sunday Morning, 1960) de Karel Reisz, y admirado por su interpretación de Hercule Poirot en Asesinato en el Orient Express (Murder on the Orient Express, 1974), falleció el viernes 8 de febrero de 2019, a los 82 años de edad. 
Rey del cine inglés, Albert Finney, se reivindicaba como un provinciano, -había nacido en Salford-, una ciudad industrial en los suburbios de Manchester, en un medio modesto (su padre era un anodino corredor de apuesta).
El éxito le llegó muy joven, a los 24 años, gracias a su interpretación enérgica y una sensualidad inusual para la época, de un trabajador del metal en Sábado noche, domingo mañana, la película iniciadora del Free Cinema -el primo inglés de la Nouvelle Vague, la ira social y más. En la pantalla, a Arthur Seaton, un joven inglés de carácter agrio y rebelde, que bebe para olvidar el infierno de la fábrica, que mantiene relaciones con la esposa de un colega y parece estar enojado con el mundo. Un triunfo que se confirmó tres años después gracias al papel principal de Tom Jones (1963), sobre las correrías y juergas de un libertino bastardo.

El vacío debido al éxito

Incómodo con su estatus de estrella, Albert Finney se paso a la dirección en 1968 para relatar el vacío que trajo el éxito a Charlie Bubbles, su única película detrás de la cámara. Tenía, dice, "relación emocional" con el guión de Shelag Delaney, quien se hizo famoso a los 19 años y sentía lo mismo que él sobre el éxito. Charlie Bubbles (interpretado por el mismo Finney) es un escritor que ha conocido el éxito y la fortuna de forma rápida. Prácticamente, Charlie no ha tenido que luchar en su vida. Hasta hace poco, él residía en el norte de Inglaterra, en una casa modesta, junto a su mujer Lottie y su hijo Jack. Ahora se acaba de instalar en Londres, en una mansión repleta de inventos tecnológicos, pero por otra parte se halla constantemente desilusionado y ocioso.
Convertirse en una estrella en la pantalla grande no impidió que Albert Finney trabajara al mismo tiempo para el Royal Court Theatre, el templo de la vanguardia de Londres en la década de 1960. En 1961, incluso rechazó el papel de Lawrence de Arabia y un sueldo de 100.000 dólares (en beneficio de su compañero de promoción de la Royal Academy of Dramatic Arts, Peter O'Toole), prefiriendo dirigir una compañía de teatro en Glasgow por un salario equivalente a 20 dólares semanales…

Financiero del joven cine británico

Durante los años 1960, utiliza su popularidad y su dinero para financiar al joven cine británico a través de su compañía de producción Memorial Enterprises. Acompañará la carrera de otro pilar del Free Cinema, Lindsay Anderson [If... (1968), Un hombre de suerte (O Lucky Man!, 1973.)] y lanzará cineastas prometedores como Stephen Frears y Mike Leigh.
Su presencia se hizo más rara en el cine, pero, a menudo, con interpretaciones significativas. Después de un hermoso dúo (en pantalla como en la ciudad) con Audrey Hepburn en Dos en la carretera (Two on the road, 1967), de Stanley Donen, es nuevamente una sensación gracias a su sabrosa interpretación de Hercule Poirot en Asesinato en el Orient Express (Murder on the Orient Express, 1974), de Sidney Lumet (1974), adaptación de la obra de Agatha Christie: en ese momento, él hace el amor perfecto con Anouk Aimée. A pesar del puente dorado que se le ofreció, se niega a usar el bigote del detective belga nuevamente en Muerte en el Nilo (Death on the Nil, 1978), de John Guillermin (en beneficio de Peter Ustinov). Pero obtiene un millón de dólares por el papel - cantante - de un millonario en Annie (1982), de John Huston. Será el infeliz esposo de Después del amor (Shoot the Moon, 1982), de Alan Parker junto a Diane Keaton, el cónsul alcohólico de Bajo el volcán (Under the Volcano, 1984), en John Huston basada en la afamada novela de Malcom Lowry y encarnaciones de grandes figuras históricas para la televisión, como Winston Churchill en Amenaza de tormenta  (The Gathering Storm (con un Globo de Oro y un Premio Emmy en la clave en 2002) o ... ¡Juan Pablo II!
A partir de los años 90, una nueva generación de cineastas de Hollywood lo llamaron para papeles de secundario de lujo. Fue un mafioso irlandés para los hermanos Coen en Muerte entre las flores (Miller's Crossing, 1990), abogado con Steven Soderbergh en Erin Brockovich (2000), padre caprichoso con Tim Burton en Big Fish (2003)... 
También fue quien dirigió el programa de modificación de conducta de Treadstone en El ultimátum de Bourne (The Bourne Ultimatum, 2007), de Paul Greengrass. Su última aparición en el cine sigue siendo una de de sus actuaciones más conmovedoras: es el fiel guardián del hogar de la infancia de Bond en Escocia, en el que James Bond (Daniel Craig) busca sus raíces y encuentra refugio al final de Skyfall (2012), de Sam Mendes.

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